La realización de unas obras en una vivienda privada ha posibilitado el hallazgo los restos arquitectónicos de un tramo de cimentación de la muralla medieval de Villena a finales del verano pasado, gracias a los trabajos de intervención arqueológica realizados con motivo de un proyecto de rehabilitación de la edificación situada en la calle Verónica, en el Casco Histórico.
Según informa Luz Pérez Amorós, técnico del Servicio Municipal de Patrimonio y Arqueología (SEMAP), en coordinación con el departamento de obras del ayuntamiento, en su día se informó al promotor de la obra de la necesidad de efectuar un estudio arqueológico previo a la ejecución de las obras, conforme a la normativa del Patrimonio Cultural Valenciano y la del Plan Especial de Protección y Conservación del Casco Histórico de Villena.
La empresa encargada del estudio, Abydos, bajo la dirección del arqueólogo José David Busquier Corbí, practicó varios sondeos, tanto en el subsuelo como en las paredes de la vivienda, autorizados por la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura. En uno de ellos, ubicado en el patio, en un estrecho pasillo que conduce a la fachada de la calle José Zapater, a la altura del n.º 7, apareció un tramo de la cimentación de la muralla medieval de Villena, datada en el siglo XIV. Tras el análisis de esta construcción defensiva los arqueólogos concluyeron en su informe que se trata de una obra de tapial, a base de cal, gravas y tierra, enlucida con una gruesa capa de cal.
Según la responsable del SEMAP, una vez documentados los hallazgos, se ha procedido a la colocación de fibra geotextil sobre la muralla, para posteriormente rellenar la cata con la tierra extraída durante el proceso de excavación. Actualmente, la ejecución de las obras previstas no le afectan porque este espacio se segrega de la propiedad.
No obstante, Luz Pérez apuntó que en el futuro “habrá que evitar que nuevos proyectos de obras puedan dañar estos restos. No en vano, la muralla medieval de Villena está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y constituye uno de los legados más valiosos de la historia de Villena”.
La edil de Cultura, Elena Benítez, acompañada del propietario del inmueble, Francisco Gómez, y la directora del Museo de Villena, Laura Hernández, visitó el lugar del hallazgo para comprobar las medidas de protección y preventivas para evitar daños posibles.
Asimismo, el inspector territorial provincial de patrimonio inmueble, José Luis Simón García, acompañado por el director de la excavación, inspeccionó la estructura defensiva por tratarse de un hallazgo relevante, al que se le deben aplicar unas medidas especiales de protección acordes con su catalogación patrimonial.
Casco Histórico de gran valor
Este excepcional descubrimiento se une a otros tramos conocidos, algunos de ellos visibles, y otros camuflados en el interior de las viviendas que circundan el Casco Histórico, como ocurre en este caso y en otros que en su día mencionó José María Soler: los de la calle José Zapater, Juan Chaumel, Puerta de Almansa, Plaza Mayor y viviendas de la Plaza de Santa María.
En cuanto a los tramos visibles, se conservan varios vestigios, uno junto al torreón suroeste del castillo de la Atalaya, y otro en la denominada Subida de Santa Bárbara. Ambos lienzos fueron restaurados e incluso excavados por los arqueólogos de la empresa Alebus. A estas excavaciones hay que añadir en el entorno próximo las efectuadas en 2010 por el Museo de Villena en la Puerta de Almansa.