Entrevista> Antonyo Marest / Artista (Villena, 1987)
Sus inicios en el graffiti con 11 años junto a sus amigos LNK y Lion, le marcaron dejando sus firmas sobre viejas naves o edificios abandonados. Según nos confiesa todavía quedan algunas obras suyas de su etapa adolescente desperdigadas por la ciudad, aunque asegura no saber cuánto tiempo durarán.
Su estilo propio, su forma geométrica de concebir el mundo, las texturas y la combinación de colores, le han aportado un sello característico en todos los rincones del mundo donde ha dejado su impronta.
También en Villena, en donde un gran mural, con detalles arquitectónicos que le inspiraron en las ciudades que ha visitado durante los últimos siete años, luce en la fachada junto al antiguo edificio de Telefónica en el Huerto Real.
Inspiración intercultural
Sobre su piel luce algunos elementos de uno de sus referentes pictóricos como es Salvador Dalí. Ha reconocido públicamente su admiración por Kandinsky como “mago de la línea y los planos” y confiesa que “le flipaۛ» el arquitecto Bofill.
La fusión cultural es algo que se aprecia en la esencia de sus obras que comenzaron como arte urbano y han traspasado los muros de importantes museos, edificios o restaurantes que desean integrar ese pop-art tan característico y contundente en el interior de sus dependencias.
Sus viajes por el mundo son una constante en su vida tanto personal como profesional, y reconoce “echar de menos la gachamiga” cuando está lejos. Este ritmo de vida le ha impedido poder disfrutar del día 5 de septiembre en su ciudad desde hace años.
En contraposición, confesaba hace un año haber visitado el 62% de los países del mundo, lo cual le ha servido, junto a sus estudios en arquitectura, para ser uno de los referentes mundiales del Street art en el mundo.
Icono mundial
Antonyo Marest ha sido el artista elegido para decorar edificios emblemáticos de todo el mundo y selectas infraestructuras para algunas de las principales marcas internacionales. Cuatro de sus obras son las únicas que permanecen expuestas en el hotel-casino ‘Strat’ de Las Vegas.
En sus manos puso también Amazon la decoración interior de su principal oficina en Europa, situada en Barcelona. Un paso más allá fue el restaurante Sublimotion, con el menú más caro del mundo, donde además de decorar su espacio Marest debutó en gastronomía con la confección de un postre.
«No fue una decisión, fue una realidad y sin darte cuenta el hobbie se convierte en oficio»
¿En qué momento de tu vida decidiste dedicarte profesionalmente al arte? Si no lo hubieras conseguido, ¿a qué te gustaría dedicarte?
Esto no fue una decisión, fue una realidad. La realidad de que sin darte cuenta se convierte el hobbie en un oficio o profesión. Si no lo hubiese conseguido, seguramente sería un empresario dedicado a la cultura.
Tu trabajo te hace viajar de lado a lado del mundo, ¿has hecho un hueco en la agenda para venir a Villena el 5 de septiembre?
Por agenda, desgraciadamente, llevo muchísimos años sin poder disfrutar un 5 de septiembre.
¿Un lugar en el mundo para perderse?
La India.
«En mi Spotify hay música de todo tipo, desde clásica hasta techno, pero nunca encontrarás reggaetón»
Las distintas disciplinas artísticas beben unas de otras, ¿escuchas música cuando estás creando, que se puede escuchar en tu Spotify?
Sí, siempre. En mi Spotify hay música de todo tipo, desde clásica hasta techno, pero nunca encontrarás reggaetón.
Además de las personas, ¿qué es lo que más añoras de tu tierra cuando viajas por el mundo?
La gachamiga.
Tras consolidarte en la pintura, tu inquietud como artista te ha llevado a dar el salto a otros campos, como la gastronomía. ¿Sorprenderás a tus seguidores en alguna otra vertiente del arte?
Seguramente sí, porque el presente se vive y el futuro llega.
IoShok fue el germen del artista urbano en el que te has convertido, ¿queda alguna obra visible de esa etapa en Villena?
Sí, quedan aún varias, pero no sé cuánto durarán.
«Es un orgullo que mi trabajo se reconozca a nivel internacional»
¿Qué elementos te inspiraron para diseñar el gran mural pintado en Villena?
Realmente es el resumen de mis últimos siete años por el mundo, con detalles arquitectónicos de todas las ciudades visitadas hasta la fecha.
Ser el primer español con residencia en el museo PAMM de Miami habla de tu reconocimiento al otro lado del Atlántico. Para quien no conozca este museo, ¿qué supone exponer allí?
Es el museo más importante de Florida. Y como bien dices, soy el primer español que expone ahí y es un orgullo que mi trabajo se reconozca a nivel internacional.
A nivel profesional estás alcanzando las cotas más altas de reconocimiento, ¿un sueño que te quede por cumplir?
Para mí lo que estoy viviendo ya es un sueño.