Que el Holocausto es uno de los episodios más oscuros y documentados de la historia reciente de la humanidad es algo evidente. Sin embargo, y pese a lo mucho que se ha publicado sobre aquel genocidio y del que la mayoría de las personas conocen su imagen más amplia, existen un sinfín de pequeñas historias de drama y supervivencia que corren grave riesgo de acabar condenadas al olvido.
Unos relatos y unas vivencias que han llegado, como se ha ido conociendo con el paso de los años y las décadas, a casi cada rincón del Viejo Continente, en el que no hubo prácticamente ningún lugar que no acabara sufriendo la barbarie Nazi de forma directa o indirecta.
Y eso, poner rostro a las pequeñas historias sufridas por las víctimas alteanas de la atrocidad, es lo que se ha propuesto la Villa Blanca en una nueva edición del Mes de la Memoria Histórica que se celebra en mayo.
Rinde homenaje a tres alteanos cuya historia no se conocía: Jaime Lloret Perelló, Juan López Ripoll y Manuel Nadal Pascual
Víctimas alteanas
La cita de Altea con su historia es del 2 al 5 de mayo y, tal y como ha explicado la concejala de Participación Ciudadana, María. A. Laviós, el Ayuntamiento ha organizado en esta ocasión “diferentes actividades para rendir homenaje a los alteanos víctimas del holocausto nazi”.
Laviós afirma: “esta iniciativa surge como homenaje a aquellas personas que vivieron el holocausto”. Una propuesta que, además, sirve para destapar un episodio del que, hasta ahora, no se tenía constancia ya que este Mes de la Memoria Histórica “rinde homenaje en concreto a los tres alteanos que hasta ahora no se conocía que habían estado en campos de concentración: Jaime Lloret Perelló, Juan López Ripoll y Manuel Nadal Pascual”.
No olvidar para no repetir
El objetivo final de esta cita con el pasado va, en cualquier caso, más allá de conocer el drama vivido por estos tres alteanos; lo que se busca, sobre todo, es utilizar sus historias para que las nuevas generaciones no olviden lo que sucedió, en términos históricos, hace sólo un parpadeo y que, de esta manera, no se repitan situaciones a las que en realidad estamos ya asistiendo en la frontera oriental de Europa.
“Queremos contar la historia de estos tres alteanos y seguir concienciando a la ciudadanía”, explica Laviós, en una declaración que coincidía en el tiempo con los días en los que el Viejo Continente mantuvo la respiración ante la posibilidad de que la extrema derecha pudiera llegar al Palacio del Elíseo en Francia, con un discurso que recuerda, y mucho, al de aquellos alemanes seguidores de Hitler.
Recupera la memoria del matrimonio formado por Dolores Llopis y Miquel Giner, que salvó la vida de centenares de judíos en la frontera de Francia y España
Historias de humanidad
Un relato, el de las vivencias de Altea en relación a aquella etapa tan oscura, en el que, como siempre ocurre en todas las guerras que en el mundo han sido, también se cuelan historias positivas y que, dentro del horror y la barbarie, sirven para volver a creer en la condición humana y su capacidad de hacer el bien.
Así, tal y como explica la edil de Participación Ciudadana, el Mes de la Memoria Histórica de la Villa Blanca sirve también para “resaltar otras historias, humanas y heroicas, como las de Dolores Llopis y Miquel Giner, matrimonio original de Altea, que salvó la vida de centenares de judíos en la frontera de Francia y España. Personas que no pueden quedar en el olvido en nuestro pueblo”.
En primera persona
Estas actividades arrancaron el día 2 de mayo con una conferencia de la Fundación Violeta Friedman, en la Casa de Cultura, protagonizada por la hija de Friedman, que escribió sus vivencias en un campo de concentración.
En ese empeño por llegar a las generaciones más jóvenes, las más alejadas, por motivos obvios, de ese periodo, el martes los institutos recibieron una charla de esta fundación, en la que se explicaba al alumnado la historia de los alteanos que vivieron esta barbarie.
‘Una historia que contar’, una recopilación de la vida de los tres deportados alteanos y del matrimonio, podrá visitarse en la Casa de Cultura
Una historia que contar
Los responsables del Mes de la Memoria Histórica también se han apoyado en el cine, una forma de arte que cuenta con un largo catálogo de títulos que han tomado el Holocausto como tema central.
Es el caso de la proyección de ‘El fotógrafo de Mauthausen’, que fue el día 4 en el Centro Social, un largometraje introducido por el familiar de una de las personas que vivió en este campo de concentración.
Por último, el viernes día 6 se inaugurará la exposición ‘Una historia que contar’, una recopilación de la vida de los tres deportados alteanos y del matrimonio, y que podrá visitarse en la Casa de Cultura.