Durante el pasado mes de octubre, el ayuntamiento de Altea puso en marcha la quinta edición de sus presupuestos participativos, una iniciativa que, desde hace un lustro, da voz -y voto- a los vecinos, en el proceso de decisión respecto a las inversiones que deben de realizarse anualmente en el municipio.
El proyecto se enmarca en lo que, desde el consistorio, se ha calificado como un proceso de “regeneración democrática”, y es calificado por sus responsables como “uno de sus pilares básicos” de esa transformación.
Una regeneración, según explican desde la Villa Blanca, que pasa por “dar voz a los ciudadanos y acercarlos a la toma de decisiones”.
Gobernanza compartida
La piedra angular de todo este proyecto radica en que los alteanos puedan “conseguir mayores cuotas de corresponsabilidad política para que cogobiernen su pueblo”. En ese sentido, recuerdan que “ya empezamos hace cinco años con este formato de presupuestos participativos”, y destacan que uno de sus principales objetivos es que cada año “el proceso de participación sea mucho más amplio, dinámico y fácil”.
En lo que respecta a esta quinta edición de los presupuestos participativos alteanos, y tras cerrarse el plazo para la presentación de propuestas, el Ayuntamiento ha informado que, en total, han sido 45 las ideas que pelearán por encontrar financiación en el próximo presupuesto municipal para el ejercicio 2022.
Estudio de viabilidad
Ese casi medio centenar de propuestas han pasado ahora a la fase de evaluación técnica, que será llevada a cabo por parte de los técnicos de las distintas áreas municipales, un proceso donde cada propuesta tendrá un presupuesto estimado y en el que también se determinará a qué colectivos beneficiaría su puesta en marcha.
Así las cosas, el próximo día 24 de noviembre esa comisión técnica dará su visto bueno definitivo a las diez propuestas que pasen a la fase final de selección, todo ello previo debate en el seno del Consejo de Participación Ciudadana, el órgano máximo de participación.
Se trata de un órgano en el que están representados todos los grupos políticos y de los Consejos Sectoriales creados que, en el caso de Altea, son el Consejo Escolar Municipal, el de Medio Ambiente, el de Agricultura, el de Salud, el de Urbanismo, el de Comercio y Turismo, y el de los Niños y Niñas.
Durante el mes de noviembre, una comisión técnica estudiará la viabilidad e idoneidad de las ideas recibidas
Votación popular
Una vez determinada la decena de ideas que pasen este penúltimo corte, la decisión definitiva sobre los tres que se ejecutarán durante 2022 recaerá, de nuevo, sobre los vecinos del municipio, que podrán votar por los mismos en un proceso que arrancará el 29 de noviembre y finalizará el 31 de diciembre.
Antes de que los alteanos sean llamados a depositar su voto, se hará una presentación pública de los proyectos sometidos a sufragio. Las personas o asociaciones que hayan propuesto los proyectos elegidos para ser votados tendrán, así, la oportunidad de presentarlos públicamente en sesión abierta a la ciudadanía, sin perjuicio de que la persona o grupo que así lo considere pueda realizar más acciones de promoción de su propuesta.
La quinta edición de los presupuestos participativos de la Villa Blanca ha recibido un total de 45 propuestas
Implicación ciudadana
El gran número de propuestas recibidas ha confirmado, una vez más, el interés de los habitantes de la Villa Blanca por participar en la vida política local. Así al menos lo entienden desde el gobierno municipal, cuyos responsables valoran que “un año más la ciudadanía ha demostrado su implicación con su ciudad y su interés por formar parte activa de las decisiones municipales”.
Además, han recordado que en ese proceso final de votación podrán participar todas las personas empadronadas en Altea mayores de 16 años y que, como novedad, el resultado de esa consulta determinará, también, el orden de prioridad de las actuaciones.
La participación en la votación final sigue siendo muy baja y apenas superó el 5% del censo en la pasada edición
Baja participación
Pese a que el proceso de presentación de propuestas se ha cerrado con esas 45 ideas elevadas al consistorio, la realidad de las cifras demuestra que la participación ciudadana en el proceso de votación, mediante el que finalmente se determinan los proyectos que se ejecutarán y desde este año su orden de prioridad, sigue siendo muy baja.
Repasando la tabla histórica, se observa que en la última edición celebrada únicamente votaron 1.219 personas sobre un censo total de 23.063, lo que supone apenas un 5,3% de los habitantes de la Villa Blanca con derecho a voto.
Una cifra, eso sí, que fue sensiblemente superior a la de ediciones anteriores, cuando el índice de participación se situó en el 4,57% (2019) y el 3,71% (2018).