El estudio sobre la reubicación del mercado de venta no sedentaria de Mutxamel, que funciona todos los miércoles en la calle Juan XXIII, aboga por mantener esta ubicación como la mejor posible entre las tres opciones analizadas con detalle. El mercadillo ambulante se desplazó a este emplazamiento, en la avenida colindante al Parc Municipal El Canyar de les Portelles y la Policía Local, debido a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, lo que obligó a disponer de una aumento de la superficie del mercado consiguiendo ubicar todos los puestos de vendedores, dotando de un mayor espacio para el tránsito de personas, y evitando la concentración de ciudadanos en tramo concretos como podía ser la anterior ubicación de la calle Ramón y Cajal y tramos adyacentes.
El traslado, obligado por la pandemia, hizo replantearse la ubicación definitiva del mercadillo, por lo que se decidió que una consultora experta en la realización de estos estudios analizara la situación y consultara la opinión de técnicos de diferentes áreas municipales, ciudadanos y vendedores del mercadillo, para valorar la viabilidad de la reubicación del emplazamiento del mercado, definir sus dimensiones, la composición de la oferta y las actuaciones e inversiones necesarias para el desarrollo adecuado de la actividad de venta no sedentaria que sirva para dinamizar la actividad comercial urbana.
Por este motivo, la Concejalía de Promoción y Desarrollo Económico y la Agencia de Desarrollo Local (ADL) encargaron un estudio que ha contado con el apoyo de la Generalitat, mediante una subvención del 100%, por un importe de 8.000 euros, otorgada por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo.
La iniciativa de la ADL ha desembocado en el estudio dado a conocer, días atrás, a la corporación municipal del Ajuntament de Mutxamel. Después de analizar los resultados de 271 encuestas realizadas a usuarios del mercadillo como a residentes en las áreas de influencia, aunque no compren en dichos puestos, la conclusión final apuesta porque el mercado de venta no sedentaria mantenga la calle Juan XXIII como mejor opción de ubicación. Este emplazamiento está basado en que el mercadillo de Mutxamel está basado en puestos de venta producto fresco y de alimentación como principal motor de atracción, complementada por una oferta amplia de equipamiento personal y hogar. La propuesta de la consultora plantea aumentar las paradas de alimentación, los accesorios y calzado, y las comidas preparadas, reducir moda y el textil, y mantener como están los puestos de fruta y verdura.
Además, el estudio ofrece propuestas de mejora basadas en la imagen y los servicios, como lograr una homogeneización de las paradas; instalar un tótem informativo (con el plano del recinto, tipologías, servicios y horario); colocar aseos y probadores; aumentar los contenedores de reciclaje selectivo; instalar toldos para generar zonas de sombra y crear áreas de descanso con bancos. Otra opción plantea estudiar la inclusión de una nueva línea de autobús que pase por las diferentes zonas de Mutxamel y que llegue hasta el recinto del mercado.
Tipología de paradas
En el censo del mercado de venta no sedentaria de Mutxamel hay un total de 99 paradas dadas de alta con su actividad en el mercadillo, que presentan la siguiente estructura: Alimentación (charcutería, herboristería, salazones, frutos secos) 12; plantas y flores 3; restauración y comidas para llevar 3; frutas y verduras 25; ropa (mujer, hombre, infantil, lencería, trabajo) 34; calzado, complementos, marroquinería, bisutería y perfumes 12; otros productos (bienes ocasionales, regalos, bazar) 3; equipamiento y menaje del hogar (droguería y confección) 7. ES decir, el 60% de los puestos ofrecen ropa (con el 34%) y fruta y verdura (con el 25%).
De todas las personas encuestadas, el 76% de los clientes del mercadillo considera que Juan XXIII es una ubicación acertada. El segundo emplazamiento más elegido es la avenida Carlos Soler, y un 13% apuesta por una ubicación cercana al Mercado Municipal y/o la calle Ramón y Cajal. En la actual ubicación de Juan XXIII, se considera que hay una extensión de espacio suficiente para todas las paradas, accesibilidad rodada y peatonal, y espacios amplios para el aparcamiento en el perímetro. También se destaca la mayor sensación de seguridad para los clientes, el mejor control policial, y que solo hay afectados 6 vados permanentes y 5 actividades comerciales.
En la opción de la avenida de Carlos Soler, hay espacio suficiente para albergar todas las paradas, aunque eso conlleve el corte del tráfico rodado en la vía principal de Mutxamel, con el consiguiente cambio en la ruta de transporte público. Las paradas deberían estar más separadas para no tapar a los comercios ya existentes (64 comercios en la avenida) y edificios públicos. También quedan afectados 23 vados permanentes. En la otra opción de la calle Ramón y Cajal, hay más espacios de sombra dada la cercanía de los edificios, lo que conlleva que no existe el espacio suficiente para albergar el mercadillo. Además, las dificultades de aparcamiento, los problemas de tráfico al cortar 6 calles transversales, y las dudas que genera un espacio con peor visibilidad para realizar control policial, hace que sean muy pocos (un 12% los comerciantes y un 10% los clientes), los que apoyen esta otra propuesta.