Entrevista> Pablo Llorente Requena / Poeta (Petrer, 2-febrero-1986)
Pablo Llorente, conocido popularmente en el mundo del slam como Pablowski, lleva más de una década dedicado en cuerpo y alma a la poesía. Después de haber publicado cuatro poemarios y haber pasado por tres competiciones nacionales, el petrerí acaba de hacerse con su primera victoria en el Campeonato Nacional de Poetry Slam, representando a la sede de Poetry Slam Alicante.
Paralelamente a su labor como poeta, es profesor de secundaria y bachillerato en plástica y dibujo artístico, y trabaja en dos asociaciones de salud mental.
¿Esperabas proclamarte campeón de España de Poetry Slam?
No me lo esperaba, en absoluto. Para mí esta victoria supone un triunfo y un motivo de orgullo porque ya llevo unos seis años participando en este tipo de eventos. Mis compañeros y compañeras se alegraron de mi triunfo, me dijeron que me lo merecía y que había ganado la poesía. Ha sido uno de los días más bonitos de mi vida.
«En el slam tienes tres minutos para recitar tus poemas en vivo»
¿Qué te llevó a iniciarte en este tipo de competiciones poéticas?
La primera vez que supe del slam fue en un recital de poesía de la universidad. Cuando terminé de recitar, una compañera me preguntó si yo era slamer y yo ni siquiera sabía qué significaba esa palabra. Me puse unos vídeos en Youtube para tener más información y me encontré con actuaciones de Isa García e Iñaki Nazabal, ahora compañeros y amigos.
En cuanto lo vi me quedé enamorado de la posibilidad de tener tres minutos de tiempo en los que poder recitar tus propios poemas.
¿Recuerdas tu primera actuación?
Sí, fue en Barcelona en 2016. Estuve durante tres semanas trabajando en un texto escrito y cuando fue mi turno, salí al escenario y a los treinta segundos de empezar me quedé en blanco y tuve que improvisar. Fue bonito, pero también un desastre.
«La poesía pasa por un mal momento y cada vez va a peor»
Después de varios años presentándote a competiciones de slam y escribiendo libros de poesía, ¿de dónde dirías que viene tu interés por este género?
En el colegio me llamaba mucho la atención cuando contábamos sílabas con la poesía. Sin embargo, me empezó a interesar verdaderamente cuando con dieciséis años suspendí lengua y literatura.
Me pasé todo el verano memorizando y creando recursos literarios, así como leyendo una antología de Miguel Hernández y una bibliografía del Che Guevara.
¿Te ha influido el poetry slam en tu forma de escribir como poeta?
No como tal, pero sí que es cierto que cuando escribes para slam empiezas a entender diferentes técnicas que sabes que funcionan.
¿Cómo te definirías como slamer?
Mis poemas van incrementando su energía a medida que avanzan. En ellos empleo mucho las aliteraciones, recursos literarios y me gusta jugar con los silencios. Como tengo formación en Bellas Artes, especializado en pintura, también intento crear unas imágenes muy potentes a través de metáforas.
Pero, sobre todo, soy muy friki de la vocalización porque quiero que todo se entienda perfectamente y a la vez dar mucha musicalidad a las piezas. Debo reconocer que el slam me ha cambiado la vida.
«Mis poemas van incrementando su energía a medida que avanzan»
Hablando de poesía, ¿en qué situación se encuentra la misma?
No pasa por su mejor momento. Es cierto que hay personas de redes sociales que sí que venden muchos libros pero, para mí, eso no es poesía porque son libros sin apenas recursos literarios y con frases muy manidas. La poesía, tal y como yo la considero, pasa por un mal momento y cada vez va a peor.
Sí que hay honrosas excepciones, como la del joven poeta Mario Obrero, que pese a su juventud ya tiene varios premios importantes a sus espaldas.
Entonces, ¿despierta el interés en las nuevas generaciones?
Parece una contradicción, pero creo que sí puede despertarlo, especialmente por el slam. Por ejemplo, en Barcelona se hacen talleres de slam desde hace más de diez años, es casi como una asignatura escolar más.
Cuando los jóvenes descubren la poesía, no como un compendio de autores, fechas y recursos literarios, sino como una disciplina en la que se les brinda la libertad de escribir, se pueden ver auténticas maravillas.
A nivel profesional, ¿en qué proyectos estás trabajando?
Llevo más de un año inmerso en la obra de Miguel Hernández porque estoy preparando un espectáculo poético, que tendrá alguno de mis poemas más sociales y otros del poeta oriolano, así como una puesta en escena y música muy potente.
Es un proyecto muy emocionante que quiero dar a conocer en todos los pueblos de nuestra tierra.
Cuatro libros publicados
A lo largo de estos años Pablo ha publicado los poemarios ‘Poemas de un bohemio’, ‘El dulce sabor del pesimismo y una lagarto entre reptiles’, ‘Antología de poetas de Petrer’, ‘Versos escritos en un colchón bomba’ y ‘La hegemonía de las golondrinas’. Tiene material para publicar nuevas obras, pero actualmente carece del tiempo necesario para ello.