Entrevista> Rubén Hernández / Artista plástico (Cáceres, 14-agosto-1976)
Rudiart es un artista de artes plásticas nacido en Cáceres y residente en Alicante desde hace más de diez años. Su vínculo con el grafiti se originó en el año 1990 en su ciudad natal, donde se convirtió en uno de los pioneros. A los 22 años se trasladó a Madrid donde continuó desarrollando sus capacidades artísticas.
Ha participado en los mejores festivales y exhibiciones de toda Europa y algunos de Sudamérica. Ha recorrido medio mundo realizando sus piezas y murales, concursos de grafiti y arte urbano, y ha impartido charlas y clases en colegios y eventos acerca de la historia y práctica del grafiti.
Te has proclamado campeón de la última Liga Nacional de Grafiti. ¿En qué consistió el certamen y cómo fue la experiencia?
La Liga Nacional de Grafiti es un concurso donde se seleccionan entre 40 y 50 participantes y se compite. Los jueces y el público votan y se va sumando la puntuación de cada jornada. Los diez primeros de la clasificación general optan a pintar en distintas ciudades de España, y hay dos puntuaciones: para letras y figurativo.
En la última parada en Tenerife se entregaron los premios al ganador en base a la puntuación de la liga completa del año. Es una competición de los seleccionados que han querido participar, no quiere decir que sean los mejores ni peores de España.
«Disfrutaré de uno de los premios, que es un viaje a New York»
¿Qué supone para ti ser el actual campeón?
No me siento campeón ante nadie, ni mejor que los demás participantes, cada uno tiene su nivel y todos se sacrifican en lo suyo. Depende de gustos y conceptos, tanto del público como de jueces. Me han puntuado bien y ha gustado, creo por la esencia y constancia.
Intento que mi pintura sea original y mi estilo se reconozca al verlo. Disfrutaré de uno de los premios que es un viaje a New York.
Remontándonos a tus orígenes, ¿qué te llevó a interesarte por la técnica del grafiti? ¿Cómo fueron tus primeros acercamientos?
Cuando conocí el grafiti, viviendo en mi ciudad natal, en Cáceres, eran los años 90 y no había mucha información. Conocí el grafiti por medio de la cultura hip hop, por sus valores y la lucha de esa época. Intentabas hacer todo por igual. Yo rapeaba y sacamos un disco en el año 97 y después otro en Madrid. Siempre estábamos pintando pero sin un concepto de arte, sólo como parte de un movimiento y cultura.
Empezaste con el grafiti clásico, para posteriormente ir experimentando con nuevas disciplinas. ¿Cuáles son las tendencias ahora y con cuáles disfrutas más?
Empecé con unas firmas, piezas rápidas, platas, etc., y con el tiempo de manera natural fui experimentando con otros efectos en las letras para mostrar mi personalidad en la pintura, siempre guardando unas pautas de lo que es el estilo en grafiti de los comienzos.
Me gusta esta disciplina en todas sus vertientes y diversidad, y cualquier clase de pintura merece mucho respeto para mí. Cuando hago letras en 3D me gusta inspirarme en cosas más futuristas, ‘cyber’ y otros estilos. Me gusta hacer de todo, me divierte.
«Me gusta el grafiti en todas sus vertientes y diversidad»
¿Qué valores destacas de la cultura del hip hop y cómo las transmites?
Los valores de la cultura hip hop son muchos y buenos. Lo importante no es pintar más que nadie, ni cantar o bailar más que nadie. Sin los valores importantes por lo que se fundó esta cultura no vale de nada lo que hagas.
Es una cultura que en su momento se fundó con unos valores muy positivos y bonitos, como el respeto a los demás dependiendo de lo que hagan y cómo lo hagan para la cultura, poder trabajar en comunidad y comprender y educar con el ejemplo a los nuevos que llegan, mejorar como persona cada día si estas atento a cómo funciona el mundo y los seres humanos. Sin respeto no hay cultura ni hip hop.
Tu arte está presente en muchos territorios internacionales.
He pintado en muchos países y ciudades, aunque no tantos como me gustaría. En cada uno te llevas algo de esa cultura, del lugar y las sensaciones. La primera vez que pinté en Estados Unidos, en Queens y en el Bronx, fue una sensación increíble por estar en la cuna donde empezó todo, poder empaparte de los creadores de allí y aprender matices de la cultura.
En Tailandia también fue una sensación muy buena, al estar pintando con artistas nativos y adaptarte a otra pintura.
«Pintar en cualquier país con una cultura diferente es un sueño»
En tu faceta pedagógica, ¿qué aspectos intentas transmitir a los que se inician en el grafiti?
Me considero una persona bastante activista dentro del movimiento. He sacado un disco con otros dos artistas, participado en otro y en maquetas. Saqué un DVD de dos horas y media de grafiti de toda Europa, con exhibiciones y entrevistas. Publiqué un fanzine de grafiti, y he organizado muchas exhibiciones de ello, conciertos, charlas, talleres en colegios…
Intento contarles una historia de unos valores. Por circunstancias se creó este fenómeno social, que todo fue muy bonito en su creación, e intento trasmitir esos valores cuando pinto o monto algo. No me fijo en lo económico ni en egos. Les digo que lo hagan por pasión y siempre con el respeto y aprecio de lo que hacen los demás.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Este año espero ir a algunas exhibiciones en otros países, que el año pasado ya hice muchas en España. Y seguir haciendo algunos cuadros cuando saque tiempo de mi trabajo de decoración y grafiti.
En abril voy a New York a realizar algunos murales que estoy organizando ahora. Volveré a Tailandia para una pequeña expo que estoy gestionando… Pintar en cualquier país con una cultura diferente es un sueño.