En los años 80 el redovanero Antonio Baldo recibió un coche teledirigido como regalo de su novia (y futura esposa). Cuatro décadas más tarde se ha disputado el Campeonato del Mundo de Radiocontrol en su pueblo natal. Lo uno no habría ocurrido sin lo otro.
Este año el Circuito RC de Redován ha cumplido su décimo aniversario y ha celebrado está efeméride albergando por primera vez el Mundial el pasado septiembre. En 2023 será sede por segunda vez del Campeonato de Europa. Una curiosa historia la de esta infraestructura que merece la pena recordar.
Inicios en Orihuela
Cuando Antonio comenzó a practicar con el coche teledirigido que le había regalado su novia, le gustó tanto que buscó a otros aficionados en la Vega Baja. Así nació el Club de Automovilismo de Orihuela.
«Por aquel entonces no había ningún circuito donde correr en la comarca, por lo que solían ir a Elche. Hasta que en 1989 lograron convencer al Ayuntamiento para instalar un pequeño circuito cerca del campo de fútbol de Los Arcos» nos cuenta Bryan Baldo, su hijo.
Posteriormente se adecuó un nuevo lugar en El Palmeral, por detrás del Colegio Bellas Artes. Allí estuvieron los del Club durante muchos años practicando con sus pequeños vehículos. Conforme se fueron haciendo mayores tanto Bryan como su hermano Óscar siguieron los pasos de su padre.
Hasta 2012 practicaban en Orihuela pero el Ayuntamiento les prohibió su actividad
Búsqueda de un nuevo lugar
«De repente un concejal nos dijo que no podíamos continuar corriendo en el circuito del Palmeral porque supuestamente era contaminante para las palmeras. Es verdad que utilizamos vehículos de gasolina, pero de ahí a que puedan poner en peligro a una palmera… nos pareció incomprensible» recuerda Bryan.
Era 2012, los tiempos del tripartito en Orihuela, y el club se tuvo que buscar otro lugar. Difícil tarea pues no había ningún otro circuito para coches radio control en la Vega Baja. Dado que los Baldo regentan una empresa familiar en el sector de la construcción, fueron ellos quienes tomaron el liderazgo de buscar un lugar donde establecer un nuevo circuito. Barrieron para casa y empezaron por Redován.
«Tuvimos una reunión con el Ayuntamiento y se mostraron muy interesados. Nos ofrecieron varios lugares y elegimos el que nos pareció más adecuado» nos recuerda Bryan.
«Veo a varios pilotos españoles con posibilidades de ganar el Europeo de 2023» B. Baldo
Puesta en marcha
El circuito fue financiado con dinero del Club y de la propia familia Baldo. El Ayuntamiento ayudó también con el suministro de electricidad y agua. Actualmente Antonio sigue siendo su director y Bryan uno de los encargados.
«Para diseñarlo no nos fijamos en otro circuito específico. Como ya llevábamos tantos años compitiendo cogimos detalles que nos gustaban de varios sitios. Estuvimos dándole algunas vueltas al trazado sobre plano y jugamos con los desniveles que tenía el propio terreno. Creo que nos quedó algo muy chulo» nos asegura.
La primera gran competición que albergó el nuevo RC Redován fue el Campeonato de España 2014. Pronto se convertiría en uno de los circuitos de referencia a nivel continental, cuándo en 2016 se disputó aquí el Campeonato de Europa.
«Hay quien los considera juguetes cuando en realidad son vehículos muy complejos» B. Baldo
El Mundial
Este año el circuito ha dado un salto más siendo la sede del Campeonato del Mundo, la máxima competición oficial existente en este deporte de motor. Participaron representantes de 38 países, llevándose la victoria el piloto italiano Davide Ongaro.
«Creo que todo salió muy bien. Fue un evento que trajo a muchísimas personas a Redován. Solo contando a la gente de la competición y la organización superábamos las 500 personas. Sumando el público que vino, tanto el sábado como el domingo, llegamos al millar» nos asegura Bryan Baldo.
De hecho los organizadores habilitaron una grada supletoria en el circuito para que más personas pudieran ver las carreras. «Tuvimos que trabajar mucho porque un mundial son palabras mayores. De hecho nos obligan a cambiar al menos el 60% del circuito para que no pueda haber favoritismos ni ventajas» nos explican.
El motor de radiocontrol español está pasando actualmente por un buen momento y en el próximo Europeo, que se celebrará el año que viene en Redován, optaremos a la victoria. «Hay tres o cuatro pilotos españoles pegando muy fuerte. Tengo buenas expectativas de cara al Europeo, aunque es cierto que en este deporte el factor suerte tiene un papel muy importante. Al jugarte todo en una carrera, cualquier pequeño fallo puede mandarte al traste» nos aduce Bryan, quién también compite junto a su hermano Óscar.
Una actividad muy familiar
Cuando no hay carreras de competición, el RC Redován también está abierto a particulares que lo quieran reservar. «Es una actividad que sirve mucho para unir lazos entre padres e hijos o entre hermanos. Pasan un rato muy divertido. Aunque cuando te pones ya a competir junto a miembros de tu familia… a veces también te hace discutir un poco» nos señala Bryan entre risas.
El piloto redovanero define a su familia como unos enamorados de este deporte, aunque nos admite que a veces todavía tienen que escuchar ciertos comentarios despreciativos. «Hay quien lo considera un juguete. En realidad son vehículos muy complejos a los que se les puede introducir 60 o 70 variables distintas como diferenciales, amortiguadores, neumáticos, etc. Es casi como un coche real a escala. Me dicen que si estoy jugando con cochecitos pero realmente estoy compitiendo» nos aduce.