Entrevista> Juan de Dios Vargas / Detective privado
La polémica en torno al restaurante de la Isla de Benidorm (llamada popularmente L’Illa) sigue eternamente estancada. A principios de este año la empresa mercantil que lo regenta desde hace décadas perdió su última batalla legal, cuando el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Alicante desestimó su recurso interpuesto contra el Ayuntamiento.
Según los propietarios en 1992 les fue concedida la licencia para establecer una actividad de restauración por silencio administrativo positivo, ya que el consistorio nunca respondió su solicitud. El juez dio la razón en parte al recurso, pero también determinó que en 2005 la isla pasó a considerarse como de “dominio público-terrestre”. Esto significa que la capacidad de autorizar una actividad recae desde entonces en el Gobierno de España y no en el Ayuntamiento.
Habla el detective
Así, el restaurante lleva operando sin licencia al menos 17 años, algo que fue luego reconfirmado por el Ayuntamiento cuando en 2018 emitió una resolución negándoles dicha autorización. Sin embargo… ahí sigue. Para entender este a priori desconcertante caso hemos hablado con Juan de Dios Vargas, detective privado que lo ha investigado a fondo.
También hemos contactado con el equipo de gobierno municipal de Benidorm para conocer su versión de los hechos, pero no han querido realizar declaraciones sobre este asunto.
«Los pagos con tarjeta se realizan al Hotel Nadal ya que el restaurante legalmente no existe»
¿Cómo empezaste a investigar este tema?
Fui contratado por la asociación de empresarios jóvenes Costa Blanca Marine. Cuando llegaron a Benidorm con interés por abrir atracciones acuáticas u otros servicios, se encontraron con que prácticamente todos los negocios relacionados con la playa eran propiedad de dos familias, que han estado disfrutando de todas las concesiones sin haberse presentado a concurso público alguno.
A principios de año los propietarios del restaurante se llevaron un nuevo revés judicial. ¿Ha cambiado esto la situación?
No. Todo sigue exactamente igual. Este verano la empresa ha continuado haciendo lo mismo. Ya no solo el restaurante, ellos también regentan los barcos que llevan a la gente a bordo y las casetas que están en el espigón donde se realizan las actividades acuáticas. Nada de eso se ha sacado a concurso público en contra de la ley.
Todo es exclusivo de la familia Cervera. Como las administraciones no actúan ellos siguen dando comidas y vendiendo platos donde se hacen las fotografías los turistas. Este verano habrán facturado entre tres y cuatro millones de euros según nuestros cálculos.
Al estar en ese vacío legal… ¿todos estos beneficios se declaran o no pagan impuestos?
El restaurante legalmente no existe. Así que cuando pides pagar con tarjeta, les toca llamar al Hotel Nadal también perteneciente a la familia Cervera. La última vez que estuve allí me pidieron el código y el CVC para transmitírselos telefónicamente a un empleado del hotel y que me hiciera el cargo, con lo peligroso que es dar esos datos a terceras personas. Al no haber tarjetero asignado al restaurante, lo hacen así. Y si pagas en metálico, pues todo en negro. Tampoco pagan ningún tipo de tasa municipal u ocupación de la vía pública.
Además hay otro fraude al que hicimos referencia en el informe. Cada pasajero que sube al barco debe pagar una pequeña cantidad a la Generalitat porque tiene la competencia en costas. Sin embargo, cuando pedimos el documento oficial a la Administración comprobamos que la empresa declaraba unas cantidades ridículas, por ejemplo de cien personas al día. Todo eso es dinero que lógicamente también se retrae de las arcas públicas.
«El funcionario encargado de las inspecciones tiene un hijo que trabaja para los Cervera»
En el pasado también se les acusó de echar sus residuos al mar sin ningún control…
Efectivamente antes quitaban el tapón cuando los visitantes se iban, por lo que todos los excrementos de los váteres se los comían los peces. Aquello era muy grave así que hace unos años en invierno instalaron unas depuradoras químicas en la propia isla. Ahora por lo menos el agua sí que sale depurada.
Por supuesto tampoco tenían ningún permiso administrativo para hacer esta instalación porque la isla no es de su propiedad, sino un parque natural donde cualquier actividad de esta índole está prohibida.
¿El personal está al menos dado de alta en la Seguridad Social?
Cuando nosotros estuvimos investigando verificamos que había algunos empleados sin dar de alta. Desde luego de haber alguno estará asegurado en el Hotel Nadal. De hecho en la propia tabla de precios que te dan cuando vas a comer allí pone el nombre del hotel. Como te digo, es un restaurante que oficialmente no existe.
Otro hecho significativo es que la propia esposa de Cervera está trabajando allí, a pesar de que está oficialmente jubilada desde hace bastantes años.
¿Y están sometidos a algún tipo de inspección administrativa?
Nosotros también descubrimos que el inspector encargado de supervisar la isla por el Servicio Provincial de Costas tiene un hijo que está trabajando para los Cervera. Hablamos del funcionario de la Generalitat que debe velar por el cumplimiento de la ley, y resulta que su hijo es uno de los patrones de los barcos que navegan a la isla.
«Este asunto lo habría solucionado un juez valiente que hubiera mandado precintar la isla»
¿Quién tiene la competencia para cerrar este restaurante?
El Estado. Alguna vez ha ido la Policía Local, pero quien de verdad debería actuar es el Seprona de la Guardia Civil. Por desgracia cuando vamos a hablar con ellos se escudan en que no tienen claro que sea su competencia, a pesar de que los propios juzgados lo han dictaminado así.
De hecho se da la paradoja de que la Guardia Civil y la policía se reúnen habitualmente aquí para hacer comidas y fiestas. También hay una peña gastronómica presidida por el propio alcalde de Benidorm que organiza comidas en el restaurante. Aunque todos ellos saben que es un establecimiento ilegal.
El Ayuntamiento anunció un proyecto para ubicar aquí un centro de interpretación medioambiental…
Esta idea surgió del propio Ministerio de Fomento, en la época que estaba José Luis Ábalos como ministro, cuando determinó que el inmueble actual debía ser derruido. Porque evidentemente en esta isla protegida no puedes tener un restaurante con cocinas y tres pistas.
Lo que ocurre es que el Estado es un elefante y solo dice lo que hay que hacer, al tiempo que el Ayuntamiento dice que es el Estado quien debe encargarse de derruir el restaurante. Entre unos y otros se pasan la pelota, y mientras tanto la familia Cervera se siguen llevando tres o cuatro ‘kilos’ al año.
«Los partidos políticos no quieren hacer nada aunque el tema sea gravísimo»
Cuesta creer que las administraciones sean tan inoperantes.
Aquí ha habido un componente claro de corrupción. Hace poco salió la noticia de que curiosamente la mayor macrocausa contra la mafia rusa de nuestra zona se ha caído por un defecto de forma y justo la jueza que llevaba el caso era la famosa del Juzgado de Instrucción número 1 de Benidorm, que ahora está en Madrid.
Todo esto lo hubiera solucionado un juez valiente que hubiera ordenado el precinto de la isla. Así se habría acabado el negocio de los barcos y con ello todo lo demás.
¿El Ayuntamiento realmente no puede hacer nada más?
Aquí nadie le ha querido nunca poner el cascabel al gato, mandara el PP o el PSOE. ¿Tú crees que un alcalde va a ordenar el cierre del restaurante con la de puestos de trabajo que dependen de los Cervera? Es una familia con mucho poder en Benidorm, incluso hasta son socios del Hotel Meliá.
«El servicio de barco hasta la isla y las actividades náuticas no salen nunca a concurso público»
¿Y las autoridades del Parque Natural de Serra Gelada?
El director del parque natural nunca se ha pronunciado, a pesar de que estamos hablando de una isla que está dentro de un paraje considerado por la Unión Europea con el nivel de protección máxima.
Lo irónico del asunto es que cuando bajas del barco con lo primero que te encuentras es un cartel que te dice que debes tener cuidado porque estás en una zona protegida. Hay también un guarda marino pagado por todos los contribuyentes que se supone que debe velar por la protección de la isla.
¿Cómo crees que acabará esto?
No lo sé. La verdad es que mi cliente, la asociación Costa Blanca Marine, está ya harto de destapar irregularidades y que luego no pase nada. Si en la política municipal hubiese ganado otro partido que no fuera el PP y el PSOE, tal vez otro gallo cantaría.
Lo cierto es que les hemos pasado la información a todos los partidos de Les Corts, y ninguno ha querido mover el tema. Ni siquiera han realizado una pregunta parlamentaria al Consell. Aunque sea un tema gravísimo que toca un parque natural, ya sabes que ellos prefieren hablar de chorradas.
El equipo de gobierno municipal de Benidorm no ha querido dar su versión de los hechos
Si el restaurante fuera por fin derruido… el servicio de transporte marítimo hasta la isla sí se mantendría, ¿no?
Sí, pero debe salir a pública subasta para que otros empresarios puedan optar. Igual que las casetas de las actividades náuticas. Ahora pides una factura y te mandan al carajo porque lo tienen todo en negro. A mí me llegaron a mandar a dos matones para que me tiraran al agua.
De hecho hemos tenido varios juicios contra ellos por haber recibido amenazas y coacciones, y los hemos ganado porque afortunadamente lo grabábamos todo. Aún así les da igual porque siguen llevándose de tres a cuatro millones por verano.
¿Y las actividades náuticas que se hacen por la zona?
Muchas de ellas también están regentadas por esta familia y son ilegales como la banana Split o el paracaidismo. Al estar la isla de Benidorm en un parque natural existen muchas limitaciones para no afectar a la biodiversidad marina.
Por ejemplo si tú vas a la Laguna Negra de Soria no puedes hacer nada de esto, porque te ponen un multazo, e incluso tienes que aparcar el coche fuera. Pero aquí no pasa nada.