Lo de los santos patrones tiene a veces sus líos, para despiste de cronistas apresurados. Como ocurre con Petrer, cuyos Moros y Cristianos se dedican a San Bonifacio. ¿Pero cómo que 14 de mayo? ¿No era el 5 de diciembre? Pues bien, ahí tenemos el intríngulis: que este San Bonifacio no es el mismo que lo adjudican a los festejos en más de una guía de distraída elaboración.
No obstante, este enredo, que no es tal, viene muy bien para inferir por qué precisamente los festejos petrerins se convierten también en una sentida y muy participativa ofrenda… a nuestro San Bonifacio, que además fue el primero. Pero detengámonos en el que no es, el que nos adjudican desde varios escritos supuestamente orientativos, y que por cierto también tiene en el 14 de mayo fecha a conmemorar.
Cerveceros, petroleros y sastres
Para la Iglesia, en el santoral incluido en el Calendario Romano General (el litúrgico oficial) después de la considerada como última revisión fundamental, la de 1969, promovida por el papa Pablo VI (1897-1978, Sumo Pontífice desde 1963), San Bonifacio hay uno principal a celebrar, el anglosajón San Bonifacio Mártir (672-754). Aparece también citado como Wynfrid (Wynfrith, Winfrith, Windrid o Winifred, ‘el que hace el bien’, ‘bonus facere’, Bonifacio) de Dunquerque.
También lo conocemos como Bonifacius Moguntinos: de Maguncia o Mogontiacum (en la actualidad, Mainz, capital del Estado federado alemán de Renania-Palatinado), donde Johannes Gutenberg (1400-1468) inventó la imprenta de caracteres móviles, tan importante para la difusión de la Biblia y de las vidas de los santos. Es patrón, este Bonifacio, de cerveceros, petroleros y sastres, pero lo que aquí nos interesa es el asunto de las fechas asociadas a su vida y apostolado.
En tierras petrerines, se impuso pronto, frente al anterior patronazgo de San Bartolomé, la advocación a San Bonifacio de Tarso
Contra el árbol de Thor
¿Por qué el día oficial de celebración es el 5 de junio? Básicamente, se considera que esa es la fecha de su muerte, aunque aún existen dudas de si realmente fallecía en el 754, como oficialmente se anota, o al año siguiente, aunque sí se sabe que era asesinado un 5 de junio (ya puestos, aún no se conoce a ciencia cierta su año de nacimiento, aunque se anotan el 672 como más seguro y el 673 como opcional).
Eso sí, los historiadores no se ponen de acuerdo en el lugar del crimen contra el santo al que atribuyen desde el 723 el árbol de Navidad (‘del Niño Jesús’) para contrarrestar la creencia pagana en el árbol del Trueno, donde supuestamente se le ofrecían sacrificios humanos a un dios Thor menos amable que el de la Marvel. El 14 de octubre de 1550 el capitán español Andrés López de Galarza fundaba la hoy archidiócesis colombiana de la villa de San Bonifacio de Ibagué.
El 28 de junio de 1614 fue nombrado patrón del municipio
La ‘Leyenda áurea’
En la Comunitat Valenciana, en Carcaixent se ofrenda a su patrón, San Bonifacio, un 14 de octubre, y las guías hermanan sin más al municipio de la Ribera Alta valenciana con Petrer. Pero sigamos con las fechas: el anterior Bonifacio se llamó así en honor al mártir romano San Bonifacio de Tarso, festejado el 14 de mayo (cuando murió, el 305 o el 307; al Mártir lo nombraron obispo un 14 de mayo).
Curiosamente, en la época de Pablo VI poco más se sabía del de Tarso salvo lo contenido en la ‘Leyenda áurea’ (XIII), recopilación de 180 vidas de santos y mártires a cargo del beato y obispo italiano Santiago de la Vorágine (1230-1298), más didáctica que historicista. Se pondrá incluso en duda la existencia del santo. Hoy, cuando su festividad ha pasado a solo conmemoración, se apuntala, con pruebas, su entonces negada realidad.
El patrón debía proteger «de granizo, piedra y rayos y otras inclemencias del cielo»
Amante o esclavo
Ahora, ¿fue todo como lo cuentan? ¿Amante o esclavo liberto, o todo a la vez, de la dama Aglaida o Aglae, luego cristianizada? En todo caso, se le adjudicó la capacidad de exorcizar espíritus malignos, al incluirlo en el Calendario Romano General. En el campo, eso implica proteger de las inclemencias atmosféricas. No era uno de ‘Els Sants de la Pedra’, San Abdón y Senén, pero quedaba cerquita.
En tierras petrerines, se impuso pronto, frente al anterior patronazgo de San Bartolomé, la advocación a San Bonifacio de Tarso: según los papeles, desde el 28 de junio de 1614, como patrón para proteger “de granizo, piedra y rayos y otras inclemencias del cielo”. Y la festividad de los Moros y Cristianos no le fue mucho a la zaga, sorprendentemente antes de crearse.
Si esta celebración parte, en su modo clásico, de los alardes militares, no habrá que extrañarse que ya en el mismo XVII y luego en el XVIII se disparasen arcabuces para honrar al santo. Habrá que esperar, eso sí, al 17 de mayo de 1822 para que se constituya oficialmente la fiesta, gracias a un bando municipal que marcaba las normas a seguir por la soldadesca desfilante. Desde la ermita construida entre 1751 y 1752, aquí sí se sabe a que San Bonifacio hay que reverenciar.