Entrevista > Cristóbal Zaragoza / Cirujano e Hijo Adoptivo de Santa Pola (El Palmar, Murcia, 19-octubre-1951)
El currículum profesional de Cristóbal Zaragoza Fernández es de los que quitan el hipo. Es doctor ‘cum laude’ en Medicina y Cirugía. Ha trabajado en algunos prestigiosos hospitales del extranjero como París, Maguncia o Milán. Es miembro de la Real Academia de Doctores de España, así como de las Reales Academias de Medicina de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Granada, Valladolid y Bilbao. Ha recibido numerosos premios de universidades y asociaciones sanitarias, participa en una cuarentena de sociedades científicas, y un largo etcétera.
Actualmente ejerce de jefe del servicio de Cirugía y Aparato Digestivo en el Hospital General Universitario de Valencia. Este verano el Ayuntamiento nombró Hijo Adoptivo de Santa Pola a este ilustre cirujano criado desde niño en la villa marinera. No se nos ha ocurrido mejor forma de comenzar 2022 que dedicándole una entrevista.
¿Por qué te decantaste por la Medicina?
Supongo que porque mi padre era psiquiatra y algunos otros familiares también han sido sanitarios. De todas formas yo estudié esta carrera más por ayudar a la gente que por la propia Medicina, y en ello creo que me influyó especialmente mi madre. Siempre fue una persona muy solidaria con todo el mundo, algo que nos inculcó a todos sus hijos.
Aún así, mis primeros trabajos fueron muy diferentes. Empecé siendo chico de los recados en el juzgado de paz de Santa Pola. Luego me contrató el farmacéutico Bonmatí para cazar ranas con las que fabricaba pruebas de embarazo. Más adelante encontré trabajo de pinche de cocina y camarero en varios sitios.
«Santa Pola me ayuda a recargar las baterías después de un día duro»
Siendo murciano de nacimiento, ¿por qué tu familia se vino a Santa Pola?
Pues porque a mi padre le destinaron a Tabarca. Allí vivimos un par de años, fue donde yo hice mi primera comunión. Luego ya nos trasladamos a Santa Pola.
La verdad es que hay poca gente que sepa que soy murciano, porque yo siempre digo que soy santapolero. Fíjate que el estudio de mi casa se llama ‘Nova Tabarca’.
¿Cómo era Tabarca en aquella época?
Era una isla muy distinta, aunque tan preciosa como ahora. Éramos unos 600 habitantes y teníamos una almadraba para la pesca del atún, yo mismo ayudaba a secar el bonito en los terrados. Incluso había un cuartel fijo de la Guardia Civil. Eso sí, no había ni agua ni luz. La España de aquellos tiempos. Yo desde luego recuerdo haber sido muy feliz, igual que en Santa Pola.
Aunque tu especialidad es el aparato digestivo, imagino que también te habrá tocado arrimar el hombro en el hospital con la covid…
Sí. De hecho fui el segundo médico que se contagió en mi hospital. Me fastidiaba mucho la idea de que solo los médicos jóvenes atendieran casos de covid, me sentía como un capitán que manda a su ejército a la batalla pero él se queda en el refugio. Así que yo les acompañé y me contagié. Pasé un mes confinado pero superé la enfermedad.
«Los hospitales no están saturados gracias a la alta vacunación que hemos tenido en España»
¿Estáis muy saturados en tu hospital con los últimos aumentos de la incidencia?
Estamos notando que efectivamente la gente se contagia más, pero afortunadamente la vacunación está funcionando. España ha dado una lección a Europa siendo el país con mayor porcentaje de vacunados. Gracias a esto las consecuencias del contagio son mucho más leves. Así que tampoco está aumentado demasiado el número de ingresados en la UCI, pero hay que estar alerta para que no crezca más.
¿Vienes mucho por Santa Pola?
Sí, sobre todo cuando paso un día no muy satisfactorio. De esos que desde que te levantas por la mañana sabes que las cosas van a ir torcidas. Santa Pola me ayuda mucho a recargar las baterías. Es un poco la filosofía del marinero, que tiene una vida dura pero siempre sabe sobreponerse a las dificultades. Como dice Serrat, yo también tengo alma de marinero (risas).
Imagino que te haría mucha ilusión lo del Hijo Adoptivo.
Muchísima. Tanto la alcaldesa como todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento estuvieron conmigo durante toda la mañana. Me entregaron la medalla municipal, me concedieron el título de Hijo Adoptivo, me pusieron una placa en el Calvario, los antiguos alumnos de mi escuela me entregaron un pergamino en el Castillo… fue inconmensurable.
De verdad que yo nunca habría esperado tener a tanta gente que me quisiera, y a la que quisiera yo. Todavía me emociono cuando lo recuerdo.
«Cuando yo residí en Tabarca todavía no teníamos agua canalizada ni luz en la isla»
Tu hermano fue alcalde de Santa Pola. ¿Nunca te has planteado meterte en política?
Yo no serviría para la política, soy demasiado transparente y ocasionalmente muy inconveniente. Tengo la mala costumbre de decir siempre la verdad, y tú sabes que eso está muy reñido con la política (risas).
Desde luego no haría el papel del político que se opone a todo cuando está en lo oposición, o que rechaza todo lo que le llega de la oposición cuando está en el gobierno. Se ha de tener vocación de servicio público y no mirar exclusivamente las siglas.
¿Quién te gustaría que fuera el siguiente Hijo Adoptivo o Predilecto de Santa Pola?
Pues se me ocurre mucha gente: Santiago Bernabéu, Francisco Fernández Ordóñez o mi amigo el marinero Pepe Pío…