Entrevista > José Ignacio Prades Pons / Entrenador de balonmano (Petrer, 8-septiembre-1975)
Tras ser ayudante de Carlos Viver en la selección femenina de balonmano de España durante cuatro años, José Ignacio Prades se pone al frente de ‘Las Guerreras’ con los ojos puestos en el Mundial del próximo mes, que se celebrará en nuestro país. Hablamos con el petrerí para conocer cómo afronta esta nueva etapa.
¿Cómo llega un petrerí a entrenar en el más alto nivel del deporte?
Poder representar a tu país y al deporte que tanto amas es el sueño de cualquier deportista y en ese sentido me siento un privilegiado. Lo más importante de todo es realizar tu trabajo con mucha pasión y dedicación. Soy de los que piensa que el trabajo siempre da sus frutos, y es una gran responsabilidad poder defender el balonmano femenino español a la vez que un gran orgullo.
¿Seguirás entrenando a las chicas del Mecalia Atlético Guardés?
Sí, podré compatibilizarlo dadas las circunstancias en las que acepté este reto, ya que la temporada estaba a punto de comenzar y ya había adquirido mi compromiso con anterioridad a la Selección.
Pienso que hay que extraer los aspectos positivos de compaginar el equipo nacional con el de responsable del Mecalia Atlético Guardés, ya que el conocimiento de la competición doméstica es mucho mayor y puede suponer una ventaja en relación a la observación y seguimiento de las jugadoras de nuestra liga.
Compatibilizará su nuevo cargo con el de entrenador del Mecalia Atlético Guardés
¿Cuáles son los principales objetivos que tienes por delante al frente del equipo nacional?
La palabra clave es disfrutar. Si conseguimos disfrutar al máximo de cada momento que estemos juntos como grupo, todo irá más rodado y se traducirá en la pista.
Obvio que como metas deportivas lo más cercano es clasificar al equipo para el europeo de 2022, del que ya hemos disputado dos jornadas en octubre, aunque todo el mundo tiene en mente el Mundial del próximo mes, que por primera vez se disputará en nuestro país y donde tenemos la posibilidad de representar a nuestro balonmano y ponerlo en valor.
¿Hay posibilidades de obtener una buena posición en el Mundial?
Sabemos que no tenemos demasiado tiempo para prepararnos, pero todos partimos del mismo punto y ya estamos trabajando para que las chicas lleguen lo mejor posible y que la ilusión, las ganas y la ambición hagan el resto.
Si somos capaces de rendir a un nivel alto de modo regular, tendremos opciones de acercarnos a los puestos de privilegio de la clasificación y pelear por algo muy bonito y ambicioso en nuestro mundial.
«Mi principal objetivo al frente del equipo nacional es disfrutar»
Tu primera toma de contacto fue el pasado seis de octubre ante Eslovaquia, en la primera jornada de la fase clasificatoria para el Campeonato de Europa del próximo año, ¿cómo fue el encuentro?
Con apenas cuatro sesiones de trabajo nos pusimos a competir intentando exprimir al máximo y rentabilizar nuestro tiempo. En líneas generales terminamos contentos con la actitud del grupo, con la seriedad que afrontaron el trabajo, la capacidad de absorber las novedades que queríamos introducir y la manera en que lo pusimos en práctica durante ese partido. El equipo tuvo momentos muy buenos y también pasó por algún apuro que fue capaz de revertir.
La segunda jornada fue el pasado día diez contra Portugal.
El partido lo trabajamos bien y lo sufrimos, si bien a mitad de la segunda parte tuvimos un momento crítico donde desperdiciamos la renta de 4-5 goles, que tanto nos había costado mantener, por el empuje y acierto del equipo portugués, pero de nuevo la reacción del equipo fue buena y conseguimos de manera agónica lograr otros dos puntos, que es el objetivo inicial que nos habíamos marcado.
«No tenemos demasiado tiempo para prepararnos para el Mundial del próximo mes»
Con veintinueve años de experiencia, nueve de ellos en la máxima categoría del balonmano femenino español, ¿te queda algún reto por cumplir?
Intento valorar el presente y no pensar demasiado en el futuro. Por ahora, he tenido la suerte de poder aceptar muchos de los retos que se me han presentado y siempre gracias a mi familia que me ha apoyado y animado a ello. Estoy contento de poder vivir y seguir sumando estas experiencias que son únicas e irrepetibles a la vez.
Entrenador precoz
A los dieciséis años tuvo que dejar de jugar al balonmano fruto de una lesión. Así empezó a entrenar desde muy joven.
Comenzó en varios colegios de Petrer y en las categorías masculinas e inferiores del Club Balonmano Petrer, hasta que dio con el Elda Prestigio. Desde entonces se ha dedicado a entrenar en la categoría femenina de balonmano. Tras su paso por estos equipos, y el equipo de Monóvar y Torrellano-Elche, hace seis años que aterrizó en el gallego Mecalia Atlético Guardés.