Este mes de septiembre servirá para inaugurar el otoño y, con él, llegarán también los días más cortos y las, para algunos, esperadas bajadas de las temperaturas. Un ambiente más fresco que, para los amantes del calor y para los menos aficionados a él, supone la posibilidad de practicar deportes al aire libre sin tener que tomar tantas precauciones como en los meses centrales del verano.
En l’Alfàs del Pi el final del estío supone, además, el regreso a casa de muchos de los residentes internacionales que, como si de una migración aviar se tratara, volarán desde los principales aeropuertos europeos y escandinavos hasta sus nidos invernales en la Costa Blanca.
Para todos los gustos
Según las muchas encuestas realizadas a este colectivo concreto a lo largo de los últimos años, por parte del Ayuntamiento de l’Alfàs así como de instituciones académicas como la Universidad de Alicante, muchos de esos alfasinos nacidos más allá de los Pirineos destacan, entre las bondades de su municipio de adopción, el entorno natural con el que cuenta y las grandes posibilidades que ofrece para la práctica de deportes al aire libre.
No es ningún secreto que la edad media de estos residentes es muy avanzada, y ese es uno de los motivos por el que la muy accesible ruta del Faro se ha convertido en un lugar casi de peregrinaje para los que buscan una fórmula poco exigente para mantenerse activo, pero no es menos cierto que también hay muchos locales y foráneos que precisan de algo más de exigencia en sus salidas, algo que l’Alfàs del Pi también es capaz de ofrecer.
Las rampas de ascenso al punto más alto de la Serra Gelada promedian el 20% de pendiente
Varios puntos de inicio
Uno de los secretos peor guardados para ello lo encontramos en el Alto del Gobernador, nombre oficial de la popularmente conocida como subida ‘de las antenas’, ya que es la que lleva al senderista hasta el punto donde se encuentra instalado el repetidor de televisión que emite la señal para buena parte de la Marina Baixa, así como una de las estaciones del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE).
Se trata de una ruta que se puede comenzar desde varios puntos, pero que tiene dos partidas principales: la situada en las proximidades de la depuradora del Parc Natural de la Serra Gelada (en el linde con el término municipal de Benidorm), y la ubicada en la playa de l’Albir y que coincide en su primer tramo con la ruta del Faro.
En apenas dos kilómetros se salvan más de 400 metros de desnivel acumulado
Corto, pero intenso
Quizás, por tratarse de un camino completamente asfaltado, la ruta más habitual para enfrentarse a los exigentes 438 metros de altura del Alto del Gobernador es, precisamente, la que parte desde el entorno de la depuradora. El principal hándicap de esta opción, en cualquier caso, es la inexistencia de un lugar idóneo para dejar el coche en caso de que nos hayamos acercado hasta allí con él.
Desde el punto de salida, nos esperan apenas 2,1 kilómetros de ascensión, pero aquellos que no tengan las ‘patas’ acostumbradas a un ejercicio intenso no deben dejarse llevar por ese dato ya que la exigencia de la subida no está en su distancia, sino en la intensidad de la misma.
Las vistas desde la cima son un maravilloso premio al esfuerzo invertido en la subida
Un puerto de primera
En apenas 2.000 metros el senderista deberá ganar un desnivel de algo más de 400 metros (en este caso no se parte desde el propio nivel del mar), lo que implica una pendiente media por encima del 20%, algo equiparable a los más duros y conocidos puertos de montaña y que, como demuestran las caras de aquellos que se enfrentan a ella, dispara el ácido láctico nada más comenzar a andar.
Pero tantísimo esfuerzo merece, sin duda, muchísimo la pena ya que nos permitirá hollar el punto más alto del Parc Natural de la Serra Gelada y, por lo tanto, disfrutar de unas vistas maravillosas tanto del mar Mediterráneo como del interior de la Marina Baixa.
Postales para el recuerdo
En los días más despejados del año, habitualmente coincidentes con los meses de invierno, desde la base de las antenas puede llegar a intuirse, a lo lejos, la silueta que forman las formaciones montañosas más altas de la isla de Ibiza.
Pero es en la dirección opuesta, la del interior de la comarca, la que nos ofrecerá los más bellos premios, en forma de postales, al esfuerzo invertido para llegar allí, con unas vistas espectaculares hacia el Puig Campana o la Sierra de Bernia, y todo ello sin olvidar el skyline de Benidorm, diminuto desde esta perspectiva, u otros parajes naturales de especial belleza como el Peñón d’Ifach, l’Illa Mitjana, la isla de Benidorm, la illeta de l’Olla o la propia bahía de Altea con l’Albir a sus pies.