Tal y como marca la ley de Régimen Local de la Generalitat Valenciana aprobada en 2010, todos los municipios con más de veinte mil habitantes están obligados a disponer de un Reglamento Orgánico Municipal (ROM), el documento donde se regulan las normas de funcionamiento y organización internas de cada Consistorio.
Habiendo transcurrido doce años desde que entrara en vigor la ley, Alcoy sigue sin disponer de ese necesario reglamento, a pesar de que su volumen poblacional le obliga a acatar la norma.
Exposición pública
Aunque el documento ha ido trabajándose a lo largo de las últimas dos legislaturas, la disparidad de criterios entre el equipo de gobierno y la oposición está demorando su aprobación. Entre las peticiones de los grupos de la oposición se encuentra el cambio en los criterios de asignación de las dedicaciones exclusivas, o la reducción de las atribuciones del alcalde en el pleno.
El gobierno local ya cuenta, de un tiempo a esta parte, con un borrador del ROM, que a través de 114 artículos está llamado a regular el funcionamiento de la casa consistorial. El documento pasó el año pasado por los treinta días de exposición pública que exige la ley, y ha sido trabajado junto con los grupos de la oposición. Partidos como Guanyar Alcoy piden que se retomen las reuniones de trabajo.
La Ley de Régimen Local exige que todas las ciudades con más de 20.000 habitantes dispongan de un ROM
Quieren evitar el uso partidista
A pesar de estas demandas, el gobierno local quiere asegurarse una amplia mayoría a favor antes de someter el documento a su aprobación. La concejala de Democracia Participativa y Transparencia, Teresa Sanjuán, quiere evitar el menor “uso político y partidista” que puedan hacer los grupos de la oposición. “Hemos planteado un documento muy general, cuyo principal objetivo es facilitar el trabajo a los técnicos. No entiendo que algún partido pudiera votar en contra, puesto que el contenido del borrador se adapta a la ley”, afirma la edil.
Una de las principales barreras a la hora de definir la versión definitiva del documento reside en el apartado referente a la asignación del personal eventual y de las dedicaciones exclusivas para cada grupo municipal. Aquí entran en juego tanto el número de concejales a los que se permite ser retribuidos por su dedicación exclusiva a la labor en el Ayuntamiento, como los cargos que escoge el equipo de gobierno discrecionalmente para que actúen como secretarios o asesores.
Son un total de quince las dedicaciones exclusivas que se reparten entre los representantes políticos alcoyanos, para las cuales se prioriza por orden: al primer edil, los tenientes de alcalde y los concejales con delegación, y luego al resto de la corporación de manera proporcional a su representatividad. Otro tanto ocurre con el personal eventual, que se divide de manera proporcional.
El gobierno local quiere asegurarse una amplia mayoría a favor antes de someter el ROM a su aprobación
La figura del no adscrito
Partidos como Guanyar Alcoi y Compromís han mostrado su objeción a algunos puntos de este apartado, para el que quieren “pactar una regulación objetiva” en la asignación. Según Pablo González, concejal de Guanyar Alcoi, el actual sistema puede redundar en “situaciones de abuso, ya que una mayoría simple puede decidir que haya grupos sin dedicaciones o personal eventual”.
Otro punto sometido a debate es el que regula la figura de los regidores no adscritos, a saber, aquellos que en plena legislatura abandonan su grupo pero mantienen el acta de concejal. El edil Marcos Martínez se encuentra en esta situación después de abandonar la disciplina de Ciudadanos en 2021.
Martínez no goza de representación en algunos consejos locales (como el de Cultura o Deportes), ya que esos órganos solo admiten en sus integrantes a representantes de grupos políticos. “Se deberían cambiar los estatutos para que se tenga en cuenta la figura del no adscrito”, reconoce el ex de Ciudadanos.
Este documento regula las normas de funcionamiento y organización internas de cada Consistorio
Participación popular en los plenos
La intervención de los ciudadanos en las sesiones plenarias es otro punto para el que la oposición ha presentado sus enmiendas. Según el borrador del ROM, la ciudadanía solo puede participar en los plenos al finalizar la sesión, durante el turno de ruegos y preguntas.
Para Guanyar, “se tiene que buscar la fórmula para que un colectivo o un ciudadano pueda intervenir en las mociones”, ya fuera solicitándolo por avanzado, o con un turno propio de intervención si la moción se plantea a través de un partido.
Solicitan a su vez que se elimine el requisito de presentar diez firmas ante notario para que una iniciativa popular llegue al pleno, y que se facilite la asistencia a los plenos “con campañas de sensibilización y promoción de la importancia de la participación ciudadana”.