A mediados del pasado siglo miles de andaluces llegaron a nuestra provincia, en general buscando mejores salarios que los proporcionados por el sector primario en su tierra natal. Era la época del boom turístico, y por toda la Costa Blanca surgió una importante necesidad de mano de obra que cubrió en gran medida la inmigración nacional.
Muchos de ellos llegaron a San Vicente del Raspeig, un municipio que en los años 50 apenas rebasaba los 8.000 habitantes, pero que hoy en día roza ya las 60.000 personas censadas. Sin duda los andaluces contribuyeron decisivamente al enorme crecimiento demográfico experimentado por nuestra localidad.
Creación de la casa
En 1994 un grupo de estos inmigrantes establecidos en San Vicente se reunieron en el bar Pascualet para tomar unas cervezas. De aquella inocente quedada surgió la idea de crear una casa andaluza en el municipio. El primer presidente fundador fue Francisco Carrión.
Algunos eran albañiles, mientras que otros trabajaban en la antigua cementera o en la fábrica de aluminio de Alicante. Sobre todo eran cordobeses, granadinos y jienenses.
Durante los primeros años se establecieron en un bar, y luego alquilaron el local de la calle Alcoy donde tienen su sede actual. Los socios lo adornaron con varios arcos al más puro estilo mozárabe, como si fuera una instancia de La Alhambra de Granada.
La noche del 5 de enero, tras la Cabalgata, un Rey Mago y un paje real llegarán a la Casa de Andalucía
Un inmigrante, una historia
Cada uno de estos inmigrantes tiene su propia historia detrás de cómo llegó a nuestra tierra desde el sur. “Yo vengo de una familia procedente de Carmona, en la provincia de Sevilla. Mi padre era capataz en una finca y se vino hasta aquí para trabajar con el empresario taurino Paquito Esplá” nos relata Toñi Pulido, presidenta de la Casa de Andalucía ‘Antonio Machado’.
En su caso personal, ella llegó al barrio alicantino de San Juan Playa cuando tenía solo cuatro años de edad. “Mi padre siempre me gastaba la broma de que si no hubiéramos venido aquí, yo y mis hermanas habríamos sido porqueras” nos cuenta entre risas.
Toñi se casó con un bilbaíno también radicado en nuestra provincia y un día se acercaron a la Casa de Andalucía en Alicante, porque querían aprender a bailar sevillanas. “Nos gustó tanto que desde entonces nos quedamos. Luego nos trasladamos a la casa sanvicentera” nos señala. Después de ejercer como secretaria en la junta dirigida por el anterior presidente Manuel Francisco López, desde 2018 dio el paso de convertirse en presidenta.
El nuevo belén de la Casa se puede visitar durante estas fiestas navideñas
Actos navideños
Después de casi tres décadas, hoy en día la entidad está totalmente integrada en la vida cultural de San Vicente. “Al principio nos costó un poco que el municipio nos tomara en cuenta, pero ahora ya participamos en todas las fiestas locales. Siempre nos llaman para cualquier acto” nos indica Toñi.
Igualmente en la Casa de Andalucía también se organizan numerosos eventos propios como actuaciones musicales de flamenco o comidas de convivencia. El pasado 18 de diciembre fueron anfitriones del Certamen de Villancicos Rocieros celebrado en el Auditorio de San Vicente, donde participaron diferentes casas andaluzas de la provincia.
Para recibir el nuevo año, este 31 de diciembre celebrarán su clásica cena de Nochevieja. Y el 5 de enero, tras la Cabalgata de Reyes, un rey mago acudirá al local, acompañado de su paje real, para repartir regalos.
Además en estas fiestas navideñas el local está abierto durante los fines de semana, y la mayoría de tardes entresemana, para que cualquier persona pueda visitar el curioso belén artesanal que han colocado en su interior. Ha sido realizado por los propios socios, dirigidos por la ubriqueña Paqui Carabot, y está completamente renovado respecto al del año anterior.
«Hoy en día tenemos también socios que no son andaluces» T. Pulido (presidenta)
Una casa abierta
Más allá de las Navidades, en el local de la Casa de Andalucía se celebran todo tipo de efemérides como la Semana Santa, San Valentín, Halloween, etc. Aunque por supuesto su fecha grande es el 1 de marzo (Día regional andaluz). Ya durante la última semana de febrero van organizando actos conmemorativos como conciertos, bailes regionales o una noche gastronómica de platos típicos.
Asimismo a lo largo de todo el año se realizan clases de coro, sevillanas y costura, que están abiertas tanto para los socios como para cualquier interesado en aprender este tipo de artes folclóricos.
“A día de hoy tenemos socios que son sanvicenteros o alicantinos sin ninguna vinculación familiar con Andalucía, pero que les gusta el rollo que llevamos. Siempre digo que hay dos tipos de andaluces: Los de nacimiento y los de corazón. Aquí todo quien quiera apuntarse tiene las puertas abiertas” nos manifiesta la presidenta.
Andaluz aquí, alicantino allá
A pesar de que muchos andaluces llevan ya décadas aquí, nos reconocen que todavía continúan sintiéndose de ambos sitios a la vez. “Yo vuelvo todos los años a Sevilla porque sigo teniendo primos y demás familia. De hecho mi hija se casó el año pasado allí. A veces tienes la sensación de que eres ‘el andaluz’ cuando estás en San Vicente, y ‘el alicantino’ cuando estás en Andalucía. A mí me dicen que tengo acento de fuera en los dos sitios”, nos confiesa riéndose.
Solo en nuestra provincia hay una veintena de casas regionales andaluzas organizadas en dos federaciones distintas. La sanvicentera está adscrita a la federación que engloba a las localidades que están más al sur, como la Vega Baja o el Bajo Vinalopó.