Entrevista > Marina Guillén / Educadora del proyecto ‘Educant-ODS’ de Petrer
El medio ambiente, el cambio climático, la pobreza o la desigualdad son preocupaciones que cada vez calan más hondo en la sociedad. El impacto que nuestras acciones diarias y nuestro modo de vida generan en el planeta, está llevando a muchos gobiernos a ponerse manos a la obra para construir políticas en pro de un futuro más sostenible para todos.
La educación en edades tempranas constituye una de las herramientas más efectivas para crear hábitos de vida sostenibles entre la juventud, así que es fundamental desarrollar acciones que les enseñen a adoptar medidas para vivir de una forma más responsable con el mundo en que vivimos.
Agenda 2030
En este sentido, Petrer ha estado realizando durante estos últimos meses en todos los centros educativos de la localidad, un proyecto denominado ‘Educant-ODS’, con el objetivo de acercar al alumnado la Agenda 2030 y sus diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Dirigido específicamente a estudiantes de 4º de Primaria y de 1º de la ESO a través de sesiones informativas y lúdicas en las que han participado alrededor de 700 chicos y chicas, el objetivo de la iniciativa ha sido despertar entre los chavales la conciencia social, y generar, de paso, un efecto contagio sobre las familias y la población en general.
Aprender jugando
Precisamente, este sábado 11 de junio se va a celebrar en el Campet, de 10 de la mañana a 1 de la tarde, una jornada festiva abierta a toda la ciudadanía, donde se van a llevar a cabo diferentes actividades en forma de juegos, exposiciones y entrevistas de radio relacionadas con los ODS. Toda la ciudadanía, padres, hijos y abuelos, está invitada a ir, divertirse y aprender jugando en familia.
Este proyecto se ha llevado a cabo gracias a la estrecha colaboración entre el sector público (Ayuntamiento de Petrer), sector privado (Obra Social de CaixaPetrer) y sociedad civil (Asamblea local de Cruz Roja Española en Petrer). La educadora del proyecto, Marina Guillén, nos ha explicado en qué han consistido las sesiones que se han llevado a cabo en los centros educativos y el impacto que ha producido entre el alumnado conocer de cerca cuestiones de compromiso social en pro del bien común y del desarrollo sostenible.
Los ODS son un plan para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos
¿En qué consiste el proyecto ‘Educant-ODS’ y qué objetivos persigue?
El proyecto tiene como objetivo dar a conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible entre el alumnado y la población en general de Petrer, y se ha dirigido específicamente al alumnado de 4º de Primaria y de 1º de la ESO, a los que se les han dado unas sesiones educativas para que conozcan en qué consiste la Agenda 2030 y por qué es importante. El programa comenzó a ejecutarse en marzo y va a llegar a su fin a mediados de este mes de junio.
¿Cómo han sido esas sesiones informativas y de qué forma las habéis llevado a cabo?
Han consistido en una primera sesión de carácter informativo, donde se ha hablado brevemente sobre cada uno de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible, qué podemos hacer para alcanzarlos y cómo afectan directamente en el municipio de Petrer
Posteriormente, hemos realizado con ellos una sesión más lúdica para que apliquen lo aprendido a través del juego del Trivial, que se ha realizado con el alumnado de Primaria, y un Pasapalabra con el de Secundaria, con preguntas específicas en ambos casos sobre los ODS.
¿Han sabido aplicar correctamente las enseñanzas a través de esos juegos?
En los dos casos las sesiones han sido muy similares. Con Secundaria la reflexión ha sido un poco más amplia y más enfocada a qué puede mejorar Petrer para alcanzar estos objetivos.
El 11 de junio se celebra en el Campet una jornada para poner en valor los ODS
¿Y qué es lo que la juventud ha propuesto para que Petrer consiga los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
El alumnado está planteando cosas muy interesantes, como por ejemplo hacer campañas de sensibilización entre la población para que utilicemos el carril bici; que haya más puntos de recarga de coches eléctricos; o que se fomente el uso del patinete.
También han hecho autocríticas del estilo “yo puedo pedir más carriles bici o más papeleras de reciclaje, pero si la gente no sabe o no quiere utilizarlas no sirven de nada”. Es decir, que el alumnado comprende que por muchos recursos que haya, si no se usan no tienen sentido.
¿Están receptivos los alumnos? ¿Muestran interés en lo que les explicáis?
Sí, y se muestran muy comprometidos. Aunque a algunos les sonaba la Agenda 2030, la mayoría del alumnado no era consciente ni sabían en qué consistían esos diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero en general, ellos mismos saben que la situación no está bien.
Tratamos de crear una base de reflexión y que hagan una autocrítica del entorno próximo, como es su propio municipio. Les enseñamos a que sepan las consecuencias de lo que hacen, que sean conscientes de que cualquier producto que compren tiene una huella ecológica, un gasto de recursos y una repercusión en nuestro futuro.
«El alumnado está muy comprometido con la sostenibilidad y mejora del planeta»
¿Qué dudas principales os han trasladado?
Hay cosas que tienen muy claras, como por ejemplo que no hay paz en el mundo en términos generales, sobre todo con el conflicto en Ucrania abierto ahora mismo. También se ha creado un poco de controversia dentro del aula con la pobreza: algunos directamente creen que no existe o que la gente es pobre porque no trabaja o no quiere trabajar.
Les hacemos ver las limitaciones que hay para acceder a ciertos servicios si no se tiene una serie de recursos. Otro aspecto que les llama mucho la atención es cuando les planteamos que no todos los países tienen las mismas condiciones de sanidad y de educación que tenemos aquí.
¿Por qué habéis puesto el foco principalmente en los alumnos?
Como una vía para acceder al resto de la población. Lo que el alumnado reflexiona en el cole o en el instituto, al final lo traslada a casa. A fin de cuentas, los jóvenes son presente y serán futuro. Tienen una edad para reciclar, para cerrar un grifo y para hacer una reflexión sobre lo que más les está afectando y les condicionará la vida el día de mañana.
Esos hábitos, que ahora pueden ser un poco más complicados de asimilar porque los están adquiriendo nuevos, se convertirán en costumbres incorporadas en su día a día, y con su ejemplo crearán a su vez nuevos hábitos en las generaciones que vengan detrás.