El Museo de Aguas de Alicante ha acogido esta mañana la presentación de la exposición “Un Invierno en Tabarca” de Aurora Domínguez Mata. El III Ciclo de Arte y Medioambiente organizado por Aguas de Alicante es el marco para esta exhibición, que ha quedado inaugurada hoy y permanecerá abierta al público hasta el 2 de septiembre de 2022. El acto ha contado con la participación de la artista, quien ha llevado a cabo una explicación sobre la simbología que encarna la obra, junto a Martín Sanz, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la compañía. “Mi propuesta para el Museo de Aguas tiene como objetivo principal la conservación de la memoria colectiva y del patrimonio sonoro de la Isla de Tabarca, además de ser una invitación a tomar conciencia sobre lo sustentable y lo sostenible”, ha declarado Domínguez.
En palabras de Martin Sanz, “con esta novedosa propuesta, queremos ofrecer al visitante una doble visión de cuestiones de actualidad medioambiental y su respuesta artística como forma de concienciación colectiva. `Un invierno en Tabarca´ es una muestra de gran proyección, acorde al bagaje, talento y experiencia de Aurora Domínguez, además del marco perfecto para la conmemoración esta semana de una efeméride como el Día Mundial del Medioambiente el 5 de junio”. Inaugurado en 2009 con el objetivo de descubrir al ciudadano y al visitante la influencia del agua en la historia de la ciudad, el Museo de Aguas de Alicante se ha convertido desde hace un tiempo en un espacio cultural de referencia para acoger otros proyectos abiertos a la ciudadanía e impulsados por la compañía, en colaboración con diferentes organizaciones e instituciones.
Una obra para la concienciación medioambiental
Con el nombre de “Un invierno en Tabarca”, la innovadora propuesta cultural de Aurora Domínguez es un proyecto cuyo objetivo es la creación de un archivo sonoro que registra la actualidad de la isla, junto a tres piezas musicales y, a través de todo ello, conservar la memoria colectiva y el patrimonio sonoro de este espacio natural.
Los archivos recogidos a partir de la escucha integral comprenden grabaciones de campo de la isla desde todos sus enfoques: geográficos, meteorológicos, etnológicos, demográficos, marinos, ornitológicos, morfológicos y económicos. Por su parte, las piezas de carácter poético son metáforas sensoriales denominadas amanecer, mediodía y ocaso, y su objetivo es conceder la experiencia al receptor de percibir el tiempo y el espacio desde la conciencia a través de la escucha. Toda esta propuesta sonora logra crear el espacio, sin necesidad de ocuparlo; éste acontece como una representación mental y el espectador se ve inmerso en un mapa de imágenes mentales que construirá a partir del sonido de las piezas.
El trasfondo de “Un invierno en Tabarca” es la invitación a una reflexión que haga tomar conciencia sobre la importancia de lo sustentable y lo sostenible. Lo sustentable, en cuanto a la importancia del correcto uso de los recursos actuales de la isla: preservar, proteger y conservar los recursos naturales con los que cuenta para asegurar un bienestar futuro. Lo sostenible, reivindicado en el proyecto como un ejercicio de concienciación, invitando a mirar la isla con otros ojos y enseñando nuevos modelos de interacción con la misma: escuchar sus sonidos, disfrutar de la naturaleza autóctona de la misma o descubrir esas palabras del dialecto valenciano que sólo son propias de estos habitantes ya en vías de extinción.
Aurora Domínguez ha contado para el desarrollo de este proyecto con la integración e implicación de los propios habitantes de Tabarca en el mismo, junto a quienes ha identificado esos sonidos más representativos de la isla que ha querido plasmar en su propuesta: el dialecto de sus habitantes o los sonidos de la cocción del caldero sobre soporte de barro, entre otros muchos.