El próximo día 22 de enero, domingo, Benidorm y, por extensión, todo el mundillo del ciclismo español vivirá un momento histórico porque será entonces, cuando tras once años de ausencia, la más importante de las competiciones de la especialidad invernal del deporte del pedal, la Copa del Mundo de ciclocross -no confundir con el Campeonato del Mundo-, volverá a España con la prueba que se celebrará en el circuito diseñado entre los parques de Foietes y El Moralet.
Hasta ese momento, el torneo de mayor relevancia del invierno ciclista, auspiciado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y organizado, desde hace pocas temporadas, por una empresa tan potente como Flanders Classics, sólo habrá recalado en España en once ocasiones previas, todas ellas en el circuito vasco de Igorre.
La parrilla de salida contará con la presencia de Mathieu van der Poel, Wout Van Aert y Tom Pidcock
Los mejores, presentes
El auge que está viviendo el ciclocross en los últimos años se puede explicar a través de múltiples factores. Quizás, la semilla de todo ello haya que buscarla en la figura del belga Sven Nys, el mejor especialista de la historia y que dominó los inviernos de finales de los 90 hasta mediados de la década pasada.
Fue él, apodado ‘El Caníbal de Baal’, quien convirtió un deporte en clara decadencia en un fenómeno mundial que despertaba ya el interés de grandes marcas no sólo en Europa, sino también en Estados Unidos.
Pero el ganador de un total de 292 carreras no pudo conseguir que su impulso fuera más allá del reducido ámbito del ciclismo. Para que eso sucediera, todavía habría que esperar unos años más. Sus herederos directos, Mathieu van der Poel y, sobre todo, Wout Van Aert sí lo han conseguido. Ellos, héroes ahora en el ciclismo de carretera, comenzaron en el barro y siguen apareciendo cada invierno en los principales circuitos, como será el caso del de Benidorm.
Tres ‘llenacircuitos’
No serán los únicos, claro. Junto a ellos, otro nombre completa la tríada de los ‘llenacircuitos’: el británico Tom Pidcock. El actual campeón del mundo de la especialidad ha seguido el mismo camino que el neerlandés y el belga y, tras unos inicios muy centrados en el invierno, ha dado ya el salto a la ruta de manera muy exitosa.
Alrededor de ellos, nombres de hombres y mujeres muy conocidos por los aficionados: Eli Iserbyt, Michael Vanthourenhout, Fem Van Empel, Lucinda Brand, Denise Betsema, Ceylin del Carmen Alvarado, Marianne Vos, Lars van der Haar, Laurens Sweeck. Todos ellos y muchos más compondrán, salvo lesión o impedimento de última hora, las parrillas de salida de las carreras de Benidorm.
Hace once años que la Copa del Mundo de ciclocross no visita España
Felipe Orts, el héroe local
Y mientras el ciclocross crecía en fama y notoriedad internacional, un jovencísimo ciclista de La Vila Joiosa iba abriendo su propio camino en un territorio en el que el ciclismo español ha sido, tradicionalmente, instrascendente. Felipe Orts ya dio una muy buena muestra de lo que es capaz cuando se proclamó subcampeón del mundo de la categoría Sub-23 en Bieles (Luxemburgo) en una tarde tan mágica como histórica del año 2017.
Desde entonces, ya en el campo profesional, su progresión ha sido sencillamente espectacular, llegando a esta temporada 2022-2023 en el mejor estado de forma de su vida, siendo ya un fijo en el top10 de las mejores carreras del mundo y, sobre todo, dando la clara sensación de que el podio internacional ya no es una quimera, sino sólo cuestión de tiempo y, como siempre en el deporte, un poco de suerte.
Pascual Momparler, el hacedor
La Copa del Mundo de ciclocross, decíamos, volverá a España después de once años de ausencia y lo hará por vez primera fuera de la que ha sido su cuna y tierra santa: Euskadi. En Igorre, como en algún otro circuito vasco, han tratado en repetidas ocasiones, a lo largo de la última década, de volver a acoger la máxima expresión del ciclismo invernal del mundo, pero ese caro y complicado reto siempre se les resistió.
Entonces, ¿cómo ha conseguido Benidorm hacerse con esta prueba? Los factores para explicarlo, de nuevo, son muy variados, pero pueden resumirse en un nombre y en dos personas: Pascual Momparler. El actual seleccionador nacional de ciclismo y organizador de la carrera de Benidorm creció en un hogar donde el ciclismo era religión y su padre, del mismo nombre y ya fallecido, fue uno de los grandes impulsores de la especialidad en España.
En Bélgica y Países Bajos el ciclocross es uno de los deportes más seguidos con altas cuotas de pantalla
Fenómeno televisivo
Pero el empeño de una sola persona no basta para alinear todos los intereses que son necesarios para acoger una cita de este calibre. Momparler, claro está, supo hacer ver a los gestores locales -y provinciales, ya que la Diputación de Alicante también apoya la iniciativa a través del Patronato de Turismo Costa Blanca- la gran herramienta de promoción que la Copa del Mundo de ciclocross podía ser en determinados mercados emisores.
Baste como ejemplo que en Bélgica y Países Bajos, los dos países que cada domingo se paralizan para seguir las evoluciones de los especialistas del barro, las retransmisiones de las principales carreras del calendario invernal rara vez bajan del 70% de cuota de pantalla televisiva y superan, con mucha frecuencia, el umbral del 80%.
Aumento en el número de carreras
Así mismo, la actual organizadora, por delegación de la UCI, de la Copa del Mundo, Flanders Classics, decidió hace un par de años aumentar significativamente el número de pruebas valederas para el torneo. En la temporada 2020-2021 se pasó de nueve a catorce, aunque llegó la pandemia y sólo se pudieron organizar un total de cinco carreras.
El pasado año se tenían previstas dieciséis y sólo se tuvo que suspender una, mientras que este año la cifra total será de catorce en ocho países distintos (Estados Unidos, República Checa, Bélgica, Países Bajos, Irlanda, Italia, Francia y, por supuesto, España).
La de Benidorm será la penúltima prueba de esta edición y se ubica sólo dos semanas antes del Mundial
El tirón de la marca Benidorm
Ese aumento en el número de pruebas abrió espacio para nuevas carreras y desde Flanders Classics se tuvo claro que Benidorm, que ya había mostrado su interés, era una sede que podía ayudar enormemente a potenciar la propia imagen de la Copa del Mundo en sectores de la sociedad que viven ajenos al ciclismo, pero que sí se interesan por lo que acontece en la capital turística. Algo así como lo que el Benidorm Fest supuso a Eurovisión.
En ese sentido, cabe destacar que la marca Benidorm tiene una enorme repercusión, no sólo en esos mercados emisores de los que ya hemos hablado y donde el ciclocross no necesita de más promoción; sino también en otros importantes mercados como es Reino Unido, donde Flanders Classics tiene mucho interés en entrar con la vista puesta de llevar una de sus pruebas a Londres.
Un circuito distinto
Para la prueba de Benidorm, como no podía ser de otra manera, se ha preparado un circuito distinto a los que suelen ser habituales en las campas de Centroeuropa, donde prima, sobre todo, el color verde del césped y su gradual transformación, según van pasando las vueltas y las carreras, en el marrón del barro.
Aquí, por la propia particularidad del terreno y de la climatología, se ha optado por un circuito muy mediterráneo: rápido, seco, con zonas muy técnicas y en la que el desnivel, importante para este tipo de carreras, jugará un papel fundamental a la hora de ir minando la fuerza de los corredores.
El corredor de La Vila Joiosa, Felipe Orts, tendrá la oportunidad de correr ante su propio público
Una combinación perfecta
Se desarrollará entre los parques de El Moralet y Foietes ofreciendo, de esta manera, dos circuitos en uno. El primero, mucho más boscoso, hará las delicias de los más puristas, ya que ofrecerá esas imágenes tan típicas de los ciclistas evolucionando sobre un terreno muy ‘crosser’, mientras que el segundo planteará un concepto que cada vez se está poniendo más de moda en el ciclocross: las pruebas urbanas.
Se trata, en definitiva, de acercar las carreras a los centros urbanos sin que las mismas pierdan su esencia. Hacerle la vida más fácil al aficionado para que no tenga que desplazarse a zonas rurales o agrícolas para disfrutar de su pasión. Y en eso, Benidorm ha triunfado antes incluso de que el primer corredor llegue a la ciudad.
Dos áreas difíciles de casar
El propio Pascual Momparler ha explicado que el de Benidorm “es un circuito con dos puntos muy bonitos, difíciles de casar en un mismo trazado… y espectaculares. Es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en otras pruebas: muy técnico, con algunas zonas de fuerza y, sobre todo, con desnivel”.
Para garantizar que la experiencia satisface a los más exigentes, “hemos buscado el máximo desnivel posible para que gane el ciclista que demuestre ser el más fuerte y el más técnico a la vez. La primera parte del recorrido, que transcurre por el Parque de Foietes, es la más técnica. Allí, los ciclistas tendrán que competir por tramos contraperaltados, pasar por diversos obstáculos, subir escaleras… La segunda nos mete de lleno en un bosque mediterráneo, y es ahí donde al corredor le puede fallar ‘el motor’ o le pueden abandonar las fuerzas en las últimas vueltas”.
Nunca antes la Copa del Mundo había visitado España fuera del circuito de Igorre
Circuito muy completo
Por su parte, Felipe Orts se ha mostrado también encantado con el diseño del trazado de Benidorm. “Es un circuito bastante completo, con una primera zona muy revirada desde la que se encara hacia el bosque con una parte bastante dura. Hay zonas en las que tocará ir a pie, con tablones, con banco de arena, con una parte muy dura, con otra muy técnica… al final, eso es lo que se busca en un ciclocross”.
En su opinión, la clave del día estará en “la zona del bosque, que es una parte mucho más rápida mientras que la zona de abajo, en el Parque de Foietes, tiene más dificultad técnica. Creo que va a ser un circuito muy vistoso de cara al público. Siendo la carrera de casa, no puedo ponerle otra nota que no sea un diez”.
La historia de la Copa del Mundo en España
1993 – 1º Paul Herygers (Bel) / 2º Danny De Bie (Bel) / 3º Adrie Van der Poel (PBa).
1994 – 1º Daniele Ponotoni (Ita) / 2º Jérôme Chiotti (Fra) / 3º Paul Herygers (Bel).
1995 – 1º Daniele Pontoni (Ita) / 2º Luca Bramati (Ita) / 3º Jiri Pospisil (Che).
2001 – 1º Sven Nys (Bel) / 2º Bart Wellens (Bel) / 3º Erwin Vervecken (Bel).
2005 – 1º Bart Wellens (Bel) / 2º Petr Dlask (Che) / 3º Enrico Franzoi (Ita).
2006 – 1º Sven Nys (Bel) / 2º Bart Wellens (Bel) / 3º Klaas Vantornout (Bel).
2007 – 1º Sven Nys (Bel) / 2º Bart Wellens (Bel) / 3º Klaas Vantornout (Bel).
2008 – 1º Sven Nys (Bel) 2º Klaas Vantornout (Bel) / 3º Erwin Vervecken (Bel).
2009 – 1º Zdenek Štybar (Che) / 2º Niel Albert (Bel) / 3º Sven Nys (Bel).
2010 – 1º Niels Albert (Bel) / 2º Francis Mourey (Fra) / 3º Sven Nys (Bel).
2011 – 1º Kevin Pauwels (Bel) / 2º Sven Nys (Bel) / 3º Tom Meeusen (Bel).
Los mejores de la Copa del Mundo
Más trofeos masculinos: Richard Groenendaal, Sven Nys y Wout Van Aert (todos con tres ediciones).
Más carreras ganadas masculinas: Sven Nys, 50 victorias.
Más podios masculinos: Sven Nys, 83 podios.
Más trofeos femeninos: Daphny van den Brand y Sanne Cant (ambas con tres ediciones).
Más carreras ganadas femeninas: Marianne Vos, 28 victorias.
Más podios femeninos: Marianne Vos, 55 podios.