Agrícola Villena es una empresa hortofrutícola que cuenta con casi quinientos empleados, de los cuales 370 se encuentran ubicados en la sede de nuestra ciudad. Se trata de un símbolo de la huerta villenense que en los últimos años había sido distinguida en prensa por noticias bien distintas a las actuales con una repercusión positiva.
Ejemplos de ello fueron la conmemoración de su centenario de vida con la visita a sus instalaciones del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, o la visita del ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque. El ministro visitó Agrícola Villena antes de la pandemia para conocer los pioneros sistemas de producción que permiten a la empresa abastecer de hortalizas a todo el territorio español.
Sin embargo, durante la pasada Navidad comenzó a extenderse en la ciudad un rumor de crisis severa en la entidad. Las vacaciones asignadas a la plantilla laboral y el aplazamiento del pago de la nómina de diciembre por falta de liquidez hicieron encender las alarmas en el municipio. Se trata de la empresa más numerosa de la ciudad y un motor de la economía local.
El trabajo de administraciones públicas, sindicatos y empresa consigue desencallar la situación
Un ERTE con fecha de caducidad
A principios de año se hizo público que ese período de vacaciones concedido a la plantilla era una forma de poder ganar tiempo. El objetivo de la cooperativa era negociar un acuerdo que asegurase la viabilidad del proyecto con su principal cliente. Pocos días después del año nuevo se anunciaba un expediente de regulación temporal de empleo que afectaba a toda la plantilla.
Los sindicatos UGT y CCOO pusieron un mes como fecha límite para desencallar el entuerto. Se reunieron con los trabajadores para plantear los posibles escenarios que podían presentarse. El ERTE permitía que la plantilla pudiese percibir al menos una parte de su salario mientras se dirimía una solución al problema.
En caso de que transcurrieran treinta días desde el inicio del expediente regulador, el ERTE perdería su temporalidad y pasaría a ser un ERE, que terminaría con toda la plantilla de la empresa en la cola del paro. El objetivo sindical era no eternizar una situación incómoda y meter presión en unas negociaciones que fueron realmente duras con idas y venidas que dejaron a Agrícola Villena muy cerca del KO.
La cooperativa culminará su transformación en sociedad limitada y cambiará su vinculación con Mercadona
Apoyo institucional y ciudadano
El alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, mostró públicamente su implicación y apoyo a todos los trabajadores. Pese a no tratarse de un asunto municipal, y dada la repercusión del asunto por el volumen de la empresa, mantuvo reuniones con instituciones públicas y privadas para buscar una solución ventajosa para todas las partes. Pidió sensibilidad a los responsables y puso el caso en conocimiento del presidente de la Generalitat Valenciana como ejemplo de defensa de todo el sector agrícola de la ciudad.
Los medios de comunicación locales se volcaron con un caso que sobrepasó las fronteras de nuestra comarca y con su difusión hicieron a toda la ciudad partícipe. Incluso algún ciudadano, no implicado directamente en el ERTE, escribió una carta abierta a Juan Roig, presidente del Grupo Mercadona, cliente casi exclusivo de Agrícola Villena.
La viabilidad a futuro pasa por diversificar los socios comerciales y apostar por productos de cuarta gama
Anuncio público del acuerdo
El pasado trece de diciembre, y tras el anuncio de manifestaciones y concentraciones sindicales, Agrícola Villena emitía un comunicado conjunto con Anecoop. La cooperativa de cooperativas a través de la cual se abastece Mercadona y la empresa local anunciaban la reanudación de su actividad laboral, la cual tuvo lugar el día diecisiete de enero.
La comunicación emitida destacaba el interés en todo momento de ambas partes por encontrar soluciones que permitiesen la viabilidad de la empresa. Destacando que queda mucho trabajo por hacer, informaban de un futuro en común juntos que deberá incluir cambios que impidan volver a llegar al punto de ruptura que a punto ha estado de acabar con una gran entidad centenaria de la ciudad.
La agricultura villenense siempre ha sido una de las señas de identidad de Villena gracias a sus particulares características geográficas. Se trata del segundo término municipal con mayor extensión de la provincia, lo que supone disponer de una gran extensión de suelo agrícola, en torno al casco urbano. A este hecho hay que añadir que nuestra ciudad goza de importantes acuíferos subterráneos desde la prehistoria.
Esfuerzo destacable
Por ello es destacable el esfuerzo que todas las partes han realizado para que la situación llegue a buen puerto. Agrícola Villena ha acelerado el proceso para dejar de ser cooperativa y convertirse en sociedad limitada. Por su parte, Anecoop ha reconducido sus expectativas de negocio para retomar un camino que ha dado, y seguro seguirá dando, resultados de calidad que satisfagan al consumidor y sean justos con todos los elementos de valor que llevan el producto desde el campo hasta nuestra mesa.