Entrevista > Jesús Herrera Martínez / Artista (Petrer, 2-agosto-1976)
Nacido en Petrer, emigró a Copenhague en 2016, lugar donde reside y desarrolla en la actualidad su carrera artística. Anteriormente había desarrollado gran parte de sus obras en ciudades como Roma, Sao Paulo, Río de Janeiro, La Paz o Valencia.
Su obra propone una reflexión en los puntos de fricción de la construcción de una imagen y su posterior representación, resaltando las estrategias narrativas dentro de los parámetros de la pintura. Estos factores, entre otros, han hecho que la realeza danesa haya puesto el foco en su persona.
¿Cómo surgió el encargo de realizar el retrato de la Princesa Mary de Dinamarca?
En 2017 gané el premio Portrait Now! The Carlsberg Foundation’s Portrait Award para artistas residentes en los países nórdicos, organizado por The Museum of National History, que es también La Galería Nacional de Retrato Danés.
El año pasado pensaron que mi perfil se adaptaba perfectamente a esta comisión para el retrato, que entrará a formar parte de la colección del museo, donde se puede ver actualmente en la exposición H.R.H. Crown Princess Mary 1972 – 2022, hasta el 31 agosto.
«He contado con total libertad a la hora de realizar el retrato de la princesa»
Se trata de una obra en la que has trabajado durante todo el año pasado. ¿Cómo ha sido el proceso y qué has tratado de transmitir en esta pintura?
Hay una parte del trabajo, la más importante, que es construir el cuadro. Hay infinidad de elementos que como pintor debes decidir y controlar hasta el último detalle. La Princesa Heredera Mary me enseñó su residencia en palacio para que buscásemos un ambiente para el retrato.
Según mi idea sobre el retrato avanzaba, contactaba con palacio y resolvíamos detalles sobre los elementos que quería que apareciesen, que conforman la pintura. Desde el vestido, el tejido, la silla, el tipo de planta que proyecta la sombra sobre la pared, etc.
Una vez llegué al boceto definitivo, a finales de verano, empecé a pintar el cuadro final que me tomó varios meses del final del año pasado. Ha sido un proceso lento, pero ha valido la pena.
¿Has recibido indicaciones acerca de algunos aspectos a incluir? ¿Cuál ha sido tu relación con la realeza?
Ha sido una comisión maravillosa, por supuesto que he contado con total libertad, y tanto el museo, el staff del museo y la Casa Real se han portado genial conmigo. Me han facilitado el trabajo y siempre han estado abiertos a solucionarme mis dudas y todo lo que necesitase para poder construir la idea del cuadro que tenía en mente.
Tu obra se inicia en un proceso previo de investigación que va adentrándose en una reflexión acerca de la realidad y su representación. ¿Cómo es ese proceso?
Mi obra se desarrolla en forma de proyectos. El detonante puede ser algo muy genérico como pintar paisaje en México o en Brasil, o algo muy puntual como analizar un humo por medio del dibujo.
El proceso de análisis y posterior construcción por medio de la pintura es en el que me quedo atrapado. A veces el proceso es muy analítico y la parte de documentación te hace sentirte casi una rata de biblioteca.
«La gente ha conectado con las premisas que quería transmitir en el cuadro»
¿En qué consideras que está influenciando a tu estilo pictórico el residir en Dinamarca?
Es pronto para que pueda verbalizarlo. Lo que sí detecto son los puntos que me fascinan. La luz es muy distinta a nuestra luz mediterránea. Es muy interesante la luz en Copenhague, por los reflejos de las ventanas de los edificios.
El sol tiene una altura más baja, lo que hace que rebote y que siempre haya reflejos en las sombras. O las estaciones del año, la primavera y la exuberancia, la naturaleza. Todo se llena con el colorido de las flores y los árboles. Puedes sentir como cambian los ciclos de forma abrupta. Es maravilloso.
Recibiste en 2017 el premio bianual Portrait Nu para artistas residentes en los países nórdicos. ¿Qué supuso para ti este reconocimiento a tus méritos artísticos?
Fue increíble. Prácticamente estaba recién llegado y ganar el primer premio de retrato de un certamen, donde se presentaban más de doce mil obras no solo de Dinamarca, de todos los países nórdicos, fue algo maravilloso y sentí que es un país en el que se valora el talento.
El retrato de la Princesa Mary a nivel personal ha sido una manera de devolver a Dinamarca lo bien que me ha acogido.
«Cuando piensas que estás a solo tres horas y pico de distancia de Petrer, no se te hace tan lejano»
¿En qué proyectos estás inmerso en la actualidad?
Siempre tengo varias cosas entre manos a la vez. Estoy trabajando a distancia con Miguel Mesa, un colega mexicano que tiene una obra más enfocada al sonido, net art e imagen.
Es un proyecto muy interesante sobre paisajes por medio de datos. No sabemos aún qué saldrá como resultado pero el proceso de trabajo es muy enriquecedor. Y sobre todo estoy enfocado preparando una exposición individual de pintura que se exhibirá en el MUVIM de Valencia este verano.
¿Qué es lo que más echas de menos de Petrer y qué es lo que más recuerdas de tu tierra natal?
La familia y los amigos, claro. Las raíces son las que son. Ahora estamos en una época de break por la situación especial y en los dos últimos años no he viajado apenas, pero hay vuelos directos Copenhague-Alicante y no me siento lejos.
Cuando piensas que estás a solo tres horas y pico de distancia, no se te hace tan lejano. Ahora que es invierno aquí lo que más echo en falta es el sol, un mediodía tomándote algo al sol.