No hay una noche tan mágica durante el año como la madrugada del 6 de enero. La noche de la ilusión, donde todos los niños de España y parte del mundo esperan con entusiasmo la llegada de los tres Reyes Magos de Oriente.
Todos desean que al despertar sus sueños se vean cumplidos y sus majestades de oriente hayan traído todos los regalos que con tanta ilusión pidieron en su carta a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Sin embargo, no todos los niños (y no tan niños) se portan como es debido durante el año. Para ellos, los tres soberanos de Oriente traen un «regalo» muy particular: Carbón.
Pero, ¿De donde procede esta tradición?. Existen dos leyendas que explican la negativa presencia del carbón en el esperado día de Reyes.
La primera de ellas cuenta, que el carbón escenifica las cenizas que surgieron al quemar los tres regalos que Melchor, Gaspar y Baltasar llevaron al niño Jesús el día de su nacimiento. Es decir, el carbón simboliza de forma negativa las cenizas del oro, el incienso y la mirra.
La segunda leyenda y menos conocida es debido a un paje real de los Reyes Magos, conocido como Carbonilla. Este peculiar paje, cumple con la misión de aconsejar a sus majestades de Oriente que niños deben o no recibir los regalos que han pedido el día 6 de enero.
Si Carbonilla piensa que los niños han sido buenos, aconseja a los Reyes que le dejen regalos. Sin embargo, si cree que se ha portado mal, el niño debe recibir como regalo carbón, siendo el propio Carbonilla el encargado de dejarlo en sus casas, en lugar de los Reyes Magos.
Esperamos que durante el año se hayan portado muy bien y que Carbonilla tenga poco trabajo este 2020. Deseamos que vuestros sueños se hagan realidad y que esta mágica noche sean los Reyes Magos quiénes visiten vuestros hogares.