El alcalde de Crevillent, José Manuel Penalva, y el concejal de Espacios Públicos, Marcelino Giménez, han visitado esta mañana las obras de adecuación con zahorra y el reasfaltado de varios caminos del término municipal que se encontraban deteriorados. Unas obras que han comenzado esta semana y que se desarrollan a lo largo de julio.
Concretamente, desde el Ayuntamiento de Crevillent se está actuando ya en algunos tramos de Partida del Derramador, Partida Tahúlla y Peña Sendra, mientras que en los próximos días comenzarán los trabajos también en Partida Mangranera, el Camino de los Magros y en el Camino Viejo de Orihuela, que va desde El Rocío hasta El Realengo en paralelo a la vía del tren. Asimismo, se va reparar con zahorra el último tramo de la vía que llega al Parque de Montaña de San Cayetano con tal de hacerlo más accesible.
El alcalde ha destacado que se ha destinado 120.000 euros en estas tareas con el objetivo de adecuar zonas en las que no se actuaba desde hacía muchos años y que exigían una importante inversión. “Somos conscientes de que aún quedan muchos caminos por reparar pero este es un gran avance. Tenemos un término municipal muy grande y nuestra intención es continuar realizando mejoras en base a la disposición económica y a las prioridades marcadas por las supervisiones de los técnicos municipales y teniendo en cuenta las instancias presentadas por los vecinos y vecinas de Crevillent”, explica José Manuel Penalva.
Marcelino Giménez, por su parte, ha señalado que “son muchos los vecinos y vecinas que solicitan el arreglo de caminos por lo que pido cierta paciencia”, y ha afirmado que el ayuntamiento nunca había realizado una inversión tan grande para arreglos de caminos y vía pública. Sólo este año la Concejalía de Espacios Públicos ha dedicado más de 200.000 euros a este fin.
El edil ha explicado que algunas de las reparaciones van a realizarse con zahorra, primero rastrillando las calzadas para igualar aquellas zonas que muestren el terreno más irregular para después proceder al remojado y al abocamiento de una capa de 15 cm de zahorra reciclada, que posteriormente será compactada para dejar los caminos lo más compactos posibles y que los vehículos puedan circular sin ningún tipo de problema y de forma segura. Mientras que los ya asfaltados se reasfaltarán para mejorar su seguridad.