Entrevista > Pedro José Gómez Cascales / Geógrafo y Meteorólogo (Orihuela, 16-octubre-1990)
Después de estos dos últimos meses vividos con una actividad atmosférica tan dinámica, desde AQUÍ en Orihuela hemos hablado con el meteorólogo Pedro José Gómez Cascales, autor del proyecto MeteOrihuela, para conocer su opinión.
¿Cómo describirías estos últimos meses que hemos pasado en la Vega Baja?
Han sido unos meses frenéticos. En un abrir y cerrar de ojos, hemos pasado de hablar de sequía en enero y febrero a hablar de eclosión hídrica en marzo y abril.
El cambio de tendencia ha sido muy significativo debido al movimiento y posición anómalo del anticiclón de las Azores. Esta circunstancia, junto a la meandrización y ondulación de la corriente en chorro (Jet-Stream), ha permitido que las bajas presiones (borrascas y embolsamientos de aire frío en capas altas de la atmósfera) tuvieran el camino libre hacia la Península Ibérica.
«En la ciudad de Orihuela jamás ha habido un mes con tantos días registrando precipitación»
A todos nos sorprendía el recuento que publicabas donde señalabas los días de lluvia del mes de marzo, un total de veintiuno sobre treinta y uno.
Ha sido algo sorprendente, ese recuento de días y cantidades de lluvia en el calendario es para enmarcar. Este mes de marzo ha sido histórico y excepcional en el cómputo general de la comarca de la Vega Baja del Segura.
En la ciudad de Orihuela, atendiendo a la serie histórica de datos oficiales que existe desde 1938, jamás ha habido un mes con tantos días registrando precipitación. Un total de veintiuna jornadas de lluvia apreciable, dando lugar a un acumulado mensual de 151,8 litros por metro cuadrado, cuando la media de dicho mes es de tan solo treinta y tres litros por metro cuadrado. Tremendo, se ha cuadruplicado con creces.
Abril comenzaba con lluvias, incluso nieve muy cerca de aquí. ¿Es habitual que nieve tan cerca en estas fechas?
No es lo más habitual pero tampoco es excepcional que se registren nevadas cerca a principios del mes de abril. Es más extraño en la segunda quincena de dicho mes.
Por la fecha en la que se producen, lo que suele ocurrir en estos episodios es que la nieve se derrite muy rápido, ya que las entradas de aire frío a estas alturas del año son fugaces.
Parece que la estabilidad va llegando y, afortunadamente, el tiempo nos dio una tregua durante la Semana Santa.
Sin duda la Semana Santa siempre es un periodo crucial para los meteorólogos, en el que somos examinados y vigilados con lupa. El teléfono y los perfiles de redes sociales de MeteOrihuela echaban humo. Martes Santo y Miércoles Santo fueron jornadas de inestabilidad atmosférica.
Afortunadamente las procesiones de Martes Santo pudieron salir a la calle, ya que solo llovió por la mañana. Pero el Miércoles Santo no había ninguna opción para ello, puesto que la probabilidad de lluvia fue muy alta durante toda la tarde-noche.
Sin embargo, en el resto de días festivos reinó la estabilidad atmosférica, incluso con un repunte térmico muy destacado durante Sábado Santo y Domingo de Resurrección, registrándose temperaturas máximas de hasta 29°C en puntos de interior de la comarca.
«Las bajas presiones campan a sus anchas por la Península Ibérica»
¿Existe una razón para tanta inestabilidad atmosférica sobre nosotros?
La razón de estos constantes interludios de inestabilidad atmosférica radica en ‘la puerta continúa abierta’ a que las bajas presiones campen a sus anchas por la Península Ibérica, dado el escaso protagonismo de las altas presiones.
¿En qué nos han beneficiado las últimas lluvias?
Gracias a ellas las reservas hídricas se han visto incrementadas. El Embalse de La Pedrera ha aumentado considerablemente. Además, la reserva de agua disponible de nuestros suelos se encuentra al 90%, prácticamente al borde de la saturación.
A la tierra ya le cuesta absorber el agua que cae, así pues, a los cultivos también les ha venido muy bien estas precipitaciones, salvo cuando ha tenido lugar la aparición puntual del granizo. Por último, mientras que continúe lloviendo, la calidad del aire seguirá siendo óptima para nuestra salud.
«No es lo más habitual pero tampoco es excepcional que se registren nevadas cerca a principios del mes de abril»
Hemos podido ver también estampas increíbles cuando pasaba por esta zona la nube de polvo sahariano. ¿Qué nos puedes decir de este fenómeno?
Con los datos de concentración de partículas en la mano, no se recuerda en la historia reciente una intrusión de polvo sahariano tan notable como la que se produjo a mediados del pasado mes de marzo, registrándose su pico máximo en horas nocturnas del día 15.
Estos episodios de calima van a ser más frecuentes en los próximos años debido a la marcada ondulación del chorro polar, que va a derivar en que sea más frecuente el desgaje y aislamiento de embolsamientos de aire frío en altura sobre el norte del continente africano, dando lugar así a levantamientos o tormentas de arena con dirección a la Península Ibérica y las Islas Baleares.
¿Crees que esta atmósfera tan dinámica va a continuar en tendencia en los próximos años?
Sin lugar a dudas. La atmósfera terrestre es un sistema caótico y esta característica conlleva a que sea muy dependiente de pequeños cambios.
Como consecuencia del calentamiento global, se prevé una mayor incidencia de los fenómenos meteorológicos extremos (sequías e inundaciones), alterando así los sistemas naturales y la reducción de la productividad agrícola y forestal en amplias zonas. Debemos estar preparados.