Entrevista > José Antonio Soriano / Fundador Calandraca Teatro (Elche, 1965)
Lo que empezó en los 90 como un grupo de amigos que preparaban sus primeros trabajos en la parroquia del barrio de Altabix, se ha consolidado con el paso del tiempo y son un referente del teatro local con identidad propia.
En el terreno que mejor se mueven es en la comedia porque les gusta hacer reír, e intentan con sus propuestas hacer que la gente se lo pase bien y se olviden de los problemas cotidianos, aunque en su última obra, ‘La llamada de Lauren’, han apostado por una tragicomedia que lleva al espectador de la risa al llanto en un golpe escénico.
Más de 60 premios
Con la obra ‘No es tan fácil’ alcanzan el éxito a nivel nacional, cosechando más de 60 premios en diversas categorías y en distintos puntos de nuestra geografía. Además, están inmersos en la preparación de una nueva edición del Festival Internacional de Teatro de Elche.
José Antonio Soriano es uno de los fundadores de la compañía, y su función principal es dirigir a los actores.
¿Cómo ha cambiado Calandraca desde vuestros comienzos hace 32 años?
Básicamente en el nivel de exigencia en la preparación de nuestras propuestas escénicas, en nuestra propia formación a todos los niveles. Nuestra línea habitual de trabajo es la comedia, es el ámbito en el que mejor nos desenvolvemos y en el que más cómodo nos sentimos.
Pero en general catalogaría nuestro teatro como fresco, directo, cercano y dinámico. Un teatro casi para todos los públicos y ante todo de calidad, somos exigentes en nuestra puesta a punto y perfilamos al máximo el más mínimo detalle para lograr un buen resultado.
«Somos exigentes en nuestra puesta a punto de cada trabajo»
¿Se tiene la suficiente consideración con el teatro ilicitano, concretamente el vuestro, por parte de los responsables municipales de cultura?
Siempre hemos estado muy bien respaldados por las instituciones públicas y por los medios de comunicación de nuestra ciudad. Quizá nuestro bagaje y trayectoria ha demostrado que lo que hacemos tiene un sello reconocible que es sinónimo de éxito, responsabilidad y trabajo, y cuando se hacen las cosas con seriedad y formalidad el resultado es la buena acogida por parte de la generalidad.
Habéis cosechado premios nacionales y obras que os han llevado por buena parte de España. ¿Cómo afrontáis ahora el presente y el futuro?
Pues después de este parón pandémico estamos deseosos de volver a los escenarios y recorrernos toda la geografía de nuestro país, como ya ocurrió con nuestros anteriores montajes.
Con nuestro espectáculo recién estrenado ‘La llamada de Lauren’, el objetivo es volcarnos en la difusión del proyecto y en ello estamos, presentando nuestra candidatura en los numerosos certámenes y festivales que se convocan en distintos lugares del territorio español.
¿Más de tres décadas dan para muchas anécdotas?
Pues anécdotas tenemos cientos, como puedes imaginar, sobre todo con nuestro espectáculo ‘No es tan fácil’, con el que recorrimos gran parte de la geografía española durante casi diez años. Como el día en que a mitad de función se fue la luz en el pueblo porque caía una tromba de agua impresionante, con lo que tuvimos que aguantar a oscuras unos largos minutos, con la incertidumbre que eso genera en escena.
Luego, en cuanto a equipación técnica en los teatros nos hemos encontrado de todo, desde iluminación con focos de discoteca, con lo que en cada cambio de escena o transición el foco daba un par de vueltas iluminando la sala, al público y a todo antes de volver al sitio, o encontrarnos varas de madera para colgar la iluminación atadas con precinto o cuerdas.
Camerinos sin luz que no ayudan nada al maquillaje del actor, y luego al salir a escena, con la potencia de la luz, ver a una actriz maquillada como un cuadro de Picasso y tener que aguantar la risa… en fin, hay mil.
«Cuando se hacen las cosas con seriedad y formalidad el resultado es una buena acogida»
¿Algún nuevo proyecto?
Este año vamos a volver a organizar en el mes de diciembre el Fitelx, Festival Internacional de Teatro de Elche, que ya en su primera edición fue organizado por el grupo y, tras varios años en pausa por la pandemia, se nos ha vuelto a presentar la posibilidad de dirigirlo desde Calandraca.
Contamos con el apoyo institucional de la Concejalía de Cultura, el Centro de Cultura El Escorxador, la Federación de Teatro Amateur de la Comunitat Valenciana e instituciones internacionales como la Asociación Internacional de Teatro Amateur (AITA) y la Confederación Internacional de Federaciones de Teatro Amateur (CIFTA).
¿Por qué os seguís denominando teatro amateur, después de tantos años de profesión y de trabajo?
Pues es simplemente una cuestión de falta de tiempo y dedicación plena a esta profesión. Todos los integrantes de Calandraca tenemos nuestros propios trabajos dispares y ajenos al mundo del teatro.
Es más fácil moverte por circuitos amateur, donde se programan las funciones habitualmente en fines de semana y son más accesibles y fáciles de alcanzar. No es una cuestión para nada de calidad en nuestras propuestas escénicas, sino de practicidad.
Al final somos un grupo de personas que amamos el teatro y es lo que queremos hacer, actuar y vivir de ello no es tan fácil. En realidad, quizá deberíamos empezar a dejar de usar ese término y hablar de teatro, música, pintura, escritura o cualquier otra modalidad artística sin más y que sean los críticos y el público quien decida su calidad.
«Componemos un grupo de personas que amamos el teatro y es lo que queremos hacer»
¿Qué te gustaría añadir?
Para terminar, me gustaría decir que hemos colaborado en funciones benéficas cada vez que se nos lo han solicitado, como para Hermógenes o la ELA, y que con nosotros estuvo Eli Lledó que hoy triunfa en series como La Alquería Blanca y otras a nivel nacional y teatros.