“Antes de la transformación digital, el papel era nuestro gran aliado que, unido a los múltiples desplazamientos diarios de nuestro personal, nos permitían registrar la información en diferentes puntos físicos e ir actualizándola periódicamente. Ahora, nada tiene que ver nuestra labor con aquel momento. Disponemos de terminales que actualizan la información en tiempo real, monitorizando en continuo cada uno de los dispositivos de Hidraqua y sus empresas participadas. De esta forma podemos ofrecer un mejor servicio, donde la información no es sólo más rápida, sino también más segura”. Así es como David Blasco, responsable de Sistemas de Información en la empresa participada de Hidraqua, Aigües d’Elx, define cómo la transformación digital ha afectado directamente al servicio que ofrece la compañía y en la seguridad de la información que maneja.
Blasco inició su andadura en el grupo empresarial de Hidraqua en 2004. Desde entonces ha desempeñado varios cargos hasta llegar a su responsabilidad actual en la que se encarga de la integración de los diferentes sistemas de información en la gestión del ciclo integral del agua.
“Gracias a la digitalización, tomamos decisiones más rápidas y fiables, a la vez que somos capaces de adelantarnos a posibles circunstancias o situaciones y prever una respuesta anticipada a los problemas”.
Nadie preveía los acontecimientos que sucedieron a consecuencia de la COVID 19. “Sin embargo, gracias a la apuesta por la digitalización que desde Hidraqua y su grupo empresarial se ha hecho desde hace años, fuimos capaces de poder seguir prestando servicio con total calidad, garantía y seguridad”. Como responsable de Sistemas, Blasco vivió en primera persona el envío inmediato de todo el personal de Hidraqua a sus casas, a fin de seguir desarrollando su trabajo y, siempre que fuera posible, de forma remota. “La dificultad no estaba en trasladar los equipos o material necesario para el desarrollo de los trabajos diarios. El problema llegó al trasladar la seguridad que siempre hemos mantenido en nuestras instalaciones para velar por la protección de la información y los datos, a casa de cada persona que pasó a la modalidad de teletrabajo”, añade Blasco.
Sin embargo, las políticas de seguridad en remoto con las que cuenta Hidraqua y sus empresas participadas y que se aplicaban hasta la fecha, por ejemplo, en todas las tablets y equipos del personal operario, permitieron seguir ofreciendo esta seguridad en todo momento. “Y es que la seguridad que hay que mantener en estos dispositivos es sumamente elevada, ya que están conectados con todas las aplicaciones de Hidraqua a fin de, por ejemplo, informar sobre cualquier incidencia en la red, registrarla y avisar de forma automática a los clientes afectados”.
La seguridad en remoto contempla por ejemplo la disposición de un equipo central desde el que se pueden desplegar órdenes y aplicaciones en remoto, contraseñas y pins de acceso, actualizaciones de programas y antivirus, entre otros.
“Antes, nuestro material multimedia cabía en una pequeña caja. Ahora tenemos gigas y gigas de información actualizada en tiempo real y tenemos que seguir trabajando en la interconexión de toda esta información a través del big data, la inteligencia artificial y la realidad aumentada, de tal forma que estemos en constante actualización y mejora del servicio que prestamos”, concluye Blasco.