Entrevista > Victoria Miralles Almagro / Árbitra (Elche, 12-julio-1990)
Hace dos años que Victoria Miralles cambió su domicilio y empezó a formar parte de la Delegación de Orihuela del Colegio Oficial Valenciano de Árbitros de Fútbol. Desde entonces, su progresión ha sido ascendente. El pasado verano logró entrar en la élite del arbitraje tras conseguir ascender como árbitra asistente a la máxima categoría del fútbol nacional, la Liga Iberdrola. Además del arbitraje, estudia una oposición.
¿De dónde viene tu interés por el fútbol?
Mi padre era futbolista y desde que tengo uso de razón me ha llevado a verlo jugar. Cuando tenía unos siete años estaba con él en la Ciudad Deportiva de Elche jugando con el balón en la puerta de la cantina. Mientras mi padre compraba los bocadillos, un entrenador se acercó a mí y me preguntó que si quería apuntarme a jugar al fútbol en su equipo.
Empezó a pitar sus primeros partidos a los quince años
¿Qué le respondiste?
Lo primero que me vino a la mente fue decirle que mi padre no me dejaba, cosa que no era para nada cierta, pero no sabía cómo salir de esa situación. Cuando se lo conté a mi padre fuimos a buscarlo de nuevo, pero no lo encontramos. Ya unos años después, una compañera del colegio jugaba al fútbol sala. Cuando se lo conté a mis padres, al día siguiente allí estaba yo toda equipada para empezar mi etapa de futbolista.
¿Cómo empezaste a arbitrar?
Cuando tenía quince años, en el equipo de fútbol sala donde había empezado a jugar, que se llamaba Femesala, la hermana de una compañera se había hecho árbitra y ganaba dinero. Para nosotras, a esa edad, poder ganar algo de dinero nos puso los dientes largos, así que decidimos meternos cuatro compañeras y yo a ver qué tal era aquello.
Y acabaste decantándote por el arbitraje.
Al empezar a pitar podía compatibilizar el ser jugadora con ser árbitra, pero en 2011 eso cambió, no podías tener dos fichas federativas en la misma federación. Ese año me fui a estudiar fuera y cuando volví, un año después, elegí ser árbitra y dejar lo de futbolista a un lado.
«Espero que haya mucho futuro para mí en el arbitraje»
¿Echas de menos tu faceta como futbolista?
Sí, especialmente momentos como el de competir con mis compañeras o jugar en un equipo. Jugar al fútbol me ha dado los mejores años de mi vida en cuanto a vivencias colectivas.
Hace dos años, tras cambiar tu residencia habitual, empezaste a trabajar en la Delegación de Orihuela del Colegio Oficial de Árbitros.
Es uno de los cambios más importantes de mi carrera profesional. Cuando llegué a Orihuela, mí delegada, María, me abrió los brazos y me ayudó desde el primer día a poder conseguir mi objetivo, que era ascender.
El profesor de reglas de la Delegación, Pablo Alcocer, siempre me ha ayudado a repasar. Nuestro entrenador, Javier Fabregat, ha adaptado los entrenamientos siempre a mis circunstancias… Todos me han ayudado a sentirme cómoda, no sabría cómo agradecerles todo lo que han hecho por mí.
El verano pasado ascendiste de categoría, formando parte de la Liga Iberdrola y la Tercera RFEF como árbitra asistente, ¿cómo afrontas esta nueva etapa?
Con muchísima ilusión y ganas, para mí cada partido es una final donde demostrar lo mejor de mí misma.
¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora?
No creo que difícil sea quizá la palabra, pero sí que el cambio más grande que he notado es que ahora, en la Liga Iberdrola, viajo mucho y antes solo pitaba en la Comunidad Valenciana. Es algo a lo que adaptarse, pero ¿quién no se adapta con gusto a viajar?
«No nacimos enseñados a aceptar las críticas»
Por lo tanto, ¿es el arbitraje una profesión de futuro?
Espero que sí haya mucho futuro para mí en el arbitraje porque aún me gustaría seguir disfrutando muchos años de esta profesión, pero a fecha de hoy solo pienso en metas a corto plazo y aprender en cada partido.
En ocasiones sois el centro fácil de las críticas por parte de ambos equipos, ¿cómo se gestiona esa presión?
Como todo en esta vida, es trabajo. No nacimos enseñados a aceptar las críticas, cada uno tendrá más o menos paciencia, pero enseñados no nacemos. Con los años aprendes a gestionar ciertas circunstancias o ciertos momentos, aprendes que no todo es a gusto de todos y que hagas una cosa u otra puede que alguien no esté de acuerdo con tu decisión.
Exigentes pruebas físicas
Para Miralles, detrás del arbitraje hay mucho trabajo, constancia y disciplina. Los árbitros son deportistas que se entrenan constantemente para mantenerse en forma todo el año, teniendo que llegar a superar varias pruebas de carácter teórico y práctico, especialmente relacionadas con la resistencia y velocidad y que son más severas a medida que ascienden de categoría.