En el año 2021 se cumplieron 401 años del peor terremoto en la historia de Alcoy, el cual dejó más de 30 víctimas mortales (en datos oficiales, aunque se estima que fueron más), y unos daños materiales que a día de hoy equivaldrían a once millones de euros. Este terremoto no fue un suceso aislado, ya que unos años después, en 1644, ocurrió una serie sísmica que afectó a una amplia zona que se extiende desde Alcoy hasta Gandía.
Estos dos periodos sísmicos, pese a su cercanía en el espacio y tiempo, presentan características muy diferentes. En 1620 sucede un terremoto principal seguido de réplicas durante más de un mes, mientras que en 1644 lo que ocurre es una serie sísmica en la que se identifican principalmente tres terremotos.
Tras este periodo de intensa actividad sísmica la región ha permanecido en calma hasta la actualidad. Sin embargo, los expertos no descartan que vayan a producirse terremotos de similares características en el futuro.
Sismicidad en la península
España es un país en el que los grandes terremotos suelen estar separados por largos periodos de tiempo, siendo el último de mayor calado el registrado en Arenas del Rey (Granada) durante 1884. Los expertos recuerdan que los terremotos no se pueden predecir; el proceso de generación y ocurrencia de un terremoto aún tiene muchas incógnitas por resolver, y los sistemas de alerta sísmica temprana, aunque eficaces, son escasos y difíciles de implementar.
En el territorio valenciano cabe hablar de algunos terremotos que en su momento causaron un gran impacto. Por ejemplo, el del 348 a. C., que supuestamente destruyó la ciudad prerromana de Sagunto. También hay que destacar el seísmo que en 1258 causó graves daños en Ontinyent (el más antiguo del que hay información contemporánea).
Testimonios de la época
Sobre el terremoto de 1620 existe abundante documentación hasta 1632 (unos escritos publicados y manuscritos, tales como actas municipales, notariales…), que proporcionan la primera información directa sobre la ocurrencia del terremoto y los daños ocasionados.
Los primeros documentos son los ‘Protocolos Notariales’ de Luis Pérez del 15 diciembre de 1620, solo trece días después del terremoto. También de Miquel Valls, del 17 de diciembre de 1620, que describen los daños producidos en Ibi y Alcoy.
Todos los documentos coinciden en la fecha del sismo principal, el 2 de diciembre de 1620, aunque la hora varía entre las 18 y las 19 horas. Al terremoto siguió una serie de 33 réplicas durante las 24 horas posteriores. También hubo una réplica el 14 de diciembre, que según los documentos de la época fue tan grande como la principal.
Daños ocasionados
Alcoy es la localidad que sufrió mayores daños con el terremoto de 1620, incluyendo víctimas mortales y cuantiosas pérdidas materiales. En la ciudad había aquel año 614 casas, lo que se podría traducir en 2.763 habitantes. El terremoto causó más de treinta fallecidos, aunque es de suponer que algunos de los heridos fallecerían en días posteriores.
En cuanto a los daños estructurales, en la iglesia parroquial quedó abierta la bóveda y hubo un desplome de parte de la misma. El convento de San Agustín, un edificio de sillería y buena construcción, sufrió grandes daños, y en él se produjo la muerte de siete monjes y otros cinco resultaron heridos. Casas y edificios civiles, como torres y murallas, también sufrieron grandes daños.
Se estima que el número de casas destruidas fue de unas 380 del total de 614 que tenía la villa en 1620. Es decir, el número de casas malogradas fue superior al sesenta por ciento. Sin embargo, cabe decir que la expulsión de los moriscos en 1609 implicó que muchas alquerías situadas al sur y al sureste de Alcoy quedaran despobladas, por lo que no se tiene información sobre posibles daños en ellas.
La estimación del coste de los daños es de más de 200.000 ducados, que según una estimación de la equivalencia con el valor actual del euro equivaldría, aproximadamente, a once millones de euros. El terremoto también produjo efectos en el terreno, especialmente en la zona de Cantagallet, donde se observaron grietas en el suelo con una extensión de entre ocho y dieciséis kilómetros.
Serie sísmica de 1644
Después del terremoto del 2 de diciembre de 1620 y su serie de réplicas, que se extendió hasta enero de 1621, la comarca de Alcoy quedó en calma sísmica hasta que en 1644 se producen nuevos terremotos.
Sin embargo, en este segundo periodo de actividad sísmica no existe un terremoto principal con sus réplicas, sino que se trata de una serie sísmica que se extiende a lo largo del mes de junio de 1644, afectando a una amplia zona que va desde Muro hasta Gandía.
Para la serie de 1644 tan solo se tiene la estimación económica de daños para el Monasterio de la Valldigna, con poco más de un millón de euros en daños, y un total de diecinueve muertos en el seísmo del 26 de junio.