En España, el estudio Cisneros X afirma que uno de cada cuatro alumnos de Primaria a Bachillerato sufre acoso escolar. La realidad es que en los últimos años, lamentablemente, nos hemos familiarizado con términos antes desconocidos para nosotros como bullying y ciberbullying. Por este motivo, en Educo creemos que es imprescindible como padres y docentes tomar cartas en el asunto y proteger a nuestros hijos. Hoy te presentamos una guía con consejos para prevenir el acoso escolar en el aula. ¿Los descubrimos?
1. Abrir los ojos
Por lo general, el acoso no sucede cuando el profesor está presente, por lo tanto debes estar muy atento a cualquier cambio en tus alumnos. Las zonas comunes (los baños, los pasillos, el comedor, las escaleras…) y las actividades extracurriculares suelen ser los puntos en los que se produce el bullying. Ten en mente estas áreas «ciegas» y vigílalas.
2. Escuchar y respetar
Si un alumno se acerca a ti para comentarte que se siente mal debido a alguna actitud de sus compañeros, no le restes importancia. Escúchale, respeta sus sentimientos y ¡créele! Muchas veces el peor error que cumplimos los adultos es subestimar lo que los niños nos cuentan, pensando que se trata de «cosas de niños» cuando en realidad el acoso escolar es un asunto que reviste suma gravedad. Presta especial atención al niño en cuestión, observa su relación con los demás niños y determina si se ha tratado de un hecho aislado o de una situación reiterada en el tiempo.
3. Enseñar a los niños a actuar
Es habitual escuchar que en los casos de acoso escolar, el último en enterarse de la situación ha sido el profesor. Es decir que los compañeros estaban al tanto de la situación y sin embargo, no informaron al respecto. Por este motivo es sumamente importante enseñar a los niños a ayudar a la víctima. Como profesores debemos explicarles que observar una situación de acoso y no hacer nada, nos convierte en cómplices. Educar a los pequeños desde edades tempranas es una de las mejores maneras de prevenir el bullying o frenar una situación de acoso. ¿Por qué? Pues sencillamente porque si no hay cómplices, la posición del bully se debilita y la de la víctima se fortalece al estar acompañada.
4. Estar al tanto de lo que sucede fuera de las aulas
Las pintadas en los baños, el aislamiento de un niño durante el recreo o la comida, los rumores, las risas o burlas cuando un niño habla en clase… Todos estos son indicadores del bullying. Estas pequeñas cosas pueden servir de termómetro de un curso y ayudar a detectar situaciones de acoso.
5. Reaccionar y actuar con celeridad
Si sospechas que existe una situación de acoso en tu aula, ¡actúa! Cada colegio tiene (o debería tener) un protocolo establecido en caso de bullying. Como profesor, debes conocerlo como la palma de tu mano y ponerlo en marcha ante la menor sospecha de acoso. Habla con los niños que acosan, pon normas a respetar y realiza un seguimiento para saber si se cumple o no lo pautado.
6. Hablar con las familias
Frente a una situación de acoso es importante que las familias participen de la solución. Comunícate con cada familia por separado, tranquilizando a la familia del acosado y demostrando que estás trabajando para ayudar a su hijo mientras que trabajas en colaboración con la familia del bully para modificar la actitud del niño. Ambas familias deben conocer la situación y los pasos que se están siguiendo para solucionar el problema.
7. Trabajar la temática del acoso en clase
No esperes a que se presente una situación de bullying en tu aula: trabaja de manera proactiva la problemática utilizando cuentos y juegos. Los niños concientizados reaccionarán mejor ante un problema, por ejemplo no sirviendo como cómplices al acosador.
8. Fomentar la empatía
La empatía en los niños es fundamental para que sepan «ponerse en los zapatos del otro». Entender cómo puede sentirse una persona frente a un maltrato es el primer paso para evitarlo.
9. Conocer a tus alumnos
Tomáte el tiempo para analizar a tus alumnos: ¿quién es más retraído?, ¿quién tiene problemas en casa?, ¿quién es líder? Toda la información psicológica que puedas recavar de ellos te ayudará a conocer a tu grupo y a poder detectar desequilibrios de poder que hieran a algún pequeño.
10. Colocar carteles en el aula
Parece una tontería pero no lo es. Trabajar los valores en clase y colgar carteles hechos por los niños es un buen recordatorio de lo que es correcto y lo que no bien. Ya hemos publicado un post con cuentos infantiles sobre los valores que pueden ser interesantes para los más pequeños. Como ves, para prevenir el acoso escolar, lo más importante es que conozcas a los niños a tu cargo y tengas los ojos bien abiertos para percibir cualquier cambio en su comportamiento, por pequeño que este sea.