Entrevista > Lola Manzanares Solivelles / Actriz (Torrevieja, 13-marzo-1979)
Lola Manzanares se subió por primera vez a un escenario con catorce años, en una obra que dirigía Salvador Torregrosa. Un año después, con la Escuela Municipal de Teatro recién creada, decidió empezar a formarse en la interpretación.
Al tiempo conoció a Paco Illán, con quien trabajó en algunos talleres y en una obra con la que recorrieron los teatros de la provincia con bastante éxito. Una vez alcanzó la mayoría de edad, puso rumbo a Madrid para realizar estudios superiores de arte dramático y probar suerte.
¿Cómo consigues hacerte hueco en la profesión?
En el tercer año de carrera me presenté a un casting de teatro que anunciaban en el periódico. El director teatral, José Tamayo, buscaba a una joven para un personaje de su obra ‘El Diario de Ana Frank’. Así, mi debut profesional llegó con veintidós años, en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
Aprendí muchísimo de mis compañeros, incluido el escenógrafo Gil Parrondo, que tenía un Oscar de Hollywood. Recuerdo que por la mañana iba a la universidad, comía de camino y me iba al teatro, así cada día.
Veinte años después cuentas con cerca de treinta proyectos teatrales a tus espaldas, ¿cuáles destacarías?
Este que te acabo de mencionar y ‘Llama un inspector’, que me permitió hacer un protagonista dramático con grandes actores como Concha Cuetos y Paco Valladares. Tuvimos una gira intensa que se fundió con momentos personales también muy bonitos, como fue la llegada de mi primera hija.
También destaco los montajes reivindicativos de obras como ‘¿Quién mato a Rosa Luxemburgo?’ en el que interpretaba a dos mujeres importantísimas para la historia y lo hice embarazada de ocho meses.
El director teatral José Tamayo le brindó su primer proyecto profesional
Además, has tenido un importante recorrido en la televisión. Tras alguna aparición esporádica en programas como ‘Cuéntame’ o ‘Escenas de matrimonio’, llegaste a participar en la serie diaria ‘Amar en tiempos revueltos’.
Aprendí un montón durante mis dos años en este proyecto. Recuerdo a muchos actores maravillosos, pero sobre todo a Pilar Bardem, una dama maravillosa, una guerrera. Compartí camerino con ella, recuerdo todos sus anillos, collares y amuletos en la mesa del camerino y ese primer momento brusco cuando llegué a maquillaje por primera vez y dijo: “Teñid a esa niña ya de oscuro que en la guerra no habían mechas”. Aún me da la risa cuando lo recuerdo.
Imagino que también fue importante tu paso por la serie diaria ‘Arrayán’, de Canal Sur.
Estuve casi dos años también. Empezó siendo un papel con poco recorrido en el tiempo y acabó convirtiéndose en un personaje principal, la mala malísima. Recuerdo que había personas que me paraban por la calle para reñirme o me gritaban improperios.
Incluso algunos seguidores escribieron cartas a la productora poniéndome fina y algunos mails me llegaron diciéndome de todo menos guapa. Muchos creían que era así de mala en la vida real.
«Con mi papel de mala en Arrayán me gritaban improperios por la calle»
Habiendo realizado cine, teatro y televisión, ¿cuál prefieres?
Teatro en mayúsculas porque es donde puedes transitar al personaje y su historia de principio a fin. Me encantaría hacer más cine y televisión, pero hacerlo puede llegar a ser muy aburrido y frustrante.
¿En qué momento de tu carrera te encuentras a día de hoy?
En un momento maduro y sereno, ya no digo que sí a cualquier proyecto. Ojalá pudiera volver a los veinte sabiendo lo que sé ahora, soy un actriz y una persona más segura y no me asusta hacerme mayor. Soy mamá de tres niñas y deseo ser una madre presente, mi familia es mi gran tesoro y mis momentos con ellos son lo primero.
«Aprendí un montón durante mis dos años en ‘Amar en tiempos revueltos’»
Desde tu experiencia, ¿qué es lo mejor de dedicarse a la interpretación?
La libertad de ser lo que quieres en la vida, ser coherente con lo que te pide el corazón, no levantarte cada día sabiendo que tienes el mismo horario y vas a hacer lo de siempre. Y, por qué no, el gamberrismo de perderte en personajes que nada tienen que ver contigo y jugarlo a tope.
¿Y lo peor?
La precariedad, la poca continuidad, el intrusismo, el clasismo y la exigencia, sobre todo para las mujeres. Con treinta años ya te están dando papeles de madre con hijos bien grandes y con cuarenta empiezas a ser mayor.
Próximos proyectos teatrales
El 30 de noviembre estará en el Teatro Nacional Mohamed V de Rabat (Marruecos) con el montaje ‘El mismo dolor’, del director y autor Marc Magoa. Una función en árabe y en castellano en la que participan instituciones destacadas como la Embajada de España en Marruecos.
Además, este mes arranca los ensayos de la obra de teatro clásico ‘El marqués de las Navas’ de Lope de Vega, que verá la luz el próximo año.