La Playa Can 2022, activa en Pinedo, permanecerá abierta hasta el próximo 30 de septiembre para que las personas propietarias de mascotas puedan disfrutar de las playas de manera sostenible y respetuosa con el entorno, con el resto de usuarios, y con los propios animales. Está en servicio en horario de 09.30 a 19.30 horas sobre una superficie de 9.900 metros cuadrados.
El año pasado, 2021, se registraron 18.999 usuarios de esta dotación municipal, que fue ampliada en esa temporada en un 50%, al constatar el volumen de demanda del servicio por parte de la ciudadanía. Dos años antes, en 2019, Playa-Can ya había obtenido la Q de Calidad Turística, por lo cual la playa está certificada.
Esta playa está reforzada en la limpieza de la arena y en el análisis de muestras de agua y arena. El servicio de vigilancia y gestión se realiza a través de contratación abierta; y las labores de socorrismo y salvamento las presta Cruz Roja. Y en cuanto a los a los recursos materiales, está acotada y segregada del resto de la playa de Pinedo mediante postas y cordada.
El área para las mascotas está señalizada con un punto de información, donde se suministran elementos de higiene y de información. Y, además, ofrece una pasarela y ducha específica para perros. Las personas usuarias tienen acceso a las condiciones de la estancia también en una serie de carteles informativos. En cuanto al resto de la playa, igual que las otras playas urbanas de València, cuentan con elementos como quiosco, hamacas, duchas y papeleras.
El uso de la zona delimitada Playa-Can está recogido en los artículos 35 y 36 de la Ordenanza de Playas del Ayuntamiento de València. En ellos se señala que los perros tendrán que tener y llevar su documentación actualizada (pasaporte veterinario y tarjeta de identificación) y tendrán que estar controlados y sujetas en todo momento en la zona señalizada, para lo cual se dispone de estacas con forraje. Además, los perros potencialmente peligrosos tendrán que llevar bozal.
Cada propietario serán responsable de los posibles daños que causo su animal, y estará obligado a recoger los excrementos, tal como establece la Ordenanza Municipal Sobre Tenencia de Animales. También se exige a los amos y propietarias de las mascotas la obligación de velar para no causar molestias al resto de personas usuarias, y respetar la zona de seis metros con el agua. El personal de playa podrá controlar en cualquier momento el chip de los animales.