Entrevista > Alfonso Almendros Jaén / Fotógrafo (Petrer, 2-octubre-1981)
Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valencia, el petrerí estudió también Fotografía Artística en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia. Desde entonces su obra ha dado la vuelta al mundo, llegando a estar expuesta en países tan diversos como Corea del Sur, México, Nueva York o Italia, entre otros. Su último proyecto, titulado ‘To name a mountain’, acaba de estar de expuesto en la Casa Bardín de Alicante.
El pintor Albert Bierstadt le inspiró para realizar la colección ‘To name a mountain’
¿Qué es ‘To name a mountain’?
Es un proyecto en el que parto de la historia del pintor estadounidense Albert Bierstadt, uno de los máximos representantes de la Escuela del río Hudson. Conocido por sus paisajes del oeste americano, este pintor emprendió en 1863 una expedición a las Montañas Rocosas con la intención de tener unos bocetos y fotografías que le sirviesen de inspiración.
Años más tarde, fruto de esta expedición, realizó una de sus obras más populares a la que denominó ‘A storm in the Rocky Mountains, Mount Rosalie’ en referencia a Rosalie Osborne, de quien estaba enamorado.
¿Cómo le has dado tu esencia?
Cojo esta apasionante historia de Bierstadt para contar mi propia historia sobre una persona que se fue de mi vida y de la que me apetecía honrar su memoria. Así, mezclo fotografías mías con otras reinterpretaciones de la obra pictórica de Bierstadt, utilizando unos colores y un tratamiento muy libre de la imagen.
¿Cuándo llega la fotografía a tu vida?
Soy licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valencia. Desde el primer momento tuve mucho interés por disciplinas como la pintura, pero a raíz de un viaje de Erasmus a Italia, en el que tuve de asignatura Historia de la Fotografía, empezó a despertarme la curiosidad. Así, acabé formándome también como fotógrafo en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia y no he parado desde entonces.
¿En qué has cambiado como fotógrafo?
En varios aspectos. He cambiado la herramienta de trabajo. Antes utilizaba una cámara analógica de 35 milímetros, que era el formato que se solía usar para registrar bodas y comuniones. Con el paso de los años acabé adquiriendo una cámara de medio formato, mucho más pesada y lenta que la anterior. También he cambiado con las temáticas, antes me interesaban unos temas y ahora no tanto y viceversa.
¿Qué se esconde detrás de una fotografía?
Por lo general hay mucho trabajo. Aunque se fotografíe en menos de un segundo, hay horas de mucha lectura.
«A veces me gusta más dar clases que realizar fotografías»
¿Cuál es la última fotografía que se te resistió?
Este verano estaba subiendo la montaña Gran Facha, un pico fronterizo entre España y Francia de unos tres mil metros de altura. Como era una montaña complicada, en vez de utilizar los palos tuve que usar las propias manos para poder subirla.
Cuando llegué a la cumbre me encontré a una niña pequeña, que parecía un ángel, junto a su hermano y su padre. El pelo se le movía a contraluz por el viento. Me hubiera encantado tener en ese momento mi cámara a mano para hacerle un retrato.
Además de tu labor artística, también te dedicas a la docencia, habiendo pasado por el Centro Cultural de España y la Cinemateca Nacional de Nicaragua, el Instituto Nicaragüense de Enseñanza Audiovisual, el Node Center of Curatorial Studies de Berlín y el IED de Madrid.
Me encanta la docencia. Es más, casi todos mis proyectos tienen una base teórica que suele ser utilizada tanto para crear imágenes como para crear cursos. Es importante contar con un buen espacio donde la institución adecuada te permita aplicar esas metodologías. Hace poco tuve unas jornadas en el Jardín Botánico de Madrid y fue magnífico. A veces me gusta más dar clases que realizar fotografías.
«El fotógrafo tiene que adaptarse»
Con un contexto tecnológico en el que cada vez los teléfonos móviles compiten por ofrecer unas mejores cámaras, ¿hacia dónde evoluciona la profesión del fotógrafo?
Hace seis años vi un documental en el que explicaban que el principal periódico de Hong Kong había decidido despedir a los fotógrafos que tenían en plantilla, porque les resultaba más rentable económicamente dar cámaras digitales a los repartidores de pizza para que hiciesen fotografías. Antes había un conflicto y se mandaba al fotógrafo. Ahora todo el mundo tiene una cámara consigo y prima la instantaneidad. El fotógrafo tiene que adaptarse.
Nuevos proyectos
Alfonso está inmerso en un nuevo proyecto que tiene como marco de trabajo la casa donde nació. En la obra aparecen también su madre y la pareja de su madre, de quienes reflexiona a través del espacio y de los objetos de la casa, como en una especie de sinfonía doméstica.