Casa Caridad simboliza sin duda el espíritu solidario y de beneficencia que late en el pueblo valenciano. Creada en auxilio de los desamparados, diríase que a modo de homenaje a la patrona de la ciudad, Casa Caridad mantiene siempre sus puertas abiertas para los más necesitados de València.
La institución fue fundada en 1906 por el entonces alcalde Sanchís Bergón a petición de la sociedad civil. Esta demanda estuvo encabezada por el periodista Luis Gil Sumbiela, presidente de la Asociación de la Prensa, y por José García Zahonero, presidente del Colegio de Farmacéuticos.
La primera sede se encontraba en la calle Guillem de Castro y un año más tarde se trasladó al Paseo de la Pechina, donde actualmente todos los transeúntes y vecinos de esta zona próxima al antiguo cauce del río Túria la contemplan.
La reina Victoria Eugenia
En mayo de 1909 el rey Alfonso XIII inaugura las nuevas instalaciones del Paseo de la Pechina. En agosto de ese mismo año, la reina Victoria Eugenia también visitó la Asociación Valenciana de Caridad, dejando constancia de ello con su firma en el libro de honor.
También en el 1909, José Serrano y Maximiliano Thous cedieron los derechos de impresión en papel de la partitura del Himno de la Exposición, posteriormente conocido como Himno de València.
La institución fue fundada en 1906 por Sanchís Bergón, entonces alcalde de la ciudad
De comedor a albergue
El objetivo fundacional de Casa Caridad es “erradicar la mendicidad”. Así, de comedor social pasó en 1910 a impulsar su actividad como albergue para personas sin hogar. Posteriormente fue ampliando sus servicios con un colegio para niños necesitados que se ubicó en las mismas instalaciones de la Pechina hasta el año 2000, cuando se reformó completamente el edificio.
Con motivo de la I Guerra Mundial, Casa Caridad vivió unos años de aumento de atenciones, llegando a repartir más de 800.000 raciones en 1915 y 1916. La década de los 30 también fue muy dura para la institución, con más de 740.000 raciones de comida repartidas cada año.
Desde su fundación, el año en el que más raciones se entregaron fue 1936, fecha en que se alcanzó casi el millón repartidas entre los más necesitados.
Nunca ha cerrado sus puertas
En sus 110 años de existencia, Casa Caridad nunca ha cerrado sus puertas. En todo este tiempo ha repartido más de 48 millones de raciones de alimento entre los más necesitados y ha albergado a cientos de miles de personas sin hogar en sus instalaciones.
Hay que señalar que ni tan siquiera durante la riada (14 de octubre de 1957) dejó de prestar servicio. Los años 70 y 80 destacaron por una disminución de las atenciones, que en general no superaban las 250.000. Fueron años en los que el país comenzó a desarrollarse y se abrió al exterior, con lo que mejoró la situación económica.
La primera sede de Casa Caridad se encontraba en la calle Guillem de Castro
Ampliación con el nuevo milenio
En 2000, la sede es sometida a una nueva reforma para ser ampliada, dejando terminado lo que es ya su actual aspecto. Los servicios se amplían y el comedor y el albergue dan paso a nuevas áreas de trabajo social como el Centro de Día.
También se pone en marcha una escuela infantil (ya cuenta con tres centros en Pechina, Benicalap y Torrent), servicios de higiene, ropero, vivienda, ocio y tiempo libre. En ellas las familias que disfrutan de estas escuelas infantiles no tienen que abonar ningún gasto de matrícula, comedor, uniforme o material escolar.
“Desde Casa Caridad ofrecemos este recurso a padres y madres que debido a sus escasos ingresos económicos se encuentran en situación de vulnerabilidad. Los progenitores además de recibir una escolarización gratuita para sus hijos, se les ayuda a buscar soluciones a sus necesidades” explica Luis Miralles, presidente de Casa Caridad.
Aumento de inmigrantes
En términos de movimientos migratorios en Europa, en esta primera década del nuevo milenio se produce un significativo aumento de inmigrantes. España y en concreto València no se queda ajena a estos cambios sociales.
Así, ante la necesidad de dar respuesta a más personas, Casa Caridad inauguró en 2016 su Multicentro Social de Benicalap, un proyecto pionero en la atención social en España en el que se ayuda a recuperar la salud de las personas más vulnerables en estado convaleciente, y otro espacio destinado a familias.
En mayo de 1909 el rey Alfonso XIII inauguró las nuevas instalaciones del Paseo de la Pechina
Proyecto Fénix
En su apuesta por favorecer la inserción de las personas sin hogar, se inició en 2018 el Proyecto Fénix de viviendas supervisadas. Se trata de una nueva línea de ayuda dentro de la política de ampliación social de la institución valenciana. El edificio Fénix se encuentra situado en la zona de la Pechina y consta de ocho viviendas con capacidad para 40 personas.
Actualmente, la asociación dispone de una vivienda en la zona de Benicalap para cuatro personas, el edificio en Pechina con ocho pisos para personas y familias que usan este recurso, así como otra vivienda más en la zona de Guillem de Castro.
El 52% son mujeres
Un poco más de la mitad de las personas atendidas por Casa Caridad en 2022 han sido mujeres. Una cifra que pone de manifiesto el creciente fenómeno de la feminización de la pobreza que desde la crisis socioeconómica se ha visto agravado.
Según los datos de Casa Caridad, en los últimos años la presencia de mujeres en los diferentes servicios de la asociación ha ido aumentando progresivamente llegando a atender en 2022 a 2.173 mujeres, 842 más que el año anterior.
Luis Miralles ha advertido que “las dificultades en el mercado laboral, las responsabilidades familiares, la dificultad de acceder a una vivienda y la mayor vulnerabilidad, hacen que las mujeres usuarias de Casa Caridad necesiten una atención especializada”.
Por este motivo, desde la asociación “hemos adaptado nuestros servicios y también hemos creado programas específicos priorizando una atención personalizada para dar respuesta a sus necesidades de manera individual”, concluye.
El objetivo fundacional de esta institución solidaria reza así: «erradicar la mendicidad»
Casi todas, con hijos
De las 2.173 mujeres, 1.557 fueron adultas y 616 niñas. La mayor parte de la población femenina que acude a la ONG lleva a su cargo a menores. Muchas de estas familias son biparentales como es el caso del 72% de las familias que acuden a la escuela infantil de Benicalap, pero existe un importante número de monomarentales, como es el caso del 60% de las familias que llegan a la escuela infantil de Pechina.
Además, más del 64% de estas familias tienen dos o más menores a su cargo, por lo que precisan acceder a más recursos básicos como alimentos, productos de higiene y otros artículos específicos para los más pequeños como pañales.
Las profesiones que ejercen las usuarias de Casa Caridad se centran en los sectores de limpieza, hostelería y cuidado de personas mayores, algunos de los perfiles más afectados por la pandemia. “Trabajamos para ofrecer todas las opciones a fin de que la población femenina no se quede atrás”, explica Guadalupe Ferrer, directora gerente de la asociación.
Recursos específicos
Casa Caridad ha apostado por la creación de espacios de reflexión, toma de conciencia y escucha para las mujeres usuarias del servicio de escuela infantil de los tres centros. Entre los diferentes programas y servicios que se han impulsado, destaca el Grupo de Apoyo Mutuo entre Mujeres.
Este espacio empezó el año pasado y cuenta con talleres impartidos por profesionales del ámbito de la psicología y con el apoyo del equipo de trabajo social de los Programas Escuela Familia.
“En las actividades formativas del Programa Escuela Familia nos centramos en formar y enriquecer la vida familiar, proporcionando conocimientos y actitudes para la correcta educación y cuidado de los más pequeños de la casa”, indica Pablo Yániz, responsable del programa.
En la actualidad cuenta con centros ubicados en la Pechina, Benicalap y Torrent
Lazos con la sociedad
Los lazos con la sociedad valenciana forman parte de la hoja de ruta de la institución. Además de asistir a los más necesitados con sus propios recursos, Casa Caridad aspira a visualizar su labor solidaria en distintos ámbitos de la sociedad.
Por este motivo, acciones en el Día Internacional de la Mujer o participar en diversos actos falleros en el mes de marzo, o el intercambio de voluntariado corporativo como la Fundación Mapfre en otoño, conforman un programa de responsabilidad social corporativa que crece año tras año.
Las noches solidarias
El pasado 11 de febrero Casa Caridad recaudó 26.750 euros en la IV Noche Solidaria de Sabor Empresarial, que congregó a más de 350 personas relacionadas con dicho sector. Luis Miralles destacó durante el acto la importancia que tienen las empresas a la hora de ayudar a las ONG para que sigan realizando su actividad solidaria.
En el mismo sentido se pronunció Antonio Jordán, presidente de Sabor Empresarial, quien agradeció que en cada edición ha aumentado el número de empresas comprometidas con esta causa benéfica, llegando a alcanzar este año una cifra récord de recaudación.
En 2018 puso en marcha el ambicioso Proyecto Fénix de viviendas supervisadas
‘Tour solidario’
Hace unas semanas la institución puso en marcha el Free Tour Solidario, en colaboración con GuruWalk, una start up valenciana nacida para revolucionar el mundo de las visitas guiadas y ponerlas al alcance de todo el mundo, con múltiples acciones solidarias y de conciencia social llevadas a cabo por esta plataforma.
Gracias al Free Tour Solidario, los valencianos han tenido la posibilidad única de conocer el alma del edificio que da cobijo a los más necesitados, cuya recaudación fue directamente para Casa Caridad.
El pueblo valenciano
En definitiva, se trata de una institución del pueblo valenciano, que es quien hace posible su existencia. De hecho, casi el 75% de su presupuesto proviene de cuotas de socios y donantes. Casa Caridad es totalmente privada y presume de ser “independiente y plural, sin ninguna connotación política o religiosa”.
En su última memoria refleja las 3.408 donaciones recibidas, además de arrojar un número total de 4.126 socios y 183 empresas adheridas a esta ONG. Entidades públicas como el Ayuntamiento de València, la Generalitat Valenciana, la Diputación de València y el Ayuntamiento de Torrent también colaboran con ella.
La institución, además, no discrimina a ninguno de sus usuarios por razones de raza o creencias y solo exige el respeto mutuo de todos los usuarios a las normas de convivencia.