Entrevista > Mila Llopis / Presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de la Comunitat Valenciana
Para tener éxito en el emprendedurismo no basta con tener una buena idea y ese puntito de suerte que permita al nuevo empresario hacerse un hueco visible y rentable en su área de actividad. Lo que hace falta, sobre todas las cosas, es trabajo duro, consistencia y tiempo, muchísimo tiempo.
Ese último recurso, que suele ser (junto a la financiación) el más escaso entre los emprendedores, se torna todavía más precioso en el caso de las mujeres, que históricamente han sufrido el peso de verse obligadas a llevar adelante la casa y la familia.
Mila Llopis, presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de la Comunitat Valenciana (AME) reconoce que ese es un problema, pero no el único, al que deben de enfrentarse las que, como ella, han decidido liderar su propio proyecto.
La crisis económica derivada de la pandemia está siendo muy dura para muchos sectores productivos, pero ¿lo es todavía más para las mujeres empresarias?
AME lleva en activo desde 1999, aunque se reactivó en 2018, cuando las socias se volvieron a poner en contacto y se crearon nuevos comités, intentando hacer actividades con otras asociaciones.
Creo que la crisis está siendo muy complicada para todos, pero, como siempre sucede, las mujeres llevamos muchos años intentando sacar cabeza de una forma diferente, porque históricamente hemos estado sometidas a diversos factores como la discriminación salarial, pero considero que el emprendedurismo es duro para todos, tanto hombres como mujeres.
«El movimiento feminista quiere dar derechos a las mujeres, pero no por eso estar enfrentados a los del hombre»
Hay una realidad histórica donde la carga no laboral de las mujeres, en lo relativo a la vida familiar, ha sido siempre mucho mayor que la de los hombres. Si el emprendurismo requiere de muchísimo tiempo a cualquier persona, ¿resulta todavía más difícil encontrarlo siendo mujer?
La conciliación familiar es cero. Las instituciones tampoco ayudan mucho a ello porque los horarios de los colegios y las vacaciones escolares son una locura y es verdad que la mujer lleva, en la mayoría de los casos, gran parte de la carga de la casa. Eso hace que haya que buscar tiempo donde no lo hay, trabajar por la noche, adelantar en horas intempestivas…
Sí que es verdad que es mucho más complicado porque la propia vida diaria no nos lo pone fácil.
En la actualidad, AME tiene unas 150 asociadas. ¿Este número se ha visto reducido o aumentado tras la pandemia?
Hemos aumentado un poco, aunque es verdad que no hemos hecho mucha difusión en redes, que es algo que tenemos pendiente. Vamos a mejorar la página web y hacer una campaña de la asociación, porque pensamos que se puede crecer y relacionarnos con otras asociaciones que están en nuestra misma situación, para crear sinergias.
En los últimos tiempos se ha hablado y teorizado mucho sobre los distintos modelos de liderazgo empresarial que representan hombres y mujeres. Ustedes, como emprendedoras y, por lo tanto, jefas de sus empresas, ¿consideran que esa diferencia existe realmente?
Considero que la mujer tiene una faceta diferente desde el punto de vista emocional y creo que es un punto a favor. Como sabemos conciliar tantas cosas a la vez, podemos ser un aporte muy bueno a la hora, por ejemplo, de gestionar equipos.
«AME lleva en activo desde 1999, aunque se reactivó en 2018, cuando las socias se volvieron a poner en contacto y se crearon nuevos comités»
Estos años también están siendo, aunque todavía queda mucho por recorrer, los del paso definitivo del feminismo hacia la consecución de la igualdad plena. ¿Cómo le sientan ciertos discursos que intentan relacionar el feminismo como un movimiento por poner a la mujer por encima del hombre en lugar de una pelea por la igualdad?
Hay que partir, efectivamente, de que el movimiento feminista no es nada en contra del hombre. Como yo lo concibo, es un movimiento que quiere darle derechos a las mujeres, pero no por eso estar enfrentados a los del hombre, sino que cada vez compartamos más cosas, más retos, más logros… pero no hacerlo de manera que sea como una guerra de sexos.
¿Por qué ha decidido dar el paso y presidir AME?
Me lo comentaron y a mí me gusta mucho lo que son las relaciones empresariales. Llevo ya muchos años en el asociacionismo empresarial y tengo muy buenas relaciones con otras asociaciones de la zona, con las que hemos hecho algunas actividades.
Por ello, me propusieron porque estaría bien para dar un nuevo impulso, pero siempre manteniendo la línea de AME, y espero lograr acuerdos interesantes con otras asociaciones. Es un nuevo reto.
«La mujer tiene una faceta diferente desde el punto de vista emocional y creo que es un punto a favor»
En el corto plazo, ¿cuáles son sus principales objetivos?
Como te he dicho antes, dar a conocer todo aquello que hacemos. Es algo que tenemos bastante parado, así como posicionarnos. Ya tenemos muy definidas las comisiones de la asociación, hemos hecho charlas, conseguido apoyo económico…
Ahora queremos seguir aumentando todas esas líneas y asociarnos con otras entidades del mismo estilo y que persigan los mismos objetivos que AME, que es ayudar a la mujer.