Suelen ser el blanco de las críticas más facilonas y simplonas del ‘cuñadismo’ intelectual de aquellos que comienzan a peinar canas y que, en el fondo, saben que sus decisiones del pasado les han dejado en un complicado callejón vital en el que, como quedó patente durante aquella crisis de hace ya más de diez años y que nunca nos ha abandonado del todo, se han convertido en la primera generación que vive y vivirá por debajo del nivel de vida de sus padres.
Les han llamado de todo. ‘Ni-ni’, vagos, acomodaticios, perroflautas, adictos a las pantallas… Y sin poder negar que, como en cualquier generación anterior, en la actual hornada de jóvenes hay de todo, lo cierto es que a poco que uno se fije en su realidad vital es complicado no sentir una gran dosis de empatía hacia una generación a la que la precariedad laboral, la inaccesibilidad de la vivienda, el cambio climático y otros mil factores (pueden añadir, si quieren, la actual situación económica mundial), ha puesto en jaque algo tan fundamental como su propio proyecto de vida.
Moneda de cambio
Están, y es lógico, desencantados con la política. Con la clase política, sí; pero también con la propia política, que hace demasiado tiempo que se olvidó de ellos, convirtiéndolos en devaluada moneda de cambio de leyes de educación interesadas o de ‘paguitas’ (dicen sus críticos) con los que tratar de comprar sus votos (piensan sus impulsores).
Ante el auge de los populismos de uno y otro lado, esa última soga a la que siempre se ha agarrado el ser humano cuando todo parece perdido (repasen la historia del siglo XX), se han encendido, al fin, las alarmas y se han puesto en marcha, quizás demasiado tarde, diversas iniciativas para hacer a los jóvenes partícipes de las decisiones que les afectan.
Participan los municipios de Benidorm, Altea, l’Alfàs del Pi, Callosa d’en Sarrià, Finestrat, La Nucía, La Vila Joiosa y el Valle de Guadalest
Mayor poder de decisión
Así, los distintos ayuntamientos de la Marina Baixa han dado una nueva vuelta de tuerca al ya existente proyecto de los ‘corresponsales jóvenes’ creando ahora el de ‘embajadores jóvenes’, una iniciativa con el mismo espíritu, pero algo más ambicioso.
Se trata, en fin, de darles voz en todas esas cruciales decisiones que están tomando y van a tener que tomar los representantes públicos de sus respectivos municipios. Una labor que aquellos que la acepten realizarán de forma desinteresada y que les convertirá en una suerte de intermediarios entre la Administración y el resto de su generación. En embajadores, al fin y al cabo, de su mundo en otro completamente distinto.
Las solicitudes de participación se han de presentar en el Centro de Información Juvenil de la localidad en la que resida el joven
Comunicación bidireccional
Como cualquier embajador al uso, estos jóvenes tendrán la misión de favorecer un intercambio de información bidireccional entre la Administración y sus coetáneos. En ese sentido, elevarán a sus ayuntamientos y órganos comarcales las inquietudes y necesidades de su generación y, a la vez, trasladarán a sus compañeros las discusiones que los representantes municipales tengan con ellos.
Y todo, con especial atención en aquellas cuestiones que más les afectan o, al menos, en las que así lo consideran las administraciones de la Marina Baixa, que han confeccionado ese catálogo en el que aparecen cuestiones como festivales culturales, becas de estudios, transporte público o viajes.
Se pretende contar con la participación de chicos y chicas de entre 18 y 30 años de toda la comarca
Entre 18 y 30 años
El proyecto se encuentra todavía en fase inicial y se está centrando, en estos meses que quedan hasta que lleguemos al fin de 2022, en la búsqueda de esos embajadores jóvenes en los municipios de Benidorm, Altea, l’Alfàs del Pi, Callosa d’en Sarrià, Finestrat, La Nucía, La Vila Joiosa y en el Valle de Guadalest.
Se trata, en fin, de conseguir una radiografía clara y nada distorsionada de las necesidades del colectivo y, para ello, se pretende contar con la participación de chicos y chicas de entre 18 y 30 años de toda la comarca que no sólo se representen a modo individual, sino que también puedan ofrecer su punto de vista respecto a la realidad de la vida asociativa comarcal.
Altavoces de su generación
El edil de juventud de Benidorm, Jaime Jesús Pérez, es el representante de la ciudad con mayor peso poblacional de la comarca, y explica que lo que se pretende con esta iniciativa de embajadores jóvenes es “contribuir al desarrollo personal, la participación activa y el empoderamiento entre iguales, así como fortalecer la red juvenil de información y participación”.
Para ello, Pérez explica que los participantes, que lo harán de manera voluntaria, tendrán como misión “ser el altavoz del joven, difundir actividades y servicios locales y comarcales, participar en encuentros, y colaborar en campañas de conciencia y sensibilización”. Para ello, “habrán de desarrollar sus funciones teniendo en cuenta la educación en valores y el trabajo en equipo, obteniendo ventajas personales como el acceso a formaciones gratuitas de ámbito local o comarcal y una certificación de reconocimiento formal por parte de los ayuntamientos”.