Desde el pasado 16 de enero los trenes han regresado a la estación de Denia. Después de un parón que duró más de seis años motivado por las obras en la línea 9 del TRAM, por fin los pasajeros procedentes del sur de la provincia pueden llegar hasta la ciudad dianense sin necesidad de bajarse del vagón en Calpe, Teulada o Gata de Gorgos para tomar un autobús como venía ocurriendo hasta ahora.
Sin duda una buena noticia para todos los usuarios del transporte público que bien merece celebrarse. Por eso desde este periódico queremos aprovechar la ocasión para repasar el origen de las diferentes estaciones ferroviarias de nuestra provincia. Aún con todas nuestras históricas carencias en infraestructuras que aún arrastramos en la actualidad, nuestra tierra guarda una enorme tradición vinculada al ferrocarril.
La estación de capital de provincia más antigua de España es la de Alicante
Alicante
Resulta que la estación de capital de provincia más antigua de toda España -todavía en funcionamiento- es la de Alicante. Es cierto que el edificio actual poco tiene que ver con el original ya que ha sido reformado en varias ocasiones… pero se encuentra en el mismo sitio.
El primer tren llegó el 15 de marzo de 1856 procedente de Madrid. Aunque ya existían otras líneas ferroviarias en lugares como Barcelona o Asturias, ésta fue la primera en nuestro país que unió varias provincias distintas. Su puesta en marcha fue un hito tan histórico que hasta la propia reina Isabel II acudió a Alicante a bordo del citado ferrocarril para la inauguración oficial.
Cuando la Estación Alicante-Término fue construida se encontraba a las afueras de la ciudad. Precisamente el cercano barrio de San Blas se desarrolló como lugar residencia para los trabajadores ferroviarios.
Varias décadas más tarde se levantó una segunda estación alicantina en Benalúa (para conexiones con el sur) y una tercera junto al Postiguet (para el Trenet de la Marina hacia Denia). Sin embargo ambas cerraron hace ya años, siendo una reconvertida en la Casa del Mediterráneo mientras la otra permanece sin uso. La única que siempre se ha mantenido desde el principio hasta hoy… es aquella que lleva ya 167 años recibiendo trenes.
Elda-Petrer
La apertura de la citada línea Alicante-Madrid también permitió que el tren llegara a algunas localidades del interior de la provincia que se encuentran en el trayecto. Éste es el caso de Elda-Petrer, cuyo edificio data de 1856 y sí se conserva de forma bastante similar al original.
La ironía del caso es que actualmente dicha estación ya no está conectada directamente con la capital de España. En 2013 Renfe decidió dejar de prestar este servicio -tras 157 años- al poner en marcha el AVE. Por tanto ahora los eldenses y petrerís deben desplazarse hasta Alicante o Villena para poder viajar a Madrid.
Los edificios originales de Elda-Petrer, Novelda-Aspe, Sax y Villena se mantienen desde 1856
Villena
Precisamente la estación villenense también fue levantada en aquel histórico año de 1856. Todavía se conserva el edificio primitivo e incluso el que se construyó justo enfrente en 1884 para recibir los antiguos ferrocarriles que viajaban hasta Alcoy y Yecla, aunque este segundo inmueble lleva ya décadas cerrado.
La estación original de Villena ha padecido una historia similar a la eldense. Desde 2013 no llegan trenes procedentes de Madrid, pues Renfe optó por desviarlos hacia la nueva estación AVE en las afueras de la ciudad (por la Colonia de Santa Eulalia). Una gran infraestructura que tampoco ha estado exenta de polémica, ya que se encuentra en un lugar en medio del campo alejado de las zonas residenciales.
Novelda-Aspe y Sax
Las otras estaciones que funcionan desde 1858 son las de Novelda-Aspe y Sax. En ambos casos se conservan los bonitos edificios originales, el noveldense bastante vistoso mientras que el sajeño más sencillo, aunque también con cierta solera.
Hace ya décadas que perdieron su línea con la capital de España pero aún siguen recibiendo trenes regionales hacia València, Alicante y Murcia. Los taquilleros tampoco han sobrevivido a la modernidad, y hoy en día aquí solo es posible comprar los billetes a través de las máquinas electrónicas.
Denia tuvo dos estaciones simultáneas durante siete décadas
Orihuela
En 1884 se abrió una nueva línea que unía Alicante con Murcia, la cual permitió que el ferrocarril también llegara a varios municipios del Bajo Vinalopó y la Vega Baja.
Aquel mismo año se inauguró la estación de Orihuela. El edificio original aguantó más de un siglo en pie hasta que fue derruido en los años 90 para construir el actual, de una arquitectura más contemporánea y totalmente distinta. Además en 2015 se soterraron las vías ferroviarias.
Elche
Solo en el recuerdo de los ilicitanos más veteranos perdura la antigua estación de Elche, construida en la misma fecha y derruida en los años 70 para ser sustituida por dos nuevas paradas subterráneas denominadas Elx-Parc y Elx-Carrús.
No obstante en el término municipal de Elche queda todavía en funcionamiento una histórica estación ferroviaria que no ha cesado desde 1884. Nos referimos a la de Torrellano, cuyo pequeño edificio original aún persiste (aunque ya sin taquilleros).
El extenso Camp d’Elx llegó a tener también una tercera estación ubicada en la carretera a Alicante que se construyó en los años 60 solo para mercancías. Este pequeño inmueble todavía existe, aunque se encuentra en un importante estado de abandono.
La última infraestructura ferroviaria levantada en el término ilicitano es la moderna estación de AVE sita en la pedanía de Matola, la cual funciona desde 2021. Como en Villena, una construcción que ha generado bastante debate dada su lejanía del centro urbano.
Renfe planea cerrar próximamente las históricas estaciones de Crevillent y Callosa de Segura
Crevillent
A no demasiada distancia se encuentra la estación de Crevillent, construida también en 1884. Se ubicó a varios kilómetros de distancia del pueblo, y a su alrededor surgieron diversas casas que se convirtieron en lo que se conoce como el Barrio de la Estación.
El bonito edificio original se mantiene todavía en funcionamiento -sin taquilleros- si bien es posible que no por mucho tiempo. Actualmente el Ministerio de Transportes está estudiando la posibilidad de cerrar esta estación para llevar la línea de Cercanías hasta la citada estación de Matola.
Callosa de Segura
En el mismo año se inauguró la estación de Callosa de Segura, la cual también sigue funcionando desde entonces con algunas modificaciones en el edificio original. En principio este inmueble también tiene los días contados… y de hecho ya debería estar cerrado.
En 2015 Adif construyó una nueva estación, a pocos kilómetros de distancia, denominada Callosa de Segura-Cox, con la idea original de que el Cercanías se desviaría hasta aquí. Sin embargo esto no ocurrió dado que los trenes diésel de la línea no están adaptados a las nuevas vías. Por ello esta gran infraestructura estuvo cerrada durante siete años, hasta que el pasado diciembre por fin comenzó a recibir ferrocarriles Avant de la ruta Alicante-Murcia.
Así pues, actualmente los trenes Cercanías paran en la estación original mientras que los Avant se dirigen a la nueva. Todo ello sin que exista conexión ferroviaria entre ambos puntos. Una situación no poco extraña que de momento persiste a falta de inversión económica suficiente como para cambiarla.
En Benidorm se implantó el primer tren turístico conocido como Limón Express, hasta Gata
La desaparecida Albatera-Catral
La otra estación que formaba parte de esta antigua línea construida en 1884 por desgracia ya no existe. Hablamos de la de Albatera-Catral, un inmueble que fue derribado inmisericordemente por Adif en 2010. Hoy los trenes siguen parando en el mismo lugar, pero solo queda un apeadero.
Como curiosidad, decir que a pesar de su nombre la estación se ubicaba en el término de San Isidro dado que dicha localidad no se constituyó como municipio independiente hasta más de un siglo después de su construcción.
Alcoy
En 1893 se abrió una nueva línea que conectaba Alcoy con Gandía. Desde entonces la estación alcoyana sigue funcionando y todavía hoy perdura su primitivo edificio.
Solo nueve años después se abrió otra línea desde aquí hasta Játiva, que posteriormente sería prolongada hasta València. La localidad alcoyana llegó a tener incluso una tercera conexión hasta Villena. Sin embargo hoy solo persiste la que comunica con la capital del Turia.
En su día también se proyectó una línea Alcoy-Alicante, cuya construcción comenzó en los años 20 pero nunca se terminó. Todavía hoy quedan restos de aquellas vías y viaductos que nunca se utilizaron.
Alcoy llegó a tener tres líneas ferroviarias simultáneas hacia València, Gandía y Villena
Trenet de la Marina
Terminamos este recorrido histórico ferroviario con el célebre Trenet de la Marina, embrión del actual TRAM. En 1914 comenzó a circular desde Alicante hasta Altea, y al año siguiente se amplió hasta Denia.
La mayoría de las estaciones de esta línea conservan sus centenarios edificios originales, aunque en algunos casos ya no tengan taquilleros e incluso permanezcan cerrados al público, como en Villajoyosa, Altea, Calpe, L’Alfàs del Pi, Benisa, Teulada o Gata de Gorgos.
Benidorm
El edificio ferroviario Benidorm sí ha conocido varias remodelaciones a lo largo de los años. En su día quedaba muy lejos del pueblo, por lo que fue necesario poner un servicio de carros tirados por mulas para transportar a los pasajeros hasta aquí.
Además, desde esta estación partió en 1971 el primer tren turístico de la historia de España -conocido como Limón Express- que realizaba una excursión de un día hasta Gata. Esta revolucionaria idea estuvo vigente hasta 2005.
Denia
Mención aparte merece el caso de Denia. La primera estación que se construyó en esta ciudad data de 1884, para la línea que conectaba con Gandía y Carcagente. Sin embargo el último tren que llegó hasta aquí lo hizo en 1974. Los políticos de entonces aseguraron que sería un cierre provisional.
Con la llegada del Trenet, en 1915, se construyó una nueva parada al sur de la localidad. Por tanto durante seis décadas funcionaron dos estaciones al mismo tiempo en Denia. Irónicamente la misma ciudad que, hasta el pasado enero, ha pasado seis años sin ver arribar ningún ferrocarril.
El edificio actual del TRAM es de una construcción más reciente que la mayoría de las demás estaciones de esta ruta. La estación norte del siglo XIX sí continúa existiendo, y hoy se utiliza con fines culturales.
La Generalitat aún tiene pendiente la implantación de algunos viaductos más ciertas mejoras en la citada la línea 9 del TRAM que permitan acortar los tiempos del trayecto. No en vano actualmente se tarda más de tres horas en viajar desde Alicante hasta Denia, sobre todo porque es preciso efectuar dos trasbordos, en Benidorm y Teulada.
Estaciones sin uso
Nos dejamos en el tintero algunas históricas estaciones ubicadas a lo largo de la provincia que todavía existen, aunque ya no reciben trenes. En algunos casos porque la parada se trasladó a otro lugar como en San Vicente del Raspeig (1858), Cocentaina (1893) o Agres (1904). En estos municipios hoy en día los ferrocarriles se detienen en un simple apeadero, mientras que sus antiguas estaciones se encuentran totalmente abandonadas.
Por otra parte, hay varias poblaciones alicantinas que antaño tuvieron tren pero acabaron perdiéndolo hace décadas. Así ocurrió en Monóvar o Muro de Alcoy, cuyos edificios –de 1858 y 1893 respectivamente- también siguen en pie resistiendo como buenamente pueden los avatares del tiempo.
No podemos olvidarnos tampoco de Torrevieja. En 1884 se inauguró un ramal de la línea Alicante-Murcia que conectaba dicha ciudad desde Albetera-Catral, pasando por Almoradí y Algorfa. Sin embargo cesó en 1970… otro “cierre provisional”.
El centenario edificio almoradidense fue demolido en los años 90 para construir la N-332. La igualmente antigua estación torrevejense hoy ocupa la parte central de un parque. Y la algorfeña está abandonada sin uso.