En Benidorm llueve poco, pero cuando llueve, como sucede en tantos otros puntos del litoral mediterráneo, lo hace con una intensidad y furia que provoca que raro sea el año en el que las infraestructuras que deben llevar toda esa agua a los embalses y al mar no se vean sometidas a un extraordinario nivel de estrés.
La localidad lleva décadas tratando de minimizar -evitarlos por completo es imposible- los daños que las gotas frías, ahora llamadas DANA, provocan en sus calles y en las propiedades de sus habitantes. Mucho se ha avanzado en ese sentido, pero no ha sido hasta el pasado mes de noviembre cuando uno de los principales proyectos que quedaba por desarrollar en este sentido vio, al fin, la luz verde.
Crecimiento urbano
Se trata de la actuación que debe lograr el encauzamiento e integración urbana del barranco Murtal, situado en la zona de la playa de Poniente y que, como ya sucediera hace décadas en la otra punta de la ciudad, representa un peligro cada vez mayor debido al constante crecimiento urbano de la capital turística por este flanco.
Un desarrollo, marcado especialmente por el Plan Parcial 1/2 de Poniente, que ha provocado que la actuación sobre el barranco Murtal no pudiera esperar más y que, por lo tanto, el consistorio benidormense haya licitado ya la obra con un presupuesto base de algo más de cinco millones de euros.
El barranco no está debidamente encauzado y se ha convertido en una necesidad urgente para la zona
Pesadilla burocrática
Los responsables municipales han destacado que se trata de una obra en la que a la complejidad técnica se sumará también la burocrática, ya que “será necesario contar con la autorización del Servicio Provincial de Costas y de la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Servicio de Costas de la Generalitat Valenciana”.
La urgencia por acometer estas obras radica, según las mismas fuentes, en que el barranco “no está debidamente encauzado y que, según figura en el informe técnico que acompaña a la propuesta de aprobación, el puente existente en la avenida de La Vila Joiosa, que discurre en un terraplén de diez metros de altura, supone un obstáculo hidráulico al flujo del propio barranco y una barrera de accesibilidad física y de movilidad”.
Integración paisajística
José Ramón González de Zárate, concejal de Obras y Espacio Público en el ayuntamiento de Benidorm, explicó que el principal objetivo de esta actuación, más allá, evidentemente, de encauzar el barranco y, por lo tanto, hacer más segura el área, es “integrar la solución hidráulica del encauzamiento del barranco, eliminar el paso bajo el puente de la avenida de La Vila Joiosa mediante la creación de una glorieta que tenga en cuenta el crecimiento urbano previsto y la integración urbanística de la calle Murtal”.
González de Zárate reconoce que la capital turística tiene “un problema importante de inundación en esta zona cuando se producen fuertes lluvias, y por eso es necesario y fundamental acometer esta potente obra”.
La obra prevé, además, mejorar la estética urbana de las calles afectadas por el encauzamiento
Experiencia acumulada
Una de las grandes ventajas con las que partirá este proyecto, radica en la experiencia que Benidorm ha ido acumulando a lo largo de las últimas décadas en lo que al encauzamiento de sus barrancos se refiere.
Así, tal y como subraya José Ramón González de Zárate, “se ha optado por adoptar como caudal de diseño el correspondiente a un caudal punta de 80 m3/s. Por ello se construirá un depósito de 500 m3 al considerarlo suficiente para retener las primeras aguas de lavado de escorrentía por lluvia”.
Suministros afectados
El edil benidormense añade que “este depósito de conectará a la red de drenaje y a un aliviadero conectado al encauzamiento en caso de rebose. Igualmente habrá que ejecutar muros de mampostería en tres zonas perimetrales, para proteger zonas ajardinadas y desniveles desde la avenida de La Vila Joiosa”.
Según el proyecto, las obras podrían afectar a las redes de agua potable y residuales, así como a la de telecomunicaciones, electricidad y gas que deberían ser desviadas de su actual ubicación.
Será necesario contar con la autorización del Servicio Provincial de Costas y de la Confederación Hidrográfica del Júcar
Acceso al transporte público
En cuanto a las obras de integración urbana, el concejal de Obras y Escena Urbana añade que “consistirán en la sustitución del enlace existente por una intersección sin estructuras. Se aprovechará para ordenar el tráfico y se permitirá la permeabilidad hacia la calle Murtal, a la que no se podía acceder en autobús”.
González de Zárate apunta, además, que “con estas obras se mejora muy significativamente el drenaje al eliminar la ‘presa’ que constituye el terraplén de la propia avenida de La Vila Joiosa”. Unas actuaciones, precisa el concejal, que “también alcanzarán a la calle Murtal, que se cubrirá y reurbanizará una vez se haya introducido el encauzamiento del barranco y se dará continuidad al tratamiento de los pavimentos del paseo de Poniente en su conexión con Vicente Llorca Alós”.