Este verano se cumplen 25 años desde la partida de uno de los alcoyanos que más trabajaron incansablemente por investigar la historia de la ciudad, y todo un referente para aquellos que aspiramos a seguir sus pasos. Hablamos de Rogelio Sanchis Llorens. Padre, docente, escritor y cronista.
Los que tuvieron el gusto de conocerle en vida le recuerdan con gran cariño, incluso sus alumnos a pesar de su fama de duro profesor. Por ello hemos querido honrar su memoria dedicándole este artículo.
Profesor de francés y literatura
Rogelio vino al mundo el 15 de abril de 1916 en Alcoy, hijo de una familia de comerciantes. Tras terminar sus estudios básicos se marchó a València en cuya universidad estudió la carrera de Filosofía y Letras, especializándose en el idioma francés.
A los 24 años empezó a trabajar de profesor de dicha lengua en el Instituto Sorolla de la capital valenciana. Regresó algunos años más tarde a su ciudad natal para dar clases de literatura, historia y latín en la antigua academia privada Tecnos.
Durante algunos años Rogelio pasó momentos duros para sacar adelante a su familia. Llegó incluso a regentar una granja avícola, pero no logró hacerla fructificar. Finalmente encontró la ansiada estabilidad laboral obteniendo una plaza como profesor de francés en el Instituto Pare Vitòria.
Su último destino como docente fue el recién inaugurado IES Andreu Sempere en 1980, donde se convirtió en el primer director del centro educativo y trabajó hasta su jubilación. Como anécdota simpática cabe señalar que sus alumnos solían llamarle ‘La albóndiga’, dado que era de constitución más bien ancha por los costados.
Su libro ‘Alcoy, tu pueblo’ fue un gran éxito de ventas porque relataba la historia con un estilo muy entretenido
Devoción por el pasado alcoyano
Aún con todo Rogelio siempre supo compaginar sus obligaciones laborales y familiares con su gran pasión, destinar largas horas de su tiempo libre a investigar el pasado de su ciudad. En despertar dicha devoción tuvo mucho que ver su cercana amistad con Francisco de Paula Momblanch, cronista de Muro de Alcoy en aquellos años.
Quizás su periodo fetiche de estudio fuera la Edad Media, si bien publicó igualmente libros y artículos sobre otras épocas como la Guerra de Sucesión o la Guerra de la Independencia, e incluso sobre patrimonio histórico alcoyano como el Monasterio del Santo Sepulcro.
Su creciente fama como historiador le llevó a ser nombrado cronista municipal por el alcalde franquista Enrique Oltra Moltó hacia finales de los años 50. Aún con la caída del régimen, Rogelio ejercería dicho cargo durante más de medio siglo dado que todos los alcaldes democráticos supieron reconocer su gran labor. También fue miembro del Instituto de Estudios Alicantinos (actualmente llamado IAC Juan Gil-Albert) y del Instituto de Estudios Alcoyano.
Como católico que fue toda su vida, además se gustaba en escribir poesía religiosa. No era nada extraño en aquellos años que contribuyera a los llibrets de fiestas con algunos de sus versos.
Durante la mayor parte de su vida compaginó su labor como cronista con la de profesor de francés en Secundaria
Repaso histórico
Desde luego si tuvo una obra referente esa fue ‘Alcoy, tu pueblo’. Publicada en 1976, Rogelio hizo un completo repaso por toda la historia del municipio desde la Prehistoria, a través de cincuenta capítulos breves. Se trata de un libro de lectura muy universal, pues el autor mezcla ágilmente datos históricos con anécdotas curiosas e imágenes para hacerlo más entretenido.
Gracias a ese estilo tan ameno que le imprimió el autor, ‘Alcoy, tu pueblo’ se convertiría en un auténtico best-seller durante aquellos años en las librerías alcoyanas. Especialmente supo atraer la atención de lectores jóvenes que se interesaron por la historia local gracias a él.
Ejerció de cronista municipal durante más de medio siglo
Última etapa en Muro
Rogelio mantuvo el cargo de cronista tras su jubilación como docente y no lo perdió oficialmente hasta su fallecimiento, si bien durante los últimos años de su vida fue abandonando sus funciones investigadoras debido a que padeció una progresiva ceguera.
En 2002 donó todos sus fondos altruistamente al Archivo Municipal de Alcoy. Ese mismo año el Ayuntamiento y la Asamblea de Cronistas del Reino de Valencia le dedicaron un sentido homenaje en el salón de plenos.
Desde entonces, por motivos de salud, permaneció retirado de la vida pública en Muro de Alcoy, donde falleció el 6 de agosto de 2007 a la edad de 91 años. Una calle de su ciudad natal lleva el nombre de Cronista Rogelio Sanchis.
Alcoy era su pasión
“Era un hombre muy cordial y absolutamente encantador con todos. En el plano personal, siempre me ayudó todo lo que pudo en mi trabajo, como por ejemplo a encontrar documentación histórica. Contribuyó decisivamente a popularizar la historia local y consiguió que muchos alcoyanos se interesaran por su pasado. Alcoy era su gran pasión” nos asegura el doctor Federico Rubio, quien fuera director del Museo Arqueológico de Alcoy en los años 80.
El arqueólogo también recuerda entre risas cómo se enfadaba Rogelio cuando la gente pronunciaba mal su apellido, ya que aquella época coincidió con los años de apogeo de los futbolistas Manolo Sanchís (padre e hijo). “Siempre corregía a todo el mundo, porque él se llamaba Sanchis… sin acento” nos aduce Rubio.