El pasado mes de diciembre la Fundación del Español Urgente (Fundéu) llegaba puntual a su cita proponiendo las doce candidatas a ser elegida como ‘palabra del año’. Se trata de una tradición en la que esta fundación propone vocablos que, debido a la actualidad informativa de los últimos doce meses, toman una especial relevancia. Suelen ser, además, neologismos que poco tiempo después acaban incorporados al diccionario por la RAE.
Palabras de moda
Entre ellas, claro está, encontramos algunas de origen ‘volcánico’ como fajana, otras relacionadas con la economía como criptomoneda y alguna proveniente del área del ambientalismo como ecoansiedad o carboneutralidad. Pero destacan, sobre todas las demás, las que tienen algo que ver, directa o indirectamente, con la pandemia: cámper, desabastecimiento, negacionista, vacuna y variante.
Esas son las que ha escogido la Fundéu, pero no son las únicas palabras que se han puesto de moda en los últimos meses. Así, la pandemia ha provocado que los procesos de limpieza y desinfección hayan estado en el centro de muchas conversaciones y, como suele suceder en este tipo de situaciones, es frecuente que lleguemos a confundir, o al menos no comprender en profundidad, ciertos términos y conceptos básicos cuando hablamos de limpieza, desinfección u otros ampliamente presentes en el mercado como higienización.
«Técnicamente, la higienización es la suma de limpieza más desinfección» A. Merino
Limpieza más desinfección
Ángel Merino, gerente de la empresa torrevejense Limpiezas Misandra, experto en la materia después de muchos años de implantación a nivel provincial, explica que la higienización no es otra cosa que “la suma de limpieza más desinfección”.
Seguramente, para el profano en la materia apenas existan diferencias claras entre los tres términos. Por ello, y para arrojar algo más de luz al respecto, Merino añade que “higienizar es la combinación de ambas acciones. Para entender la diferencia, diría que limpiar está más relacionado con aquello que ‘nos molesta’ a nivel sensorial y la desinfección con aquello que nos daña o perjudica, aunque no lo percibamos”, algo que, dadas las actuales circunstancias, todo el mundo es ya muy capaz de visualizar.
Hay que higienizar
Si bien la pandemia nos ha enfrentado a la importancia de higienizar -recordemos, limpiar y desinfectar- cualquier espacio de trabajo o de concurrencia pública, en el imaginario general esa acción estaba muy ceñida a ciertos ámbitos, aunque Merino insiste en que “la higienización debería ser importante es cualquier sector, aunque por desconocimiento, en muchas ocasiones, se considera que si está limpio está desinfectado, cuando realmente eso no es así”.
Por ello, destaca que “todo servicio de limpieza profesional debería contemplar tres parámetros fundamentales: limpieza, desinfección y seguridad. Este último, a menudo, tampoco es contemplado a la hora de plantear la realización de un servicio”.
La pandemia nos ha enfrentado a la importancia de higienizar
Riguroso control
En cualquier caso, la actual legislación y regulación de los distintos sectores de actividad estipulan de manera muy clara las necesidades de cada uno de ellos, aunque Merino reivindica que “teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos, en un sector tan importante para nuestra provincia como es el turístico en general y el de los alojamientos turísticos en particular, debería plantearse una mayor regulación en cuanto a su proceso de higienización en el intervalo interhuéspedes”.
Y aunque “higienizar es siempre lo mismo: limpiar y desinfectar”, el gerente de Limpiezas Misandra aclara que “se debe, o al menos se debería, emplear técnicas y productos diferentes en función de los factores y características específicas de cada empresa, independientemente del sector. Dos industrias cárnicas, por ejemplo, pueden tener unas mismas necesidades genéricas en materia de higienización y, a la vez, otras específicas en función de sus características particulares”.
Plan de higiene
Con tantas variables a tener en cuenta, la gran pregunta que surge desde el punto de vista del cliente es cómo se puede tener la certeza de que los procesos, a los que se han sometido unas determinadas instalaciones, cumplen con todos los requisitos imprescindibles para garantizar la seguridad de las mismas.
Desde Limpiezas Misandra explican que “salvo en sectores específicos, generalmente relacionados con la alimentación o la sanidad, cuyo concepto y medidas de higienización están regulados y controlados; la normativa vigente no es concreta en cuanto a técnicas, elementos o productos a emplear”. Por ello, el consejo de Ángel Merino “es que quien desee contratar un servicio de limpieza profesional para sus instalaciones u hogar, soliciten a quienes opten a realizar tal servicio el preceptivo plan de higiene, el cual deberá incluir todos los parámetros en los que será llevado a cabo, teniendo en cuenta esos tres factores fundamentales: limpieza, higiene y seguridad”.