ENTREVISTA> David Pascual / Escritor (Petrer, 26-abril-1979)
El escritor de Petrer, David Pascual, vuelve a sacar nueva obra. En esta ocasión regresa con ‘Cartas a Dânia’, dedicado a su hija de trece años, donde refleja algunas de las preocupaciones que más angustian a los adolescentes en esa edad tan difícil en la que todavía están descubriendo el mundo y tejiendo su personalidad.
Escrito en forma de poemas, el libro tiene un carácter benéfico puesto que el cien por cien de la recaudación obtenida con su venta irá destinada a la asociación Sense Barreres.
¿Cuáles son las motivaciones que te han llevado a escribir el poemario ‘Cartas a Dânia’?
Está dedicado a mi hija Dânia y trata sobre las preocupaciones que tenemos los padres con nuestros hijos adolescentes cuando pasan de la niñez a la adolescencia.
En él, le doy consejos y opiniones en forma de verso y está sustentado en cuatro de los primeros libros que leyó: ‘Alicia en el país de las maravillas’, ‘El Principito’, ‘El mago de Oz’ y ‘La historia interminable’. En torno a ellos voy haciendo referencia a su vida cotidiana de una forma muy simbólica.
«El libro habla sobre las preocupaciones de nuestros hijos cuando pasan de la niñez a la adolescencia»
¿Con qué temática se va a encontrar aquí el lector?
Son consejos sobre problemáticas e inquietudes que tiene la gente de la edad de mi hija, como el tránsito de la niñez a la adolescencia, el despertar de la sexualidad, el bullying, etc.
Lo terminé en diciembre de 2021 y aunque al principio no pensaba publicarlo porque mi intención era seguir escribiendo novela, mi hija me insistió en que lo hiciera.
Dado que tus dos primeras obras fueron poemarios y la siguiente, ‘Entre blanco y negro’, una novela, ¿se puede entender que ‘Cartas a Dânia’ es una vuelta a tus orígenes?
En cuanto a lo que es la poesía sí. Ahora ya he abandonado aquella voz poética que tenía con veinte años donde la simbología de aquellos poemas era más oscura, más simbolista, más barroca, más difícil de entender y más rebuscada, así que esta es una obra más accesible al público en general. Digamos que salí un poco de la poesía, pero la poesía no salió de mí.
«He vuelto de nuevo a la literatura y con fuerzas para seguir escribiendo»
En la confección de tu libro anterior fue clave la colaboración de tu hija, ¿también ha sido así en este?
Me ha ayudado, aunque no a la hora de redactarlo. ‘Cartas a Dânia’ está sustentado en conversaciones que hemos tenido mi hija y yo a lo largo de estos dos últimos años.
Precisamente, una de las cosas que me han sorprendido positivamente de ella es que a su edad ha empezado a escribir un poemario. Creo que tiene futuro y facilidad para la poesía y eso me alegra mucho. Espero que algún día lo pueda publicar.
¿Sigue siendo escribir una terapia para ti?
Sí, aunque también depende de si es poesía o narrativa. La poesía es una especie de sangría, con ella me libero mucho de los sentimientos y las emociones que ocurren en el día a día y me ayuda un poco a evadirme. La novela es diferente, es una especie de juego en el que creas unos personajes, una historia, una vida y unos escenarios que no existen y que te gustaría que existieran.
Lo recaudado con la venta irá destinado a Sense Barreres
Estuviste prácticamente veinte años sin publicar nada y ahora sacas dos obras con muy pocos meses de diferencia. ¿Necesitabas canalizar todo ese torrente creativo acumulado durante todo este tiempo?, ¿se puede decir que has vuelto a meterte de lleno en el mundo literario?
Yo diría que sí, estoy de nuevo en activo y con fuerzas para seguir escribiendo. Incluso he participado en algún concurso literario. Entre los proyectos que tengo entre manos estoy barajando lanzar el año que viene la secuela de ‘Entre blanco y negro’, y tras los tres poemarios publicados, tengo ya preparado un cuarto para presentarlo a concurso. Todo lo iré sacando poco a poco y con calma.
¿Cómo ha evolucionado el David Pascual que dejó de lado la literatura hace dos décadas?
He aprendido mucho. El David de ahora es más maduro porque voy con los pies más de plomo. Entonces era un crío que creía tener la razón en la mayoría de las cosas, pero con el tiempo te das cuenta de que no es así. Las lecturas que he hecho también influyen en ese cambio, incluso ser padre te cambia la perspectiva de la vida.