Ante las recientes publicaciones relacionadas con la próxima llegada de agua desde el Júcar a algunas zonas de la provincia de Alicante, atendiendo las condiciones impuestas, la Plataforma por el Futuro de la Agricultura del Alto Vinalopo, ha manifestado en varios foros su desacuerdo y decepción puesto que una vez más se evidencia que la solidaridad de la comarca del Alto Vinalopó con gran parte de la provincia de Alicante ha sido olvidada y desatendida, dejando a los regantes de dicha comarca abandonados a su suerte.
Buen ejemplo de ello es la noticia lanzada por quienes dicen actuar como portavoces de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L’Alcantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, siendo conscientes de que la agricultura del Alto Vinalopó no puede afrontar el precio fijado por la administración sin que los abastecimientos y resto de usuarios que no pueden recibir aguas del Júcar contribuyan a compensar dicho precio ya que, de no ser así, el futuro de la agricultura en la comarca del Alto Vinalopó, está destinada al abandono por no poder asumir los costes que se han planteado.
La llegada de caudales del Júcar, beneficia a algunos de los regantes de algunas comarcas pero perjudica enormemente a los regantes del Alto Vinalopó, por las condiciones impuestas. Por eso, desde la Plataforma se exige a la Junta Central respeto y defensa de los intereses de todos los regantes ya que se ha dado la espalda a una realidad que puede derivar en el abandono de cultivos y pérdidas socioeconómicas de imposible reparación para esta comarca.
Tanto los representantes públicos como la Junta Central deben trabajar arduamente y codo con codo para poder dar respuestas y soluciones a todos los usuarios, sin permitir que se produzcan situaciones que rompan el equilibrio social.
Desde la Plataforma queremos levantar la voz para que la sociedad compuesta por las poblaciones que han podido disfrutar de un desarrollo económico derivado, entre otros factores, de las aguas procedentes del Alto Vinalopó, tengan una mirada retrospectiva y realicen un pensamiento a futuro para que puedan darse cuenta de que, como representantes públicos, deben de hacer un pequeño esfuerzo para reconocer la solidaridad del Alto Vinalopó y contribuir entre todos a compensar el sobrecoste que se va a ocasionar y que trae su origen en la explotación de las masas de agua de manera continuada. Nadie duda de que debe existir una garantía para el suministro de agua para abastecimiento de la población, como tampoco nadie duda del hecho de que no se puede dejar caer una zona agrícola de gran valor para la provincia de Alicante y, en definitiva para la Comunidad Valenciana. La Plataforma ha querido trasladar este tema en persona al Sr. Alcalde de Alicante desde hace meses, para conocer su parecer, sin que hasta la fecha haya querido escuchar ni atender por lo que podemos entender que es un tema que no le ocupa ni le preocupa.
Resulta evidente que las administraciones que intervienen en materia de aguas se han desentendido de la esta realidad y muestra de ello es que los Programas de Actuación que se van a aprobar en breve no reconocen a los regantes de Alicante ningún derecho de las aguas del Júcar ni se recoge ninguna mención sobre los costes de compensación que los abastecimientos y resto de usuarios que no pueden recibir aguas del Júcar tienen que asumir para que de una manera efectiva se llegue a la solución de la sobreexplotación de las masas de agua sin producir unos daños de imposible reparación.
Lo mismo se observa en el Borrador de Plan Hidrológico de la demarcación del Júcar, cuyo texto definitivo es de inminente aprobación, puesto que no se da ninguna solución a las garantías de asignación de caudales del Júcar, sino que se establece la posibilidad de uso de las aguas por los regantes del Vinalopó, como aguas sobrantes y sin vinculación a los programas de actuación, cuestión que evidencia el ninguneo a esta comarca de la provincia de Alicante, máxime cuando es conocido que en la desembocadura del río Júcar, concretamente en el Azud de la Marquesa, una vez garantizados las necesidades de los usuarios y los caudales ecológicos del río, existen volúmenes cercanos a los 50 Hm³/año que deben ser reconocidos y asignados a los regantes del Vinalopó, ya que contribuirá, junto con el establecimiento de las compensaciones a paliar la sobreexplotación de las masas de agua, garantizando asimismo el mantenimiento de la estabilidad socioeconómica del Alto Vinalopo.
La Plataforma únicamente reivindica sentido común, reconocimiento y gratitud a la solidaridad que está fuera de toda duda, ya que sin la voluntad política de los ayuntamientos y del resto de la administración, el futuro de la agricultura en el Alto Vinalopó corre grave peligro de desaparición.
Por todo ello, desde la Plataforma no se entiende que los representantes de la Junta Central manifiesten que se trata de un acuerdo histórico cuando es una situación que va a condenar el futuro de la agricultura del Alto Vinalopó. Los representantes de la Junta Central deben estar a la altura de las circunstancias y centrarse en defender los intereses comunes de todos y no pueden admitirse actuaciones que puedan perjudicar a algunos de sus usuarios ya que debilita a la institución y la pone en peligro, máxime ante la situación actual y la crisis de supervivencia que estamos viviendo.
Pedimos a las administraciones y a los representantes de la Junta Central que centren todos sus empeños en consensuar posturas y políticas que ayuden a solucionar esta situación que no ha sido provocada por la agricultura. Sin el esfuerzo de todas las partes, no se conseguirá encontrar soluciones pacíficas lo que producirá efectos muy negativos para todos, en especial para la sociedad en su conjunto.
A continuación se incluye un resumen de los derechos de abastecimiento y regadío de las masas de agua existentes en el Alto Vinalopó, donde se observa que las limitaciones mínimas del regadío son del 87,1% llegando al 100% en dos de las tres masas de agua mientras que la media de limitaciones de abastecimientos no llega al 20%.
|