Es o volverá a ser teatro. Fue cine. Nació en 1914, se derribó en 2008. Se comenzó a reconstruir para reinaugurar en 2010. Ahora está, supuestamente, a punto de ello, a finales de este año, para la XI Muestra de Teatro de Crevillent. El Teatro Chapí podría contar casi más historias que las que ha presentado desde su fundación, el catorce de febrero de 1914.
Debutaba ante la ciudadanía con una obra de autor lógico en este caso, Ruperto Chapí (1851-1909), ‘La tempestad’. La pieza que pudo verse entonces, estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el once de marzo de 1882, con libreto del zamorano Miguel Ramos Carrión (1848-1915), dramón con final feliz, olor a salitre y falsa acusación de asesinato, está más cerca de la ópera que del género chico. Empezaba autóctono y de gala.
Con regusto bélico
El año 1914 culminaría, en el ámbito internacional, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, que no finalizó hasta el once de noviembre de 1918. Empezaba el veintinueve de julio, con la artillería austriaca batiendo Belgrado, tras el atentado contra Francisco Fernando Carlos Luis José María de Austria o de Habsburgo-Este (1863-1914), archiduque de Austria. España, aún tocada por la pérdida de las colonias, sin materias primas, permanecerá neutral.
La sociedad crevillentina, 10.452 habitantes en 1910, sufría una caída demográfica ante el estancamiento industrial. Crevillent no se adaptaba todavía a la mecanización que revoluciona allende los mares, al trabajo en cadena propuesto por Henry Ford (1863-1947), quien precisamente en 1914 doblaba el sueldo a sus trabajadores, también futuros clientes. Pero ello no quita para que en la sociedad crevillentina exista ya una pujante burguesía necesitada de ocio.
La sociedad crevillentina pidió la construcción de una sala teatral
Cuando llega el celuloide
Además, la clase obrera se suma a la petición de un teatro. La afición es tal que se llegó a representar incluso en casas con patio o entrada del tamaño necesario para estas actividades. No habrá de extrañar que el Chapí se construya a petición de toda la pirámide poblacional.
Existirá a continuación una reata de salas de ocio. Aterriza en la cultura crevillentina el celuloide de estrenos, reestrenos y programas dobles, aunque no triunfe al principio en España, ya que al espectador patrio le va más el espectáculo en directo, como la zarzuela y, también, la revista (las varietés) o el café-teatro.
Ramillete de salas
Anotemos, según reseña el bloguero ‘El Acorazado Cinéfilo’, la apertura el veintinueve de enero de 1928 de la sala Teatro Cine Iris. Y reparemos, como anécdota sobre la competencia, que en 1970, tras demolerse ambos en 1969, el Teatro Cine Iris se unirá físicamente con el contiguo cinema Adelaida, abierto en 1958. Nace así el Nuevo Iris.
Para entonces, el Chapí ya se había establecido, como muchas otras salas escénicas de la provincia, tal que el Teatro Principal en Alicante ciudad, en su labor de unir escena en vivo e impresa sobre celuloide. El Chapí ya sería Teatro Cine definitivamente, mientras durase.
La lista incluía a otros, como Las Bóvedas (hoy el Museo de Semana Santa) y el Coral, que acabaron forjando una generación de espectadores en la ciudad.
La crisis de 2008 acabó con negocios como los cinemas
Crisis con piqueta
La piqueta, por desgracia, acabará por llegar, sobre todo en 2008, cuando se ceba con el Chapí y el Iris. La Crisis Financiera Global de 2008, desatada a partir del colapso financiero y bursátil de 2006 en Estados Unidos, al pinchar la hasta entonces parecía que imparable burbuja inmobiliaria, afectó a muchos sectores. Entre ellos, el cine y las artes escénicas. Hay que decir que muchas obras incluyeron en sus argumentos el propio tema que les acuciaba.
Pero esto ya no le tocaba exhibirlo, o ayudar a su escenificación, al Chapí. El alcalde (de 1995 a 2019) César Augusto Asencio Adsuars anunciaba la pronta reconstrucción de la sala en 2010.
Mientras, el desmonte del local tropezaba con la dificultad de retirar el techo de uralita. Este material llevaba por la época amianto (asbesto), minerales fibrosos muy peligrosos si se manipulan mal (su retirada, por cierto, cuesta mucho dinero al propietario, particular o institución).
La reconstrucción se iniciaba en enero de 2020
Resurrecciones concatenadas
Sin embargo, esta resurrección no llegó a materializarse. Mientras, su última ubicación hasta entonces, en la desembocadura de Huertas con Palma, se convertía en puro solar. La vista del ‘pirulí del poble’ quedaba bien expedita.
En esas estábamos, con la ciudadanía guardando la sala en el baúl de los recuerdos olvidados, cuando el dieciséis de enero de 2020, a poquito de la pandemia, nos frotábamos con resquemor los ojos. ¿Por fin?
Ese día, el actual primer edil, José Manuel Penalva, y su equipo de gobierno formalizaban ante los medios el comienzo de unas obras también reseñadas por este periódico. De momento, cuando se ultima el nuevo centro, hasta la mismísima Fundación Sgae lo recoge en su Mapa Informatizado de Recintos Escénicos, aunque señala: “Inician las obras en Crevillent del nuevo Teatro Escuela Chapí en 2020”. Eso sí, el pasado se mezcla: “Solo se conserva en buen estado el sobretecho”.