Entrevista > Rubén Martínez Pérez / Árbitro (Elda, 22-enero-1998)
Comenzó practicando tenis en la escuela del Club de Campo de Elda y multideporte en el Colegio Pintor Sorolla. Tras haber jugado al balonmano en equipos como la base del Centro Excursionista Eldense o el Elda Prestigio, con diecisiete años Rubén Martínez acudió a unas jornadas de arbitraje que le cambiaron la vida.
¿Por qué el balonmano?
El balonmano es un deporte muy bonito para el espectador, para los jugadores y para los árbitros. Es dinámico, divertido y rápido, ya que todo pasa en un corto lapso de tiempo y si parpadeas te puedes perder algunas jugadas. Es un deporte que engancha y que a los que nos gusta nos va a gustar toda la vida.
Antes de iniciarse en el arbitraje jugó al tenis y balonmano
Antes de arbitrar llegaste a competir como jugador durante varias temporadas, ¿en qué equipo empezaste?
Comencé en el equipo del colegio. Después pasé a jugar, durante un año aproximadamente, en la base del Centro Excursionista Eldense, en el que había grandes entrenadores de balonmano como Mateo, Loren, Jota, el Pela…. Tras haberlo dejado un breve periodo de tiempo, entré al Elda Prestigio en 2015 por un amigo y me volvió a picar el gusanillo.
¿Cómo acabas en el arbitraje?
En mayo de ese mismo año vino a Elda el Comité Técnico de Árbitros de la Federación Valenciana a impartir un curso para personas relacionadas con el balonmano que quisieran iniciarse en el arbitraje.
Me despertó la curiosidad y tan solo un mes después ya estaba pitando algunos partidos. Me inicié en las categorías de base y poco a poco fui pitando partidos de mayor categoría.
Desde el año pasado arbitras en la Primera División Nacional de Balonmano, tercera categoría del deporte, ¿qué diferencias has encontrado entre arbitrar a nivel nacional y a nivel autonómico?
Principalmente que ahora voy a partidos en los que ciertos jugadores y jugadoras se empiezan a ganar la vida en esto y salen con el cuchillo entre los dientes desde el minuto uno. En las categorías autonómicas también compiten, pero a un nivel inferior, y los partidos no son de tanta intensidad como los de categoría nacional.
Rubén Martínez arbitra desde hace siete años
¿Qué ha sido lo más difícil hasta el momento?
He de decir que hasta ahora no he tenido problemas reseñables ni errores graves, cierto es que no es lo mismo ir a pitar a Torrellano, Almoradí o Petrer que tener que irte a pitar un sábado a las ocho de la tarde a Granada o Almería, por ejemplo.
Por lo tanto, diría que el cambio más sustancial ha sido la lejanía de los partidos, pero aun así es un lujo poder pitar por todos los rincones de España.
¿Ves posible ascender como árbitro a la División de Honor Plata?
De momento acabo de aterrizar en la categoría, pero pretendo seguir lo más adelante posible y esto pasa por ascender a la categoría deportiva que mencionas.
Detrás de la labor del árbitro hay un gran trabajo…
Así es. Un árbitro no solo va al partido, lo pita y se va, sino que trabaja sus partidos con anterioridad, viendo los partidos de los equipos que va a pitar y comentando jugadas polémicas con el tutor, ya que cada pareja nacional de árbitros tiene un tutor asignado con el que trabajar sus partidos y comentar las acciones polémicas para poder unificar criterios.
«Hay un gran trabajo detrás de la labor del árbitro»
Unas jugadas polémicas que en ocasiones hacen que seáis el centro fácil de las críticas por parte de ambos equipos, ¿cómo se gestiona esa presión?
Va dentro del pack el saber que si hay algo dudoso te lo van a echar en cara a ti como árbitro. Los equipos, entrenadores y aficionados no ven que un jugador suyo ha fallado diez lanzamientos o que un portero no ha parado ni un balón en todo el partido, pero sí ven que el árbitro no ha pitado unos pasos. Es algo que no nos afecta y con lo que sabemos lidiar.
¿Crees que el arbitraje es una profesión de futuro?
El arbitraje es una labor que quiero desarrollar durante muchos años de mi vida. Es un complemento económico, pero no lo veo como un trabajo del cual vivir, ya que yo puedo un día tener una lesión y estar dos meses sin pitar y no se come del aire.
Corredor de trail
Más allá del balonmano, el joven eldense corre desde hace un tiempo por asfalto y montaña con el Club Raramuris Trail, un grupo de amigos de Elda que viaja por todo el país realizando las carreras más emblemáticas. Entre sus éxitos más recientes se encuentran un primer puesto en los 10k de San Vicente en 2020 y un tercer puesto en el Trail Les Xosses de Crevillent en 2021.