A las 11:13 horas del pasado día 22 de junio llegaba el verano astronómico a la Comunitat Valenciana, una región donde el estío meteorológico, tras una primavera muy lluviosa y gris, llevaba ya semanas instalado. A ello ha habido que sumar una ola de calor histórica, con valores nunca antes vistos en ese mismo mes de junio desde que se tienen registros, que empujó a miles de personas a buscar alivio en piscinas y playas a lo largo de todo el territorio.
Ese peregrinaje puso en marcha el funesto contador de víctimas mortales por ahogamiento en la Comunitat Valenciana, que con nueve fallecidos ya cerró el mes de mayo como líder a nivel nacional tanto en ese mes como en el total acumulado de 2022. Muertes que, en muchísimos casos, podrían haberse evitado siguiendo unas sencillas normas básicas de prevención y algo de sentido común, pero que por desgracia no serán las últimas que haya que lamentar durante la presente campaña estival.
«La gente se ahoga porque las políticas de prevención del ahogamiento en España son cero» S. Perelló
Cifras inasumibles
El problema no es exclusivo de la Marina Baixa o de la región valenciana. En un país como España, prácticamente rodeado por el mar, las cifras son demoledoras. El Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que publica la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) registra un total de 260 fallecidos en 2021. De ellos, 158, el 61% del total, murió en el mar y 33, el 13%, en piscinas. El 86% de todos ellos, un total de 223 personas, falleció en lugares sin vigilancia.
En los siete primeros meses de este año, el INA ha registrado ya 222 fallecidos de los que 40, el 18% del total, han muerto en la Comunitat Valenciana. La siguiente comunidad autónoma en el ranking es Andalucía, con 36 muertos. Entre enero y julio, sólo Ceuta y Melilla mantenían su contador a cero.
Falta prevención
El origen de esta negra realidad es muy variado, pero los expertos y profesionales del mundo del salvamento y socorrismo apuntan, como principal causa, en la misma dirección: la falta de políticas preventivas efectivas.
Salvador Perelló, vicepresidente primero y responsable de formación de la Federación Valenciana de Salvamento y Socorrismo (FSSCV), niega que el motivo del elevadísimo número de víctimas mortales haya que buscarlo en el bajo nivel de natación de la población española.
Por el contrario, asegura que “la gente no se ahoga por eso, sino por factores mucho más importantes. Primero, porque las políticas de prevención del ahogamiento en la Comunitat Valenciana y en España son cero y porque las políticas que se llevan a cabo año tras año son las mismas y, por lo tanto, los resultados son los mismos”.
En los cinco primeros meses de este año, el INA ha registrado ya 83 fallecidos de los que 18, el 21% del total, han muerto en la Comunitat Valenciana
Líder en muertes en el agua
Perelló alerta de que “la Comunitat Valenciana está, desde hace cuatro o cinco años, siempre en el top 3 de España en número de ahogados”, y subraya el dato de que “el mes de mayo pasado se cerró con la Comunitat liderando el ranking nacional de ahogados con nueve personas… pero es que la siguiente Comunidad Autónoma sumó cinco muertos, por lo que estamos muy por delante del resto”.
El dirigente de la FSSCV insiste en que “un gran problema es la falta de formación y de información a la población sobre las conductas que se tienen que llevar a cabo para que el baño sea seguro”, y lamenta que “igual que hay campañas de prevención de accidentes de tráfico, de la violencia de género, del alcoholismo, de la drogadicción, del juego… en esto no hay y la gente no tiene una cultura preventiva”.
En la Comunitat Valenciana sólo Benidorm cuenta con servicio de socorrismo durante los doce meses del año en sus playas
Socorristas sin autoridad
Coincide en ello con Antonio Zamora, coordinador del servicio de vigilancia y socorrismo de las playas de Benidorm, uno de los pocos municipios en toda España, y el único de la Comunitat Valenciana, que mantiene este dispositivo activo durante los 365 días del año.
Zamora añade a la reflexión que “el socorrista no está catalogado como autoridad” y eso hace que poco o nada puedan hacer para evitar una peligrosa realidad y es que, según explica Zamora, “la gente hace caso omiso a las banderas, sobre todo la roja. Se hace mucho hincapié en que se respeten, pero la gente no hace caso”.
En la misma línea que Perelló, el responsable de la seguridad de los arenales de la capital turística de la Comunitat Valenciana apunta a la falta de regulación normativa en las playas. “En piscinas y otras instalaciones similares sí existen normativas que te indican cuántos socorristas tiene que haber por lámina de superficie, pero en playas no hay ninguna ley que marque esos números”.
El cambio climático hace que cada año los bañistas vayan antes a la playa, pero los servicios de socorrismo mantienen sus calendarios
Normativa vacía
Salvador Perelló recuerda que “no tenemos ninguna norma que ayude a prevenir el ahogamiento en las playas”. En ese sentido, según explica, lo más parecido que existe data de “hace dos años, cuando se publicó un decreto de seguridad en las playas, pero es un decreto vacío. Lo que te dice que es se va a legislar con órdenes posteriores sobre distintos aspectos, pero han pasado dos años y sólo se ha desarrollado la orden inicial que es catalogar la peligrosidad de las playas de la Comunitat”.
“Con ese catálogo”, prosigue el responsable de formación de la FSSCV, “se debería decidir cuántos efectivos tendrá el dispositivo de salvamento y socorrismo, cuándo empezará la temporada, los horarios… Ahora, cada municipio decide lo que hace en sus playas”.
Vigilancia insuficiente
Llegados a este punto cabe recordar que el INA demuestra que más del 80% de los fallecidos por ahogamiento en 2021 murieron en zonas sin vigilancia, por lo que parece lógico que la decisión sobre los dispositivos de socorrismo, su periodicidad, su horario y su volumen de personal no dependieran de una apreciación subjetiva de cada consistorio.
Todo ello, en un contexto en el que el cambio climático parece estar adelantando cada vez más la llegada del buen tiempo y, con él, la afluencia masiva de bañistas a playas y piscinas, algo que sigue sin traducirse en la puesta en marcha de los servicios de socorrismo, que se mantienen en los mismos periodos de hace décadas.
Más del 80% de los fallecidos por ahogamiento en 2021 murieron en zonas sin vigilancia
Cambio climático
Antonio Zamora asegura que “coincido totalmente” en que ese factor climático debe ser muy tenido en cuenta a la hora de plantear este servicio vital. Sin embargo, considera que el continuismo con el que trabaja la Administración “ocurre porque las administraciones públicas no cuentan con las empresas a la hora de planificar los servicios. Somos nosotros los que sabemos cuándo baja la gente a la playa, los horarios de mayor afluencia, cuándo se producen los picos en la temporada y los efectivos que hacen falta…”.
Gasto frente a inversión
Salvador Perelló coincide por completo en ese análisis. Según su opinión, “para unos municipios el socorrismo es un gasto y, por lo tanto, gastan lo menos posible. Para otros, es una inversión y lo dota de medios. Eso hace que te encuentres realidades muy distintas dependiendo de la playa a la que vayas”.
Y, en la misma línea que Antonio Zamora, el vicepresidente de la FSSCV se reafirma en que “eso es una responsabilidad de los ayuntamientos. El problema, es que no tenemos en cada municipio a una persona, primero, que sepa y, segundo, que tenga sensibilidad sobre la prevención del ahogamiento. Pero sí tenemos una Conselleria que tendría que ser la que marque a los ayuntamientos cuándo hay que abrir y con los efectivos que hay que hacerlo”.
Perelló lamenta que “nos movemos por calendarios. ¿Qué sentido tiene abrir una playa el día 1 de junio, que cae entre semana, si los fines de semana anteriores ya estaba llena de bañistas? Esa no puede ser nunca la idea”.
«Las administraciones públicas no cuentan con las empresas a la hora de planificar los servicios» A. Zamora
Responsabilidad personal
Los expertos apuntan, además, a que en la prevención de las muertes por ahogamiento es fundamental la concienciación y la responsabilidad personal de cada cual. Así, cuando se trata de analizar los riesgos de un grupo poblacional tan expuesto como son los niños, Salvador Perelló es rotundo: “la distancia de seguridad con los niños es la longitud del brazo del adulto que se baña con él”.
Más allá de los menores, tanto Perelló como Zamora apelan al sentido común de los bañistas y, sobre todo, a no infravalorar las condiciones del mar. Es fundamental respetar las banderas, pero también lo es elegir siempre una zona vigilada para el baño y estudiar bien la presencia de olas, corrientes o cualquier otra circunstancia que pueda poner en peligro la propia seguridad y, sobre todo, ante la más mínima duda, optar por la opción más segura: no bañarse.
Datos de ahogamientos
Informe Nacional de Ahogamientos 2021
– Nº Total de Muertos en España: 260
– Muertos en la Comunitat Valenciana: 43 (16,5% del total).
– Por sexos: Hombres 205 (79%) y mujeres 55 (21%).
– Por tipo de instalación: Playa 158 (61%), piscina 33 (13%), río 29 (11%) y otras 40 (15%).
– Situación de vigilancia: Sin servicio de socorrismo 223 (86%) y con servicio de socorrismo: 37 (14%).
– Top 3 por comunidades: 1ª Comunitat Valenciana con 43, 2ª Andalucía con 41 y 3ª Catalunya con 39 fallecimientos.
Informe Nacional de Ahogamientos acumulado a julio de 2022
– Nº Total de Muertos en España: 222
– Muertos en la Comunitat Valenciana: 40 (18% del total).
– Por sexos: Hombres 178 (80%) y mujeres 68 (20%).
– Por tipo de instalación: Playa 107 (48%), piscina 33 (15%), río 32 (14%) y otras 50 (23%).
– Situación de vigilancia: Sin servicio de socorrismo 99 (45%), con servicio de socorrismo 46 (20%), sin definir 77 (35%).
– Top 3 por comunidades: 1ª Comunitat Valenciana con 40, 2ª Andalucía con 36 y 3ª Canarias con 31 fallecimientos.