Entrevista> María José Serna Rodríguez / Psicóloga y docente (Albatera, 4-abril-1969)
El día 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, la enfermedad mental más habitual en España según el informe de Fundamed (2021), que dice que casi tres millones de personas tienen un diagnóstico de depresión en nuestro país.
El objetivo de este día no es otro que dar visibilidad y sensibilizar a la población acerca de este trastorno, por lo que nos hemos puesto en contacto con la psicóloga sanitaria María José Serna, que nos habla en profundidad sobre esta enfermedad.
Descríbenos la depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por un sentimiento constante de tristeza, de ánimo decaído, de falta de motivación por realizar aquellas actividades en las que antes se disfrutaba.
¿Es importante la detección precoz de la enfermedad?
El diagnóstico y la intervención temprana de la depresión son fundamentales. De hecho la clave para tener un buen pronóstico está en la detección precoz, ya que permite evitar tanto el deterioro progresivo del paciente como problemas añadidos que puedan agravar aún más la depresión.
¿Cómo podemos identificarla?
Para poder identificarla al menos uno de los siguientes elementos debe estar presente durante un mínimo de dos semanas: un estado de ánimo abatido o una clara reducción del interés o placer en todas o casi todas las actividades durante la mayor parte del día, una pérdida de interés o insatisfacción general.
¿Cuál es su tratamiento?
Cada tipo de depresión requiere un enfoque diferente, aunque una combinación de antidepresivos y terapia cognitivo-conductual, a menudo funciona de la mejor manera.
Se aprende a pensar de manera diferente intentando romper el círculo vicioso negativo.
«Las mujeres son aproximadamente dos veces más propensas que los hombres a sufrir depresión»
¿Qué tiempos marca esta enfermedad?
La mayoría de las personas suelen estar completamente bien entre cuatro y seis meses. Lo habitual es la desaparición de todos los síntomas con el tratamiento y la recuperación total.
¿Está todo el mundo expuesto a ella o hay factores que influyen en la predisposición a sufrirla?
La depresión afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, procedentes de todas las edades y condiciones sociales. La causa es compleja, ya que en su aparición intervienen factores psicosociales como el estrés, genéticos y biológicos.
Los estudios dicen que hay más mujeres que hombres que la sufren. ¿A qué crees que se debe este dato?
Las mujeres son aproximadamente dos veces más propensas que los hombres a sufrir depresión. Está asociado con factores biológicos, características hereditarias, y circunstancias y experiencias de la vida.
Esto puede deberse a las responsabilidades adicionales de cuidado de los miembros de la familia y del hogar, que tienden a recaer en las mujeres. Suelen tener salarios más bajos y empleos menos seguros que los hombres y, además, son más propensas a ser víctimas de violencia doméstica.
¿Indican los números una edad más tendente a ella?
Según los datos publicados, la etapa de aparición de este trastorno es más frecuente entre los 30 y los 40 años.
Hubo picos significativos en los pacientes depresivos tras la pandemia. ¿Lo notaste particularmente en tu consulta?
Sí, hubo un incremento notable sobre todo en mujeres y jóvenes con rasgos depresivos, que fueron los más vulnerables.
¿Tienes hoy en día muchos pacientes con esa afección?
Por supuesto, los psicólogos siempre tenemos pacientes con esta patología. Es una enfermedad más común de lo que se piensa.
¿Suele ocurrir que los pacientes tengan recaídas?
Lo habitual es la desaparición de todos los síntomas con el tratamiento, aunque existe el riesgo de desarrollar otro episodio depresivo después de la recuperación total.
Cuando la persona está recibiendo tratamiento y se realiza un seguimiento adecuado, el riesgo de que los síntomas y el sufrimiento vuelvan a aparecer se reduce notablemente.
¿Qué se puede hacer para prevenir la aparición de la depresión?
Podemos prevenir este trastorno cuidándonos física y emocionalmente. Tenemos que cuidar la salud, alimentarnos de forma equilibrada, realizar deporte, evitar el estrés, tener un entorno social saludable y aprender a manejar las emociones que, en muchos casos, no sabemos gestionarlas.