El hipo o singulto es un acto reflejo, una contracción brusca del diafragma que aparece de forma repentina e involuntaria. Esta manifestación del cuerpo que involucra a cerebro, nervios, músculos y cuerdas vocales muchas veces resulta incómoda.
Las crisis de hipo son frecuentes en la infancia y suelen desaparecer rápidamente, tal y como señala el doctor J. Fleta Zaragozano, de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. En los bebés recién nacidos no provoca dolor ni molestia y suele cesar pasados unos minutos. Es frecuente que aparezca cuando el bebé traga aire. También es habitual que se dé en los fetos durante el embarazo, sin causarles molestias.
¿Cómo se produce el hipo?
El diafragma es el músculo que se encarga de la respiración. Cuando se contrae, el tórax se expande permitiendo que los pulmones se llenen de aire. Por el contrario, cuando el diafragma se relaja el tórax se cierra, expulsando el aire a través de la tráquea y la nariz. Es lo que se llama inspiración y espiración, componentes del proceso de la respiración.
El encargado de enviar los impulsos que controlan el diafragma es el nervio frénico. Cuando este nervio envía los impulsos de manera descontrolada o son irregular se produce el hipo. Consiste en:
- Una contracción brusca y espasmódica del diafragma.
- Provoca una sacudida de los músculos inspiratorios del tórax y el abdomen.
- Se cierra de golpe la glotis, causando el ruido característico del hipo al expulsar el aire de los pulmones de forma violenta.
Causas del hipo
Aunque aún no se conocen las causas exactas del hipo, los expertos han detectado situaciones que pueden provocarlo, la mayoría relacionadas con la irritación del nervio frénico. Entre las causas más comunes de los episodios breves de hipo estarían:
- Comer a una velocidad excesiva.
- Ingerir alimentos o bebidas en grandes cantidades.
- Las bebidas alcohólicas y el estado de ebriedad.
- Las bebidas con gas.
- Los nervios o el estrés.
- Las emociones fuertes o los sustos repentinos.
- Inflamación del estómago o cirugía abdominal.
- Uso de medicamentos y trastornos metabólicos.
- Trastornos del sistema nervioso central.
¿Cómo se quita el hipo?
Ante un episodio breve de hipo las personas pueden intentar trucos caseros para que cese. Lo que se pretende es aumentar los niveles de dióxido de carbono en la sangre para que el nervio frénico restaure el impulso que descontrola al diafragma. Algunas de las soluciones pueden ser:
- Contener la respiración durante 30 segundos.
- Respirar durante medio minuto en una bolsa de papel.
- Masticar azúcar.
- Beber agua fría a grandes tragos.
- Frotarse los ojos.
- Comer pan seco.