El mundo conmemora los 100 años de la novela de James Joyce que revolucionó la narrativa occidental. Una novela publicada por la librera estadounidense instalada en la capital francesa Sylvia Beach el 2 de febrero de 1922, cuando Joyce cumplía 40 años. Tras ser rechazada por otras editoriales.
El poeta Ezra Pound llegó a decir que la era cristiana había terminado el 31 de octubre de 1921, cuando James Joyce escribió las últimas palabras de su novela Ulises.
Joyce escribió la novela entre 1914 y 1921 entre Triestre, Zurich y París. Nunca regresó a su Irlanda natal, entonces colonia inglesa. Dublín fue la obsesión y tema único de toda su vida y de hecho, la novela le ha convertido en el icono literario de su país.
La monumental novela retrata las tribulaciones de Leopold Bloom, su esposa Molly y el joven aspirante a escritor Stephen Dedalus a lo largo de un solo día por las calles de Dublín.
Empieza como una novela casi clásica, unos amigos que están en la torre Martello y parece que se disponen a vivir un día, lo que les depare el azar y el destino, pero de repente eso queda abortado y empieza un estudio de los personajes.
Los personajes no tienen evolución, no hay propiamente historia, no ocurre nada, se dedica a estudiar los personajes con el lenguaje, hay una historia subterránea muy potente pero no se cuenta exactamente, el encuentro entre Stephen Dedalus y Leopold Bloom y la historia del matrimonio Bloom, que está acabado, muerto, pero al mismo tiempo sigue unido por un misterioso y profundísimo amor”.
Es una novela muy divertida, llena de desacatos y herejías. Una novela que, tuvo influencia decisiva para escritores como Luis Martín Santos, Rosa Chacel, y otros creadores huyeron de su influencia más evidente.
En referencia a los estilos que parodia Joyce están la épica griega, el drama shakesperiano y la prosa medieval. Nuevas formas de narrar aparecen en los 18 capítulos de esta novela, cuyo ejemplo más memorable es el flujo de conciencia o monólogo interior que la esposa de Bloom ensaya en el último episodio.
El Ulises no tiene nada de simple. Al profundizar en la novela se descubre que Mister Bloom es algo más que un hombrecillo anónimo. Toda su historia es un catálogo de sensaciones y un repaso al itinerario que es la vida humana en general.
Los estudiosos de Joyce, que son muchos, coinciden en dividir el libro en tres partes que se corresponden con los tres mundos de La Odisea, de Homero. La “Telemaquia”, en la que se narran las aventuras de Stephen Dédalus, alías Telémaco. La segunda es la Odisea en la que Míster Bloom hace el papel de Ulises y recrea el viaje del dios y la tercera y última parte, el “Nostos” que no es más que el regreso a casa del protagonista, en este caso mostrado como un antihéroe.
Ulises fue un escándalo editorial, sus copias circulaban a escondidas y huyendo de la aduana de varios países. Se cuestionó su moral, su crítica social y política, su escepticismo hacia la religión y las tradiciones.