A las 9 horas del próximo domingo 11 de diciembre partirá una comitiva desde la Iglesia El Salvador de Mutxamel en romería hasta el Assut de Les Fontetes. Esta caminata será el último acto público de 2022 que se realizará en la localidad, como homenaje al milagro que -según la tradición católica- nuestra patrona la Virgen de Loreto realizó hace 425 años para salvar al pueblo de una inundación. La propia reliquia de la Mare de Déu saldrá de su camarín para procesionar por esta efeméride.
En realidad Nuestra Señora de Loreto se trata de una virgen la mar de milagrera. Este conocido como ‘Miracle de l’Assut’ no fue ni mucho menos el primero en su haber, de hecho ni siquiera es el primero ubicado en Mutxamel. Ya se sea creyente o ateo, no deja de ser bien curioso conocer aquellas grandes hazañas que se le atribuyen. Así que vamos a contarlas.
La virgen voladora
Para empezar, conviene explicar de dónde sale exactamente esta virgen. Dice la leyenda que la antigua casa donde se crió Jesús en Nazaret, aquella en la que el ángel Gabriel anunció a María que sería la Madre de Dios, se encontraba en peligro de destrucción en el siglo XIII. La razón era que los mamelucos, una civilización asiática muy guerrera, habían invadido la zona de Palestina-Israel.
Antes de que esta sacra vivienda fuera destruida, unos ángeles bajaron del cielo hasta Nazaret para arrancarla de su ubicación y llevársela a otro lugar más seguro. El viaje no fue precisamente corto, pues los seres divinos no aterrizaron hasta llegar al Reino de Croacia y tres años más tarde la volvieron a trasportar hasta la República de Ancona (en la actual Italia).
Dentro de la vivienda los lugareños hallaron una imagen de madera que representaba a la Virgen sosteniendo al niño Jesús. La llamaron Loreto dado que se encontraba en medio de un bosque de laureles (en latín ‘laurus’, cuyo nominativo sirve para expresar un lugar donde abundan es ‘lauretum’).
La leyenda dice que la Virgen de Loreto voló desde Croacia hasta Italia transportada por ángeles
El pintor de Biar
La llegada de esta virgen a Mutxamel se produjo a principios del siglo XVI, cuando arribó un artista biarense (de nombre desconocido) al pueblo ofreciendo tres cuadros de la Mare de Déu de Loreto para adornar la recién construida iglesia.
A pesar del desorbitado precio que pedía por sus obras, el vecino mutxameler Juan Artés organizó una colecta por las casas para poder comprar al menos una de las pinturas. Así se convirtió en la patrona del municipio.
En menos de 52 años de diferencia, primero generó lluvia y luego evitó una inundación
Milagro de la Lágrima
Pocos años después, los agricultores mutxamelers organizaron una rogativa para pedir lluvia, dado que nuestra huerta estaba sufriendo una de sus tan habituales épocas de sequía. Fue el 1 de marzo de 1545 cuando los devotos campesinos sacaron el cuadro de la Virgen de Loreto para procesionar en dirección hacia Santa Faz y llevarla así en compañía de la tela de su hijo.
En el viaje de regreso, de repente el portador de la pintura, monseñor Lorenzo Reiza, notó un gran peso y pidió ayuda ya que no podía sostenerla por sí solo. Los que estaban a su alrededor miraron hacia el cuadro y vieron estupefactos como brotaban lágrimas de la cara de la Virgen.
Este ‘Miracle de la Llàgrima’ recuerda mucho al de la propia Santa Faz. La historia es similar; según dice la tradición la imagen de Jesús comenzó a llorar en una procesión de rogativa para pedir que lloviera en 1489. En ambos casos, supuestamente, la sequía acabó y los agricultores disfrutaron de grandes cosechas.
En el siglo XVI un pintor de Biar trajo el cuadro de la Virgen para la iglesia de El Salvador
El Milagro del Asud
El ‘show’ de la Virgen de Loreto no se acabó ni mucho ahí. A finales del verano de 1597 los mutxamelers se encontraron justo con el problema inverso, una gran gota fría amenazaba con arrasar el pueblo entero.
El 9 de septiembre, tras varios días de lluvia, un grupo de vecinos se congregó frente a la entrada de la Iglesia para demandar a su patrona que evitara el desbordamiento definitivo de la Séquia Major, lo cual habría supuesto la completa inundación de la localidad y un auténtico desastre.
Ni corta ni perezosa, la Mare de Déu acudió de nuevo al rescate de sus devotos y lanzó una gran roca para taponar la acequia en el Assut de Les Fontetes. Problema resuelto. Otra vez lo había vuelto a hacer.
Cuando los vecinos se acercaron advirtieron que en el pedrusco se percibía la marca de la suela de un zapato, lo cual interpretaron como la patada que la propia virgen le había dado para que se desprendiera… como si fuera un balón de fútbol. Por eso desde entonces a aquella zona se la conoce como La Sabateta.
De milagro en milagro
Así pues, tenemos una virgen con una trayectoria de lo más agitada. Cuando no se va volando de un país a otro -unos cuantos siglos antes del invento de la aviación- igual te genera lluvia como que te evita una inundación. No en vano también es la patrona de muchas otras localidades, entre ellas Santa Pola o Xàbia.
Precisamente el 10 de diciembre (fecha de su llegada vía aire a Ancona en 1293) se celebra la fiesta anual de la Virgen de Loreto, razón por la que se ha querido organizar la citada procesión en Mutxamel para el domingo siguiente. Y quién sabe si doña Loreto todavía nos reserva alguna sorpresa más para el futuro.