«Es la primera vez que hallamos dos agujeros negros supermasivos que se encuentran tan cerca el uno del otro. Están a menos de la mitad de separación que todos los anteriormente observados», declara Karina Voggel, astrónoma del Observatorio de Estrasburgo, en Francia, y autora principal de un estudio que bajo el título First Direct Dynamical Detection of a Dual Super-Massive Black Hole System at sub-kpc Separation, se publica esta semana en la revista especializada Astronomy & Astrophysics.
Los dos objetos, detectados gracias a las observaciones realizadas con el Very Large Telescope -VLT- del Observatorio Europeo Austral, se encuentran ubicados en la galaxia NGC 7727, en la constelación de Acuario, y situados a unos 89 millones de años luz de nuestro planeta se trata del par de agujeros negros más cercanos a la Tierra detectados hasta el momento. «Aunque esto puede parecer mucha distancia, supera con creces el récord anterior, de 470 millones de años luz», afirma la astrónoma. Un récord que ya recortaba a la mitad la distancia anterior.
Los agujeros negros supermasivos «habitan» en el centro de las galaxias masivas y cuando dos de estas galaxias se fusionan, también lo hacen sus agujeros negros centrales. De hecho, el par hallado en NGC 7727, también ha batido el récord de separación mínima entre dos agujeros negros supermasivos, ya que se según las observaciones solo distan unos 1600 años luz entre sí. «La pequeña separación y velocidad de los dos agujeros negros indica que se fusionarán en un agujero negro monstruoso en algún momento de los próximos 250 millones de años», añade el coautor de estudio, el profesor de la Universidad de Queensland, en Australia, Holger Baumgardt, quien apunta, además, que la fusión de agujeros negros como estos podría explicar cómo se forman los agujeros negros más masivos del Universo.