Además de estar sepultado en la Luna, este ser humano es el único en reposar sobre un cuerpo celeste fuera de nuestro planeta Tierra.
El sueño más deseado y esperado de Eugene Merle Shoemaker era algún día poder conocer y estar sobre la superficie de La Luna, y aunque en vida lamentablemente no pudo cumplir su gran anhelo, hoy en día sus restos yacen enterrados en la superficie del lugar que siempre quiso conocer, La luna.
El doctor Eugene Merle Shoemaker, conocido también como el gran Gene Shoemaker, fue un reconocido geólogo americano, responsable de la invención de las ciencias planetarias. Además, Gene fue uno de los pioneros en la exploración del sistema solar y sus contribuciones en el estudio de los cráteres, siendo estos un producto resultante del impacto de algún asteroide o cometa, así como su estudio en la ciencia lunar, donde destacó siempre por sus magníficas labores.
Desde que se sabe, Shoemaker había anhelado como uno de sus más grandes deseos ir a la Luna como uno de los astronautas de la nave Apolo, para así estudiar él mismo la geología de nuestro satélite natural.
Probó y comprobó el funcionamiento de los primeros trajes de astronauta y examinó, analizó con gran detalle el mapa de la Luna, ya que él era el responsable de la seguridad de este primer viaje, además de ser quien seleccionaría el lugar para aterrizar la Apolo 11.
Gene fue por así decirlo, el maestro y quien enseñó y dio gran conocimiento a los grandes Neil Armstrong y de Buzz Aldrin, los primeros hombres en pisar la Luna.
Finalmente y sin cumplir su mayor sueño, Gene Shoemaker murió el 18 de julio de 1997 durante una expedición de trabajo cerca de Alice Springs, Australia.
Sin embargo, poco tiempo después de su muerte, sucedió algo extraordinario, recibió uno de los más altos honores otorgados a título póstumo por la NASA.
Sus cenizas fueron puestas dentro de una cápsula de policarbonato, realizada por la compañía Celestis Inc. de la ciudad de Houston en los Estados Unidos, que mide tres pulgadas de largo y siete centímetros de diámetro, lleva una funda de aluminio sellada al vacío y va montada en el interior de la nave espacial que la transportó.
En la cápsula donde insertaron las cenizas de Gene Shoemaker colocaron una imagen del cometa Hale-Bopp, el último que este analizó y estudió, además de una cita de William Shakespeare, perteneciente a la historia de Romeo y Julieta.
Las cenizas se lanzaron al espacio en la nave espacial Lunar Prospector, la cual pertenecía al cohete Athena II, el cual despegó hacia la Luna desde Cabo Cañaveral en Florida, el día 6 de enero de 1998.
El día 31 de julio de 1999, los científicos deliberadamente apuntaron al Lunar Prospector contra una zona dentro de un cráter cerca del Polo Sur lunar, convirtiendo a Gene Shoemaker en la única persona cuyas cenizas han sido enterradas o diseminadas en cualquier cuerpo celestial fuera de la Tierra, en este caso la Luna.