Entrevista > José Ramón Aracil / Presidente de la Junta Mayor de Cofradías de Mutxamel (Mutxamel, 4-julio-1965)
Las procesiones al fin regresan a las calles de Mutxamel después de dos años en blanco. Este abril se retoman todos los actos habituales con la celebración oficial de la Semana Santa por primera vez desde 2019.
En los días previos a estas fiestas tan esperadas por todos los devotos mutxamelers, hemos querido conversar con uno de los mayores. José Ramón Aracil Gadea pertenece a la Cofradía de La Dolorosa desde niño y ya ejerció de presidente de la Junta Mayor en los años 80. Cuatro décadas más tarde y en plena pandemia, cuando más incertidumbre había, decidió dar un paso al frente para asumir la presidencia en una segunda etapa.
¿Qué tal se presenta esta Semana Santa 2022, tan esperada aunque todavía en pandemia?
La gente tiene muchas ganas. Aunque es cierto que todavía tendremos algunos inconvenientes, cosas que hemos tenido que cambiar por motivos sanitarios.
Por ejemplo, la bendición del Domingo de Ramos no será en el Convento sino en la confluencia del Paseo de la Constitución con la avenida de España. Lo hemos trasladado a un espacio más amplio para cumplir mejor la distancia de seguridad entre las personas. En realidad es un cambio que hacemos más por sentido común que porque nos lo exija la normativa.
«El momento más emotivo siempre es el encuentro entre la Patrona y el Santísimo del Domingo de Resurrección»
¿Habrá novedades en esta edición?
Alguna habrá. La Cofradía del Cristo del Perdón y la Piedad tiene aún pendiente celebrar su 25 aniversario desde 2020. Así que han presentado su propio libro para esta edición y el 18 de abril harán un viacrucis especial que tendrá lugar por la zona norte. Procesionarán con el alumbrado público apagado, solo iluminados por las velas, y se rezará especialmente por la paz en Ucrania.
Además desde la Junta Mayor hemos colaborado con el Ayuntamiento y Cáritas en una recogida de ayuda humanitaria, y probablemente realicemos más si esta terrible guerra continúa.
¿Quizás el momento más emotivo de la Semana Santa en Mutxamel sea el Domingo de Resurrección, con el encuentro entre la Virgen y el Santísimo?
Sí, para mí también lo es. Quizás sea por la hora tan temprana, el sitio o porque desfila la patrona. Es una procesión muy típica pues la Virgen de Loreto sale de la iglesia solo con mujeres y el Santísimo solo con hombres. Y después del encuentro regresan igual. Es una costumbre que todavía se mantiene.
También es cierto que el Domingo de Ramos en los últimos años aglutina todavía más gente, sobre todo a familias. Está claro que las seis de la mañana del Domingo de Resurección no es una hora muy apropiada para los niños.
¿Ha cambiado mucho la Semana Santa desde tu anterior etapa como presidente en los 80?
La verdad es que sí. Ahora hay una cofradía más y muchos más actos. Algunas cosas que antes pasaban desapercibidas en la actualidad se potencian más. Por ejemplo la procesión del Miércoles Santo, donde las dos cofradías realizan un encuentro en la puerta del Ayuntamiento.
Lo que no ha cambiado tanto es que sigue siendo un tema que no atrae demasiado y debemos luchar mucho para que funcione.
«El 18 de abril se realizará un viacrucis para rezar por la paz en Ucrania»
¿A qué te refieres con que la Semana Santa no atrae demasiado?
Me refiero a que la gente joven suele tener la costumbre de irse fuera para salir de fiesta. Además ahora la pandemia nos ha mermado bastante. Es cierto que el número de personas que colaboran económicamente se ha mantenido, pero sí han descendido los que colaboran en las procesiones. El problema está más en lo religioso que en lo monetario.
Eso sí, tengo que decir que los actos que hemos celebrado dentro de la parroquia están funcionando bien. Por ejemplo el viacrucis del Viernes Santo por la mañana en el Calvario cada vez congrega más gente. El año pasado se realizó sin público por las restricciones, pero en esta ocasión sí podrá asistir la gente.
¿Hay menos costaleros que en los años anteriores a la pandemia?
Yo creo que sí. Algunas cofradías han sufrido bajas tras dos años sin procesionar, y además el hecho de tener que cargar tanto peso con la mascarilla puesta tampoco motiva mucho. Algunos pasos saldrán a varal, como el Cristo del Perdón, y otros irán en ruedas.
De todas formas siempre hay que ser positivo. Yo estoy convencido de que será una gran Semana Santa porque todos estamos muy ilusionados con retornar a las calles.
«Hemos bajado el número de costaleros por la pandemia»
¿Os planteáis cambios para los próximos años?
Ahora se está gestando una nueva cofradía para el Lunes Santo. Si se consolida habrá algún movimiento de programa. Por lo demás creo que ya tenemos muchos actos, así que estamos contentos con el nivel de programación actual.
¿Por qué habéis escogido a Rafael García como pregonero?
Pues no solo por ser el concejal de Cultura, sino porque es una persona muy vinculada a la Semana Santa. Él sale en el viacrucis de la Cofradía del Cristo de la Salud el Jueves Santo y está muy vinculado a la parroquia. Ya tenía que haber sido pregonero en 2020 y se lo debíamos.
También nos quedó pendiente que la función de portaestandarte fuera para la Asociación de Comerciantes, así que este año serán ellos quienes lo portarán. Supongo que se irán turnando entre ellos en las diferentes procesiones. Por cierto, aprovecho para agradecer también a Nerea Abellán quien será la Niña Cofrade.